Arte contemporáneo: lo destacado y lo fallido

Dic 22 • destacamos, principales, Reflexiones • 4981 Views • No hay comentarios en Arte contemporáneo: lo destacado y lo fallido

 

Esta reseña hace un recuento de las exposiciones más relevantes que se presentaron en la Ciudad de México a lo largo de 2018, además de museos, galerías consolidados y proyectos independientes a tener en cuenta /

 

POR SANDRA SÁNCHEZ    

 

Las listas de lo mejor y lo menos bueno del año generan una angustia parecida a la época de exámenes en la niñez: ¿quién pasó la prueba?, ¿qué alumnos obtuvieron mención?, ¿alguien repetirá grado? La historia de la pedagogía también es la historia de cómo evaluar y esa dificultad la comparte la crítica cultural.   Específicamente en el campo del arte contemporáneo existe una renuncia ante los criterios modernos en donde la crítica de arte se encarga de estimar las obras mediante un examen de la maestría de la técnica y, posteriormente, mediante la forma en que se representa un aspecto de la realidad. El arte contemporáneo no permite ese tipo de evaluaciones porque la producción y los intereses de los artistas son múltiples: hay quienes aún dedican bastante tiempo a entender una técnica, hay otros que mandan producir las obras y se posicionan más cerca de figuras como la del director de cine, por poner un ejemplo.   ¿Qué criterios utilizar para evaluar algo ante la multiplicidad de producciones en un campo? Creo que la pregunta misma es falsa, pues ante una miríada de producciones también hay una infinidad de criterios. Incluso hay colegas que no han abandonado del todo ciertos principios modernos, colocando a sus artistas en marcos que no alcanzan a dar cuenta de la complejidad de sus piezas. Por otro lado, hay quienes utilizan teorías para evaluar la producción artística: se pueden encontrar críticas apoyadas en el feminismo, el marxismo y la ecología.   Esta lista busca dar cuenta de cinco exposiciones que destacaron y de cinco exposiciones que de algún modo fallaron en 2018; es por esto que el criterio para escogerlas pone la mirada en las relaciones espaciales, estéticas y teóricas que establecen las muestras con los espectadores que las visitan. Al final de cuentas el poder de las exposiciones aún radica en las incisiones que pueden generar en la esfera pública. Antes de empezar debo mencionar que esta lista es centralista. Para poder generar un juicio sobre una exposición es forzoso visitarla, ya que la experiencia espacial no puede reducirse a una imagen, por ello el margen se reduce a la Ciudad de México.    

 

Exposiciones destacadas

Retrospectiva, Xavier Le Roy, Museo Jumex

Esta exposición trajo aire fresco al circuito de arte contemporáneo. Al entrar el visitante se encuentra en un espacio ¡sin objetos! Al tiempo que observa el cubo blanco, escucha un silbido que anuncia su llegada. Un bailarín se acerca generando una intimidad poco explorada en términos de exposiciones. En ese momento el intérprete comienza a contar su historia personal con la danza a partir de una narración acompañada de movimientos; mientras tanto, otros bailarines hacen una interpretación libre de coreografías de Le Roy. Al llegar un nuevo visitante, se escucha un nuevo silbido: el bailarín abandona al invitado anterior y recibe al recién llegado.   Xavier Le Roy (artista y coreógrafo) trabajó con 15 bailarines, 8 mujeres y 7 hombres, quienes pasaron por una audición exhaustiva. Junto con ellos cambió la idea de retrospectiva, ya que en vez de mostrar una revisión fiel a su carrera, la exposición reutiliza coreografías de Le Roy como solista, creadas entre 1994 y 2014. Las coreografías se transforman en acciones en vivo añadiendo la investidura de cada bailarín. Ante ello el espectador genera un posicionamiento que puede ir de la apatía a la empatía. Retrospectiva fue organizada por Catalina Lozano, curadora asociada y María Emilia Fernández, asistente curatorial del Museo Jumex.

Retrospectiva, del artista, bailarín y coreógrafo francés Xavier Le Roy, una exposición sin objetos. /Cortesía Museo Jumex

 

Sublevaciones, varios artistas, MUAC

Hay rumores entre pasillos que cuentan una leyenda: el arte en México tiene que ser político para ser valioso. El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) alimenta estos decires a partir de los artistas y las muestras que elige curar. Con esto no quiero decir que las muestras no sean interesantes, sino que hay otros tipos de producciones bajo el sol.   Sublevaciones es una exposición valiosa especialmente en este contexto, ya que elude las líneas del tiempo y las revisiones a movimientos del siglo pasado para proponer una forma específica de ver arte, sin condenar las piezas a una función o a un significado único.   La curaduría de la exposición corrió a cargo del historiador Georges Didi-Huberman e incluyó obras desde Goya hasta la actualidad, de artistas de diferentes partes del mundo. Su planteamiento consiste en leer la sublevación no como un tema de enciclopedia o un hecho histórico; la vuelta de tuerca radica en posicionar a la sublevación como un gesto. ¿Qué es un gesto? Una insinuación que comparte un código al tiempo que escapa de él: atraviesa el cuerpo de quien lo produce y necesita de la interpretación. Cada uno de los cinco apartados de Sublevaciones indican una sensación: el sublime poder de la naturaleza, la potencia de una sensación individual, la performatividad de la palabra que convoca, los conflictos que llevan a la muerte, y los deseos indestructibles. La muestra concluye con fotografías del zapatismo y el rostro encapuchado del Subcomandante Marcos.

 

 

Aspecto de la exposición Sublevaciones en el MUAC. / Tomado de la página del Museo Universitario de Arte Contemporáneo.

 

Determinaciones de proporción, Franz Erhard Walther, Estancia Femsa

Estancia Femsa es una propuesta curatorial auspiciada por Casa Luis Barragán y la Colección FEMSA, bajo la dirección artística de Eugenia Braniff y Patrick Charpenel. Las exposiciones son “de sitio específico” ya que el cubo blanco se sustituye por la Casa Barragán. Los artistas tienen que producir en relación a la casa o colocar las piezas ya hechas en diálogo con el excepcional espacio. Este año se presentaron obras del artista alemán Franz Erhard Walther, quien ha experimentado sobre las relaciones entre la materia y el cuerpo desde los años sesenta. La sutileza de las piezas contrasta con su fuerza. Dos pequeños cuadros sobre la mesa invitan a colocar ahí los brazos para ser uno con la obra y la casa. En el techo unas telas largas se colocan en la cabeza para que dos espectadores se balanceen a partir del peso del otro. La intimidad de la casa permite a los visitantes explorar las propuestas de Walther con una confianza difícil de lograr en un museo. En esta exposición hay lugar para el cuerpo y la experiencia.

Detalle de la retrospectiva dedicada al artista alemán Franz Erhard Walther en la Casa Luis Barragán. / Tomada de la página de la Casa Luis Barragán.

 

Cuando el sol emana más energía de la que nuestros ojos pueden absorber: Glaring Sights, artistas varios, Cervecería Cru Cru

La Ciudad de México tiene como virtud la proliferación de proyectos independientes de instituciones museísticas y galerías. Si esto es un acierto es porque abre paso a artistas y a propuestas curatoriales que se alejan de una agenda dada. El lado oscuro es la precariedad que muchas veces trae consigo esta osadía. Una de las curadoras jóvenes más interesantes es Fabiola Iza. Ella y Kimberlee Córdova presentaron en una pequeña cervecería en La Romita una exposición que hizo tambalear los conceptos de identidad y de nación, a partir de obras que van de Rufino Tamayo a la actualidad. Entre ellas destaca Caligrafía Palmer con la mano izquierda, del venezolano Armando Rosales quien escribió con la mano izquierda frases que repiten en la escuela como “la bandera es un lábaro patrio” o “Venezuela es rica en petróleo”.  

Aspecto de la exposición Cuando el sol emana más energía de la que nuestros ojos pueden absorber: Glaring Sights, en la Cervecería Cru Cru. / Especial

 

Salón abierto de pintura, artistas varios, Ladrón Galería

Ladrón Galería es un espacio independiente ubicado en la Colonia Buenos Aires. Generalmente presentan a un dueto de artistas en un departamento que funciona como espacio de exhibición, con una estética que pasa por alto la pulcritud de las paredes blancas y lisas. Su agenda también incluye el Salón Abierto de Pintura, que en su segunda emisión presenta cuadros de diferentes tamaños acomodados de techo a piso; la diferencia con los salones del siglo XIX y con otros recintos de la actualidad es que la solemnidad se queda fuera. Los artistas presentan cuadros divertidos: un ovni sobre un auto de lujo de Margot Bird, una escena del primer salón abierto de pintura de Marco Aviña o un universo brillante que alude a la pintura callejera hecha con aerosol de Eric Valencia. La invitación es abierta, sólo dejas tu pintura y ¡listo!

Aspecto de la exposición Salón Abierto en Ladrón Galería. / Especial

 

Exposiciones fallidas

Escribir poesía, ¿vivir dónde?, Alcira Soust, MUAC

Esta exposición debería estar en la otra lista. Amanda de la Garza y Antonio Santos, curadores de la muestra, hicieron un arduo trabajo de investigación que llevó a la recuperación del archivo de Alcira, una poeta uruguaya activa en México entre los años cincuenta y los ochenta. La peculiaridad de la curaduría consiste en presentar a la poeta no sólo como aquélla que escribe, sino como aquélla que acciona situaciones de una forma particular: la poesía como una forma de vida. Sin embargo, hay un enorme fallo en términos de exposición, ya que el pequeño espacio que ocupó la muestra estaba saturado de poemas con una iluminación y una museografía inadecuados. El visitante terminaba con un tremendo dolor de espalda y con la vista cansada. A veces menos es más. Un ejemplo de la economía curatorial es Lulu, espacio curado por Chris Sharp, el cual recomiendo visitar.  

México: Pintura reactiva, varios artistas, Museo Carrillo Gil

Esta exposición es un ejemplo de un estilo curatorial en el cual se busca imponer un tema para calzar obras que tienen poco o nada que ver entre sí. En realidad no se entiende ante qué son reactivas las pinturas, se usa un señuelo histórico: en 1961 el crítico de arte guatemalteco Luis Cardoza y Aragón escribió Pintura activa en donde esbozó un panorama pictórico en México después de la obra de Rivera, Siqueiros, Orozco y Tamayo. En esta muestra no hay cosa tal, no se entiende cuál es el hilo conductor. A eso hay que sumar la iluminación torpe y la falta de diálogo entre las obras. En el Salón Abierto de Pintura de Ladrón Galería tampoco hay una relación explícita entre las piezas, sin embargo no pretenden en ningún momento que exista dando paso a lo lúdico y al carnaval. Pintura reactiva es más bien una fiesta triste con piezas neutras, con algunas excepciones como Protozoario y Enero.

 

Dame Zero, Sarah Lucas, Kurimanzutto

Sarah Lucas es una artista británica que ha realizado piezas interesantes con comentarios acerca de la sexualidad, la identidad y lo femenino. En Dame Zero no ocurrió así, el cuerpo se llenó de clichés, se exhibieron “cadáveres exquisitos” en los cuales se trazaba el contorno de obras de Frida Kahlo y Diego Rivera con cigarros que unidos producían líneas. Las piezas no generaban un comentario sobre la producción de Diego y Frida, más bien funcionaban como significantes vacíos, bonitos y mercantiles. También se expuso un video que daba cuenta del proceso de producción de la artista en un estudio en Oaxaca, las imágenes estaban llenas de lugares comunes sobre México, viñetas que agradan al ojo turístico. La pregunta es: ¿quién es el espectador en el que la artista estaba pensado al preparar esta muestra?

 

Artaud 1936, varios artistas, Museo Tamayo

Al recorrer esta exposición buscaba una serie de conexiones entre las propuestas del dramaturgo Antonin Artaud y el arte contemporáneo. La intención curatorial consistía en conmemorar la poética del francés, su legendario viaje a México en 1936 y la influencia de su legado artístico. Lo que había eran demasiadas piezas de Abraham Cruzvillegas. Aquí no juzgamos si las piezas del mexicano son potentes o no, sino la decisión de incluir tanta obra de un solo artista en una muestra que pretendía dar cuenta de la importancia de Artaud en el contexto actual. La exposición debió llamarse “Abraham y Antonin…” ¿Por qué sucedió esto? Es una pregunta que le podríamos hacer al curador Manuel Cirauqui.

 

Crisol, Daniel Lezama, Galería MAIA

Crisol es una exposición de pintura y escultura de Daniel Lezama, la cual cumple con las características convencionales de iluminación y disposición en el espacio. Para esta serie el pintor detrás de La gran noche mexicana (2006) propone una empresa productora de sentido a la cual llama “La Compañía”, haciendo uso de una narrativa mítica que le ayuda a concatenar las obras. Sin embargo, hay algo que un espectador con conocimiento de historia de la pintura no puede dejar escapar: el parecido acrítico de las pinturas presentadas en Crisol con las del pintor alemán Neo Rauch.    

 

FOTO DE INICIO: Aspecto de la exposición Salón Abierto en Ladrón Galería / Tomada de la página web de Ladrón Galería.

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