Tres poemas

Ago 15 • destacamos, Ficciones, principales • 3381 Views • No hay comentarios en Tres poemas

POR ALICIA GENOVESE

 

 

En el límite del río seco

el comienzo del desierto;

el aura de ausencia

como un reclamo silencioso.

Se extingue en Puelches

el río Salado

pero espera la crecida milagrosa

debajo del puente;

un polvo de años

se levanta en las calles sin asfaltar,

vuelo de tierra cotidiano

de uno a otro rincón.

El desierto no es la nada

es lo dejado por el agua,

el corazón prolongado que amarillea

y se perpetúa en intentos.

 

*

 

Encadenado de caldenes

por el bosque pampeano

troncos anchos

y espesura de copas

sobre una nube traslúcida

que refleja el verde.

El viaje olvida

apretujones y calambres,

se vuelve ruta extendida

por el agua de la errancia.

Remolinos de polvo

en el horizonte,

repentinos géisers

sobre la lejanía ancha.

Tierra liviana

donde erupcionan los deseos.

Sueño, sueño, viento

que vienes en sacudones

a arremolinarme el corazón.

 

*

 

Una escena del fin del mundo

en un fotograma del cine catástrofe:

tierras invadidas por un agua

que arrasa las costas

y en el océano vasto

miles de nadadores;

miles de cabezas como alfileres

en sus gorros de látex;

ojos deformados por las antiparras

y brazos anfibios

entre el deshielo de los polos.

El planeta azul

gira sobre sí mismo,

rota su esqueleto de dios arbitrario

y el agua

avanza en tsunamis

como un rito arcaico de destrucción.

No te lleves agua

la olla de los pescadores,

sus barcas bíblicas,

el Delta con sus botes despintados

entre los arroyos silenciosos;

no dejes que la belleza abandone

la sutil lentitud,

no te lleves los bajíos impuros,

la playa humedecida donde se deshace

el pensamiento rígido y cede;

no devores

ese límite que suspende

lo uno, lo otro, lo exacto,

esas aguas que débiles

pueden besar

No te lleves

el resplandor de los rayos

sobre el río,

ese espejo del atardecer

donde el mundo se afantasma.

 

 

*FOTO: Paisaje lacustre en las Pampas argentinas/AP.

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