Miradas entre Brasil y México

Ago 6 • Conexiones, destacamos, principales • 5827 Views • No hay comentarios en Miradas entre Brasil y México

POR ABIDA VENTURA

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La fotógrafa brasileña Adriana Zehbrauskas llegó a México hace 12 años. Y desde que puso un pie en la capital, le fascinaron las exóticas historias que escuchaba sobre Tepito, ese barrio que, dice, “es como un microcosmos de la cultura mexicana”.

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Desde su mirada curiosa y extranjera, esta fotoperiodista que comenzó su carrera en medios de São Paulo y se ha dedicado a documentar temas como migración, narcotráfico y derechos humanos en México y Latinoamérica, consiguió adentrarse por dos años en las entrañas del famoso barrio bravo, peligroso como las favelas, pero muy alejado de la marginalidad de los suburbios que le había tocado fotografiar en su país. “Para mí es fascinante. Tepito no es una favela, es un barrio muy activo económicamente; las favelas brasileñas son muy diferentes, hay mucha pobreza, no pasa lo mismo aquí”, considera.

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Su interés por internarse en Tepito fue, en cierto modo, para satisfacer su curiosidad, pero también para conocer de cerca el culto a la Santa Muerte, tema que después formaría parte de uno de sus proyectos más conocidos: Fe, una serie fotográfica que comenzó en Brasil y que continuó en México como parte de su búsqueda para entender “ese proceso de cómo llegar a lo divino y a lo sagrado, a través de las cosas terrenales”.

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“El tema de la religión en Brasil y México es algo que siempre me interesó mucho. Vengo de un país muy católico y con muchas otras religiones; México también es un país con un gran número de católicos, pero un poco diferente de Brasil, allá es más diverso, más abierto. Me interesaba mucho ver esa similitud y cuál es el proceso para llegar a eso”, explica en entrevista.

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Así, mientras en Brasil documentó el culto al padre Cícero, un cura católico nacido a mediados del siglo XIX que es considerado el santo patrono en Juazeiro do Norte, en México capturó el culto a la Santa Muerte, “uno de los cultos más fascinantes que no existe en otro lugar de Latinoamerica”, y la veneración al Niño Fidencio, en el norte de México.

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Este proyecto, que se expuso en Chile, Perú, Brasil, México y fue editado en forma de libro, fue el primero que la colaboradora habitual de The New York Times, BuzzFeed News, Bloomberg y The Washington Post, comenzó por verdadero interés personal, no por assignment. Después vendrían otros proyectos personales, como el que retrata la vida cotidiana de Tepito o el más reciente: Family Matters, una serie todavía en proceso en la que retrata a las familias de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero.

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Este último proyecto, que comenzó como un trabajo de asignación para BuzzFeed News entre 2014 y 2015, nació con la idea de “preservar la memoria de la gente, de utilizar la fotografía como una prueba básica de existencia”. “Trabajando en Guerrero con familiares de los desaparecidos, me di cuenta de que mucha gente no tenía fotos de sus seres queridos. Estaba trabajando en un multimedia y cuando les pedí fotos me dijeron que no tenían o las que tenían estaban en el celular, los habían borrado o perdido con el celular. Todo esto me hizo pensar en esa paradoja de que, en un mundo donde hay muchas imágenes, donde la gente tiene muchas fotos en sus celulares, nadie las imprime. En el caso de estas personas que desaparecieron, no solo desparecieron del futuro, sino también de la memoria de la gente porque no hay fotos de ellos. Entonces, mi proyecto fue hacer retratos de las familias, imprimirlas y regalárselas”, cuenta.

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Desde entonces, Zehbrauskas viaja constantemente a Guerrero para instalarse, como fotógrafa de pueblo, en plena plaza o frente a la iglesia para retratar a familias de desaparecidos. “Llevo siempre una impresora pequeña que funciona con Wi-Fi, les tomo fotos con la cámara o con el celular, las imprimo en el momento y se las regalo. Es una cosa increíble, la verdad. Mucha gente nunca se había tomado un retrato”, expresa.

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Una muestra de esta serie fotográfica se podrá ver a partir de este 9 de agosto, hasta noviembre, en la Galería Malafama (Michoacán 78, colonia Condesa). La exposición también se exhibirá en dos semanas en el Columbia Journalism School, en Nueva York.

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Con su proyecto Family Matters, que también planea realizar en Michoacán, Veracruz y Chihuahua, la fotógrafa fue uno de los tres ganadores de la beca Getty Images Instagram Grant, que la famosa agencia fotográfica estadounidense lanzó por primera vez el año pasado para fotoperiodistas que utilizan la plataforma para documentar la vida de las personas que habitan en comunidades excluidas de la mirada del mundo.

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Zehbrauskas es una fotógrafa documentalista muy activa en Instagram. Desde su cuenta personal o la de Everyday Latinoamérica, que reúne fotografías de la vida cotidiana tomadas con teléfonos móviles por fotógrafos de esta región, documenta diversos aspectos y temas de México, Guatemala, Honduras y otros países de Centroamérica, a donde constantemente viaja para trabajar reportajes o especiales que luego publica en medios como The New York Times, New Yorker, The Guardian. En 2014, su cuenta, @adrianazehbrauskas, fue elegida por la revista Time como una de las 29 que definieron al mundo en ese año.

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Adriana Zehbrauskas se define a sí misma como una fotógrafa documentalista cuyo trabajo se ha desarrollado entre el trabajo del día a día de un fotoperiodista y de los proyectos de largo alcance que busca trabajar por su cuenta. En 2011 fue una de las tres fotógrafas que protagonizan el documental Beyond Assignment, producido por el Knight Center for International Media y la Universidad de Miami, y que registra el trabajo personal de tres fotoperiodistas: Mariella Furrer, en Sudáfrica; Gali Tibbon, en Israel, y ella en México. Este trabajo también tenía como propósito mostrar la vulnerabilidad a la que estas fotógrafas se exponen durante sus asignaciones.

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“Creo que para cualquier fotoperiodista es difícil, para las mujeres quizá un poco más porque nos ven más vulnerables, pero nunca dejé que eso fuera algo que me afectara. Muchas veces pasa lo contrario, tengo más acceso por ser mujer, como que la gente tiene mucho más confianza con las mujeres”, reflexiona.

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Nacida en São Paulo, la fotógrafa que también ha documentado la guerra contra el narcotráfico en Sinaloa, la violencia en Ciudad Juárez, las historias de migrantes centroamericanos en el sur del país, el terremoto de Haití y hasta la epidemia de influenza en México, se traslada hasta Brasil para ofrecernos una reflexión sobre el panorama de la fotografía en ese país sudamericano: “Sebastião Salgado ya es como old school, es esa fotografía documental que todavía existe, que nunca va a dejar de existir porque es la fotografía documental por excelencia, pero hay jóvenes que están surgiendo con otro tipo de visión, una más personal, más moderna. No quiere decir que sea mejor o peor, pero sí diferente, con una nueva propuesta”.

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Una de esas miradas frescas, señala, es Luisa Dorr, una joven fotógrafa que trabaja en el sur de Brasil y se ha dedicado a retratar el fenómeno de las mujeres brasileñas cuya mayor aspiración es ser modelos. “Se dice que en Brasil cualquier niño quiere ser jugador de futbol y las niñas, modelos. Luisa cuestiona un poco esto, la superficialidad de la sociedad brasileña y de cómo se ve a la mujer como objeto”, expresa.

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Sobre Brasil, Zehbrauskas también manifiesta su preocupación por la inestabilidad política y social que se vive actualmente en su país: “Es muy triste. Me parece que es peligroso para la democracia brasileña, me parece que estamos regresando en el tiempo y me da mucha tristeza. No me gustaría decir la palabra golpe, pero sí lo es, principalmente para los brasileños que votamos por un presidente de manera democrática”, expresa.

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Mientras habla del tema, su semblante cambia, y con una voz a punto de quebrarse, añade: “Como brasileña me da mucha tristeza, me gustaría decir que todo saldrá bien y que las Olimpiadas serán todo un éxito, pero me preocupa mucho porque sé que las cosas no están bien. La última cosa que nos preocupa son las Olimpiadas, no es un buen momento, nadie esperaba que esta situación fuera a pasar ahora. Hace cuatro años, la gente pensaba en lo increíble que sería tener un Mundial, las Olimpiadas, era un orgullo para todos los brasileños y lo que está pasando ahora es como un shock”.

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FOTO: Fotografía tomada en Brasil que forma parte de la serie “Fe”, un proyecto que comenzó en aquel país y que continuó en México./Cortesía Adriana Zehbrauskas

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