“Connecting people”, teatro de fácil digestión

Jun 29 • Escenarios, Miradas • 4781 Views • No hay comentarios en “Connecting people”, teatro de fácil digestión

POR: JUAN HERNÁNDEZ

La obra Connecting people, de Elena Guiochins, supone el abordaje del caos emocional de la humanidad en la época actual. Se enfoca en el estilo de vida de los habitantes de las grandes urbes, quienes se entretienen en relaciones virtuales y cuyas vidas giran alrededor del teléfono celular, por medio del cual se “conectan” con el mundo.

 

Sin embargo, la autora no profundiza en los conflictos de los personajes y tampoco en la temática que se antojaría, filosóficamente, densa. El camino escogido por Guiochins es apenas la sugerencia de dramas personales que carecen de un desarrollo pleno.

 

El tema, de una pertinencia innegable, sucumbe en el desarrollo banal de una pieza que se atiene al cliché, a los estereotipos y a una estética mediática cuyo objetivo es el entretenimiento fácil que no exige del espectador ningún esfuerzo de reflexión o de compromiso con el punto de vista del mundo que se establece en la escena.

 

Resulta una obra complaciente para hacer pasar el rato al público acostumbrado a los lenguajes de la televisión, de las redes sociales y del cine comercial, no así al observador exigente que busca la complicidad con una manera de estar en el mundo y que se atiene a la rigurosidad del ejercicio escénico.

 

La expectativa generada por la obra, que se anuncia como una pieza que se ocupa de “la inmediatez de las relaciones humanas, la compulsión por el sexo como instrumento de trabajo y de evasión”, no queda satisfecha en la propuesta de Guiochins (miembro del Sistema Nacional de Creadores y autora de alrededor de 20 obras teatrales), quien no logra llegar a la base con ninguna de las preocupaciones fundamentales de su propuesta dramatúrgica.

 

Hilkka Liisa livanainen, directora de Connecting people, logra rescatar a la pieza del fracaso. La directora hace una composición ágil, para figurar en escena, de algún modo y a pesar de la poca solidez del texto, una comedia entretenida, que  provoca algunas risas en los espectadores.

 

Consigue un espectáculo ágil, de acción incesante, con personajes que se desdoblan, hasta el punto en el que nunca se sabe cuál es la realidad real y cuando se está en la ficción; produciendo imágenes de un modo mucho más cercano al lenguaje cinematográfico que al teatral, situación que se aprovecha para hacer guiños a dos cineastas emblemáticos de la contemporaneidad: Woody Allen y Pedro Almodóvar.

 

Los actores Pilar Boliver, Fabiana Perzabal, Amanda Schmelz, Patricia Madrid, Mariana Urrutia y Ernesto Álvarez colorean a los personajes y los dotan de vida. Encuentran el ritmo exacto y una manera eficaz para trasmitir una gama actoral disfrutable.

En un tono que va de la comedia a la farsa, resalta sin duda el trabajo de Pilar Boliver, quien maneja con maestría el subgénero. La intérprete construye a su personaje (Mía, una actriz de cine independiente) con una  extravagancia desbordada, sin que por ello deje de ser verosímil.

 

Fabiana Perzabal interpreta a la actriz española Penélope Cruz, Amanda Schmelz a Tía, quien es la madre de Mía y abuela de Pia (Patricia Madrid), tímida y bien portada, y Lya (Mariana Urrutia), envuelta en el drama provocado por la carencia de autoestima y padecer anorexia; además de Ernesto Álvarez como el director de cine Allen Alien, creador de cintas pornográficas para teléfonos celulares.

 

Connecting people se mantiene a flote, pero no logra superar las carencias de la propuesta dramatúrgica. Vista de este modo, se sitúa entre las obras hechas para el entretenimiento fácil y superficial.

 

FOTOGRAFÍA: Aspecto de la puesta en escena ‘Connecting People’/Ramon Romero/EL UNIVERSAL

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