El escenario, expresión del mundo

Oct 26 • Escenarios, Miradas • 4360 Views • No hay comentarios en El escenario, expresión del mundo

POR JUAN HERNÁNDEZ 

 

El vestidor, del sudafricano Ronald Harwood (Ciudad del Cabo, 1934), es una obra entrañable en la medida que retrata el universo de los “artesanos” del teatro, que se empeñan en su labor de constructores del artificio escénico con la intención de propiciar el instante poético que da nacimiento a la expresión de un mundo.

Harwood —ganador de un premio Oscar por la adaptación del guión de la película El pianista— se adentra en las vísceras del quehacer escénico para desentrañar, de algún modo, su misterio. Mete al teatro dentro del teatro y cambia la perspectiva del público que regularmente sólo ve el resultado final de una puesta en escena.

La obra El vestidor acerca al espectador a la naturaleza frágil de los trabajadores de la escena, pero también a su capacidad para desafiar a la muerte si se trata de participar en la creación que revela el poder de la imaginación humana.

El dramaturgo sitúa a la obra en un teatro de medio pelo en Inglaterra, durante la Segunda Guerra Mundial. Los personajes son miembros de una compañía que viaja por el país, presentando montajes de William Shakespeare, exclusivamente.

En la puesta en escena mexicana Héctor Bonilla interpreta a Su Señoría, un actor viejo y decadente que se aferra a su oficio, el último resquicio de dignidad humana en medio de la destrucción violenta del mundo; y Bruno Bichir a Norman, el vestidor y fiel asistente de Su señoría, quien encuentra en su quehacer el sentido y fin último de su existencia.

Hay otros personajes “secundarios”, como Madge (Verónica Langer), La Señora (Pilar Ixquic Mata), Geoffrey (Arturo Reyes), Osenby (Cristóbal García-Naranjo), Irene (Andrea Riera) y un miembro de la compañía (Alfonso Bravo), que también son entrañables en la realización del drama. Sin embargo, es la relación de Su Señoría con Norman la que revela aristas de una pasión de vida llevada hasta sus últimas consecuencias.

La obra es dirigida por Alberto Lomnitz (miembro del Sistema Nacional de Creadores), y la traducción es de José Luis Ibáñez. Es la segunda vez que El vestidor se monta en México. La primera ocasión hace 30 años con Ignacio López Tarso y Héctor Bonilla en los papeles de Su Señoría y Norman, respectivamente.

La función del 18 de octubre no fue la más afortunada, Bonilla parecía agotado y su capacidad para mantener el ritmo de la puesta en escena era baja. Los actores se movían atropelladamente en escena y sus diálogos también estaban llenos de turbaciones. Queremos pensar que estos defectos se deben a que era la primera escenificación de la temporada; esperamos que la obra crezca con la energía que exige del reparto, porque se trata, sin duda, de una pieza magistral.

Deseo que puede realizarse toda vez que el elenco está integrado por actores y actrices de primer nivel; monstruos de la escena con experiencia en el teatro y también en cine y televisión.

Héctor Bonilla, sin embargo, parecer lidiar con su propio nombre, pues él se ha convertido ya en un personaje en el imaginario público. Es casi imposible dejar de ver a Bonilla en cualquier personaje que interprete y para él el reto es dejar de ser quien es para convertirse en ese otro: el personaje.

En la puesta mexicana de El vestidor hay escenas memorables como la recreación de la tormenta referente a la obra El Rey Lear, el acto simbólico del maquillaje del actor para abandonar su fragilidad humana y transformarse en un ser mágico y poderoso (el personaje), o el final trágico de la relación entre Su Señoría y Norman, este último ha entregado su vida a alimentar el ego del actor de la compañía con el fin de concretar un mundo en el que pueda vivir alejado de la “realidad real” que le resulta insoportable.

*El vestidor, de Ronald Harwood, dirección de Alberto Lomnitz, traducción de José Luis Ibáñez, con Héctor Bonilla, Bruno Bichir, Verónica Langer, Pilar Ixquic Mata, Arturo Reyes, Cristóbal García-Naranjo, Andrea Riera y Alfonso Bravo, se presenta en el Foro Cultural Chapultepec (Mariano Escobedo 665, Anzures), viernes 18:30 y 21:00, sábados 18:00 y 20:30, y domingos 17:15 y 19:45 horas.

 

*Fotografía: La puesta en escena está protagonizada por Bruno Bichir y Héctor Bonilla/YANKO BRIBIESCA

 

 

 

 

 

 

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