En los viñedos del pasado

Dic 28 • destacamos, Lecturas, Miradas, principales • 3543 Views • No hay comentarios en En los viñedos del pasado

/

Mónica Lavín es una de las escritoras más relevantes de la literatura mexicana y con la publicación de su nuevo libro, Todo sobre nosotras reconquista la mirada del lector

/

POR ILIANA OLMEDO 

 

¿Qué ocurre cuando tres amigas se reúnen en un pueblo portugués tras décadas de no verse? ¿Qué mantiene vigente el recuerdo? ¿Cómo se construye la identidad y la memoria? ¿Qué hace que la amistad entre personas que llevan más de treinta años alejadas se reviva en un reencuentro tardío? Estas son algunas de las preguntas que Mónica Lavín plantea en su más reciente novela, Todo sobre nosotras (Planeta, 2019), en cuyo título presenta un ambicioso juego de palabras, pues la preposición plantea tanto explicar todo acerca de estas mujeres, como echarles encima ese todo. Nuria y Carla visitan en Portugal a su amiga Alejandra, que vive en el exilio voluntario, para festejar su cumpleaños sesenta bajo la sombra de la ausencia, ya que a esta celebración también asistirá Inés, la hija de Renata, el cuarto vértice faltante, que murió el 19 de septiembre de 1985. Justo el día en que celebraría su cumpleaños treinta. Conforme avanza el relato, se va desenmarañando el pasado de estas mujeres y sus muy particulares formas de ser y relacionarse. Esta reunión es mero pretexto para retar a la memoria y provocar el regreso a un pasado que se quisiera enterrado, como los escombros del edificio donde Renata murió. Las protagonistas intentan acallar su necesidad de ayer con el mundanal ruido, paseos, bailes y manjares, “como si el pasado fuera una tarea abandonable”, y que se retoma al gusto y satisfacción de la persona. Pronto descubrirán las trampas que contiene el recuerdo y que este viaje al pasado suele ser poco placentero. A pesar de que constantemente intentan reprimir el dolor, la náusea y el vértigo del paso del tiempo, la memoria las lleva al lugar donde deben enfrentar quiénes llegaron a ser. No han alcanzado aún al final de sus vidas, pero tampoco pueden empezar los descubrimientos porque el amor, la muerte, los celos, la lealtad y el sexo ya tienen una definición y sustancia para cada una. Eso que llamamos experiencia y madurez.

 

Regresar al pasado también significa echar de menos a las personas que fuimos y a las que entonces amamos. Por eso el opuesto de echar de menos es echar raíces y Alejandra, en su exilio, lo sabe muy bien. La amiga que se alejó por voluntad de su familia para emprender el futuro en Portugal, escucha el sordo rumor de la nostalgia y padece su transtierro. Es, como ella misma confirma, un olivo más. Porque estas mujeres renuncian a las posibles versiones de sí mismas al aceptar otras y en la edad madura constatan el peso de sus decisiones de juventud. Cada una de las protagonistas perfila su carácter, una personalidad ya hecha y lograda a punta de decepciones y ambiciones durante sesenta años. La pasión de la autónoma Carla por las manos, viva en los destellos de su deseo. La felicidad recién descubierta de la panadera, antes socióloga, Nuria, ante el nacimiento de su nieta Carmen. Las extravagancias de la actriz Renata y la soledad siempre al borde del colapso de Alejandra. Así, Lavín realiza también una celebración de la amistad, esa familia por elección. Y muestra sin tapujos el derecho (que ha sido tan vedado) a ser una mujer madura, completa y plena, que posee un cuerpo con deseos, miedos, antojos y esperanzas. Ante el imparable transcurrir del tiempo, estas mujeres optan por vivir. Aceptarse en sus deficiencias y pesadumbres. Siguen creciendo. Esta novela es también una reflexión sobre la madurez y cómo encararla con valentía y sin azoro. Porque, como bien declara Nuria: “Ahora no tengo insomnios, puedo dormir sola o acompañada, también disfruto estar conmigo. No necesito demostrar nada. La juventud está idealizada”. Se trata de envejecer con la conciencia del tiempo y de sí mismo, de ser deseada y con deseos, “el deseo no se apaga con los años”.

 

Estas abuelas, al estilo de las de Doris Lessing, revelan nuevas versiones de mujeres, no aspiran a las pantuflas, el cabello blanco y los lentes de fondo de botella, sino a mantener su calidad de personas, no de entes deteriorados y dedicados al cuidado ajeno. “Las abuelas no son de tiempo completo”. Esta perspectiva cuestiona la mirada tradicional de la maternidad y la presenta como una decisión gozosa y también como un acto creativo y de auténtica creación. “Un hijo vive en el cuerpo de su madre, la multiplica y la implica”, piensa Nuria al evocar su aborto de juventud. Ser madre aparece como una de muchas alternativas en la historia múltiple de una mujer, no como su definición y destino. De hecho, Alejandra no tuvo hijos.

 

Es sabida y reconocida la pericia de Mónica Lavín como cuentista, cuyo rigor y experiencia en la narrativa breve deja atónito al lector más exigente. De igual manera, en esta novela, Lavín vuelve a desplegar su destreza como narradora, novelista capaz de crear textos corales y complejos, como en su ambiciosa Cuando te hablen de amor (2017. Finalista de la Bienal Mario Vargas Llosa 2019), en la que un mosaico de personajes conspira para elaborar la trama, revela y esconde para sostener la tensión narrativa y atrapar a los lectores y cuyo tema es el amor, el matrimonio y las bodas, vertientes y al mismo tiempo núcleo de la familia. Del mismo modo, las amigas en su viaje a la Quinta Renata reflexionan sobre lo dicho y lo oculto o aquello que tiene “un eco de piedras, de algo no dicho a tiempo” y, cada una a su manera, aprende a gestionar los secretos del pasado, a ejercitarse en le imposible arte de “mirar atrás del rencor”. En la novela de Lavín no hay sorpresas, Inés, como bebé sobreviviente del sismo, fue adoptada y en el presente reclama a las tres amigas un pasado que no fue, porque el pasado es una piedra, y Lavín lo dice con claridad, una piedra que aplasta y destruye.

 

En Todo sobre nosotras, Lavín forja un ejercicio narrativo de alto voltaje y calidad, muy rico y certero en perspectivas y reflexiones, que representa uno de los ejemplos más logrados de lo que las escritoras mexicanas hacen y son capaces de hacer.

 

FOTO: Todo sobre nosotras, Mónica Lavín, Editorial Planeta, México; 2019, 200 pp. / Especial

« »