“Hablar de música es hablar de variedad” Conversación con Marisa Monte

Ago 6 • Conexiones, destacamos, principales • 4914 Views • No hay comentarios en “Hablar de música es hablar de variedad” Conversación con Marisa Monte

POR SILVANA NICOLA /EL PAÍS-GDA

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Es de las artistas más importantes de la música brasileña, una categoría que se sabe tiene estándares muy altos. Con una carrera solista que inició en 1988 y con proyectos como Tribalistas (que la reunió con Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown y la consolidó como una artista de trascendencia internacional) Monte es un referente ineludible de la canción brasileña.

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En su música pasa de un tango al samba, del rock a la bossa nova, ¿En qué género se reconoce más?

En la música brasilera, que incluye justamente toda esa variedad. Desde el comienzo de mi carrera convivir con esta riqueza musical ha sido una constante. Trabajo con la música brasilera y estoy en contacto con la música del mundo. Es que hablar de Brasil y su música es hablar de variedad: somos millones de personas, muchas regiones, muchos estilos. Todo esto siempre formó la identidad de mi repertorio, nació naturalmente.

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¿Cómo define su música?

Es una música particular. Tiene una firma mía. Busco tener una expresión propia, que no sea parecida con nada, que sea mía realmente, que sea lo que yo siento. Y que respete mi individualidad dialogando con la música brasilera y todas las influencias que recibo del mundo y de mis colegas. Es una música “marisística”.

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De Maysa a Billie Holiday, de Elis Regina a Gal Costa, siempre la han comparado con otras cantantes, ¿Se molesta con eso?

No (se ríe). Siempre me han comparado con grandes cantoras, así que es un elogio. Creo que son mujeres únicas, importantes en su tiempo, lo tomo bien. Luego de la comparación me descubren a mí, eso es bueno.

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Pareciera que siempre trabajó para borrar la distinción entre “alta” Música Popular Brasileña y otros géneros más populares, ¿Lo hace a propósito o es fruto de sus investigaciones musicales?

Los límites no son muy favorables a la creación y a la libertad. No distingo entre música alta y géneros populares. Creo que uno tiene que ser libre. Libre para crear, para amar. No hay un estilo musical que no me guste porque creo que en cada uno pueden encontrarse cosas buenas y malas. No tengo preconceptos con ningún estilo ni con las formas.

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¿Es por eso que en sus discos hay instrumentos de todo tipo? Hay sonidos del koto, kalimba, ukelele, cuíca, chelo, fagot, trompeta, marimba, vibráfono, órgano Hammond, tuba o arpa.

Exactamente. Intento ser abierta, hacer un trabajo abierto, hacer un trabajo sin preconceptos.

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¿Esta podría ser una característica “marisística”?

(Se ríe). Sí, una característica “marisística” y de mucha gente más. No es exclusivamente mía, sino de muchos brasileros. El brasilero es muy abierto, este país es muy grande, tiene muchas influencias diferentes, tanto internas como externas. Nuestra cultura se formó con inmigrantes y por eso tiene muchos estilos, combinaciones inusitadas. Para nosotros la mezcla cultural es algo natural y Brasil bien puede ser un ejemplo para el mundo en esto. Es una reacción a la globalización. En un momento de tanta segmentación, separación e intolerancia, Brasil todavía es una muestra que se puede integrar la cultura. A través del arte uno puede inspirar a las personas.

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Ha trabajado con Paulinho da Viola, Adriana Calcanhotto, Carlinhos Brown, Arnaldo Antunes, Julieta Venegas, entre otros…

Sí. Tengo grandes parceiros. Pretendo siempre cultivar y ampliar ese universo.

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¿Cómo los elige? ¿Qué la une a ellos?

Lo más importante es la admiración mutua. Eso despierta naturalmente un deseo de dialogar. Tengo grandes parceiros establecidos desde hace mucho tiempo y parceiros jóvenes. Hay parcerías que se renuevan porque siempre es bueno tener gente que uno admira cerca. Uno puede comparar su propia sensibilidad con la de otro, hacer crecer la trayectoria de todos.

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¿La música brasilera se hace en parcerías? Parece que esa fuera una constante de los músicos de su país.

Sí, es una característica bien brasilera. Crecí escuchando grandes discos que eran hechos en colaboración entre artistas. Chico y Bethania, Gil y Jorge Ben, Gil y Rita Lee, Caetano y Joao Gilberto, para nosotros es muy natural este tipo de parcerías en algún momento de la obra de alguien. Eso es bien brasilero. Lo percibí con Tribalistas. Cuando empezaron a entrevistarme en el exterior, percibí cómo esto sorprendía a los periodistas del exterior, como era algo raro en el mundo. Sorprende algo que para nosotros es muy natural.

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¿Cuál es la diferencia de cantar algo propio a interpretar letras de otros?

No hay ninguna. Son músicas. Hay algunas mías que son muy conocidas que creo que ya pertenecen a todos, ni siquiera las considero mías más.

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Habló de Tribalistas, que fue un proyecto sumamente exitoso y que vendió millones de discos en el mundo. Sin embargo ustedes con Brown y Antunes nunca volvieron a grabar otro disco. ¿No anda con ganas?

Nunca dejamos de trabajar juntos. Cuando grabamos Tribalistas, trabajábamos juntos desde hacía 10 años. Desde Tribalistas a hoy ya hicimos como 50 músicas juntos, que fueron grabadas por Arnaldo, por Carlinhos, por mí y por otros artistas. No nos veíamos como un grupo, Tribalistas fue un proyecto. En el propio disco una música habla de eso, del descompromiso que teníamos con la continuidad como grupo. Esa canción dice: “Tribalistas es un antimovimiento que se desintegrará en el próximo momento”. Es una libertad que tenemos. Podemos hacer algo juntos o no. No tenemos nada contra, pero tampoco tenemos compromiso alguno.

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Digamos que trabajan sin obligaciones, ¿la libertad es lo más importante?

Sí. También la amistad, el respeto, la felicidad de estar juntos. Todo esto me parece importante. Nunca dejamos de lado nuestra parcería en cuanto a nuestra relación creativa, al contrario, haber hecho un proyecto como Tribalistas sólo reforzó nuestra parcería y nuestra historia común, que es impresionante.

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Tiene un hijo y una hija de seis y siete años. ¿La música infantil ya se coló en su casa y en su repertorio?

Claro, diría que incluso antes de que ellos nacieran. Es lindo dialogar con lo infantil y proponer temas que puedan ser cantados por los niños. Creo que apareció en Tribalistas, en dos temas que hablan del mundo infantil. También canté en un proyecto bautizado Vinicius de Moraes: Arca de Noé, músicas para niños, colaboré con músicos que me hicieron encontrarme con el mundo infantil.

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¿Sus hijos ya se vinculan a la música?

La música es parte de nuestra vida. Ellos están acostumbrados a ver músicos en casa, nos ven tocando, disfrutan.

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FOTO: La cantante reconoce en su música la presencia de los estilos de todas las regiones de su país. Formó parte del grupo de artistas brasileños que tomó la estafeta olímpica durante la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012./ESPECIAL

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