Bob, Ok, un cuento de la escritora Liudmila Petrushévskaia

Nov 13 • destacamos, Ficciones, principales • 6912 Views • No hay comentarios en Bob, Ok, un cuento de la escritora Liudmila Petrushévskaia

 

Este cuento pertenece a la antología Chiórnaia bábochka (Mariposa negra), de la autora Liudmila Petrushevskaya, publicado en 2008, y es una continuación del clásico dostoievskiano “Bobok”. Agradecemos la traducción directa del ruso de María del Mar Gámiz 

 

POR LIUDMILA PETRUSHÉVSKAIA

 

Bob

 

Perdone, disculpe, ¿cómo se llega a la ciudad A?

 

Ok

 

Aquí no hay camino, señor, aquí es el final del trayecto.

 

Bob

 

¿Y entonces qué hago, debo regresar?

 

Ok

 

Aquí es el final del trayecto.

 

Bob

 

Entiendo que aquí es el final del trayecto. Pero necesito regresar.

 

Ok

 

El final, final del trayecto.

 

Bob

 

¿Hay que ir a la estación, cierto?

 

Ok

 

Ay. ¿La estación? Pero aquí no hay estación. Nosotros no tenemos estación.

 

Bob

 

¿Y entonces yo cómo llegué? Porque sí llegamos, ¿no?

 

Ok

 

Sala de llegadas hay. Sí.

 

Bob

 

¿Y de salidas?

 

Ok

 

En eso ya no puedo ayudarle de ningún modo.

 

Bob

 

Pero el tren, ¿el tren sí parte de regreso? De la estación.

 

Ok

 

No sé, no lo hemos visto.

 

Bob

 

¿Pero es que el tren se queda aquí para siempre? Entonces esto sería un cementerio de trenes, ja.

 

Ok

 

No sé nada sobre eso. ¿Un cementerio? Puede ser.

 

Bob

 

¡Hay que ver! El tren arriba y se acabó. ¡Eso no puede ser! ¿Y qué pasa con el maquinista, con el jefe de tren? Ellos necesitan regresar, ¡cobran un sueldo! ¡Sus familias los esperan!

 

Ok

 

¿Sus familias?

 

Bob

 

Pues sí, sus parientes.

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

¿Debo, probablemente, dirigirme a la oficina de información? ¿En dónde está la caseta?

 

Ok

 

No, aquí no hay nada semejante. ¿Oficina de información?

 

Bob

 

No sabes nada. Pues ¿cuántos tienes?

 

Ok

 

¿Cuántos qué?

 

Bob

 

Que cuántos años tienes.

 

Ok

 

Ahí debe estar escrito.

 

Bob

 

¿Dónde?

 

Ok

 

Ahí. Junto a usted. Al ladito.

 

Bob

 

No veo nada. ¿Dónde?

 

Ok

 

Ahí, ahí.

 

Bob

 

¿Pero qué dices? Una tontería. ¿Ahí? ¿Dónde ahí? ¿Cuántos años tienes?

 

Ok

 

Pues debe estar escrito. Mire. Ahí hay dos fechas.

 

Bob

 

¿Y en cuál de las dos me fijo?

 

Ok

 

Es simple. No hay que fijarse sólo en una. Hay que hacer la resta. El resultado será mi edad. Ahí está el menos, pero al revés. El primero de la última.

 

Bob

 

No entiendo. Siento algo en la cabeza. ¿Cuántos tienes por fin? Nada más dilo.

 

Ok

 

Ahora tengo ciento setenta y cinco años.

 

Bob

 

Mientes. ¡Qué risa! Una locura. Nunca lo hubiera dicho. Nunca. ¡Cómo crees! Das completamente otra impresión.

 

Ok

 

Pues es la edad que tengo ahora. Antes era diferente, hay que verlo en la resta.

 

Bob

 

¿Sabe? Esto simplemente no me entra en la cabeza. No entiendo absolutamente nada. ¡Usted tiene ciento setenta y cinco años! ¡En la ciudad no hay camino de regreso! ¡Pero cualquier camino debe ser bidireccional! ¡El tren que acaba de llegar no parte de regreso! ¿En dónde está la lógica? ¿Tiene?

 

Ok

 

La tiene, la tiene.

 

Bob

 

¿Un tren entero se quedó aquí? Pero si el personal de servicio tiene parientes allá, ¡los esperan!

 

Ok

 

Le aseguro que no los esperan. Y a usted tampoco lo esperan.

 

Bob

 

¿A mí? Pero si yo me dispongo a partir precisamente porque me esperan, tanto el trabajo como la familia. En la ciudad A., amigos.

 

Ok

 

Lo esperan, pero sólo aquellos que no saben nada de usted.

 

Bob

 

Qué frase más extraña. ¿Habla con adivinanzas? ¿Quienes no saben nada de mí son los que me esperan?

 

Ok

 

Precisamente, su clemente majestad.

 

Bob

 

¿Qué lógica tiene esto?

 

Ok

 

La tiene, la tiene.

 

Bob

 

¿Entonces quienes sí saben de mí no me esperan?

 

Ok

 

No, no lo esperan.

 

Bob

 

¿Pero por qué?

 

Ok

 

La lógica, como usted dice, es así. Ellos saben y no lo esperan, su clemente majestad, mi señor.

 

Bob

 

¿Qué saben? ¿Por qué dices estas cosas?

 

Ok

 

Eso lo saben ellos y sólo ellos.

 

Bob

 

Una locura.

 

Ok

 

Es lo que dicen.

 

Bob

 

¿Y usted de dónde sabe todo?

 

Ok

 

Usted me pregunta, yo respondo.

 

Bob

 

Pero usted, ¿usted sabe?

 

Ok

 

Yo no sé nada.

 

Bob

 

Pero usted me acaba de decir que no hay camino para salir de aquí. Que los trenes no regresan. Que no me esperan.

 

Ok

 

Yo eso no lo sé.

 

Bob

 

¡Vea! ¡Vuela un avión! ¿Él sí regresará?

 

Ok

 

No lo sé. ¿Un avión?

 

Bob

 

Está aterrizando, mire. Eso significa que aquí hay un aeródromo.

 

Ok

 

Y bien, aterriza. ¿Qué? ¿Un aeródromo?

 

Bob

 

¡Dios mío! ¡Una explosión! ¿Qué pasó, un accidente?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

¡Hay que correr para allá!

 

Ok

 

¿Para dónde?

 

Bob

 

Al aeródromo. ¿Quizá necesiten ayuda?

 

Ok

 

Aquí no hay eso. No hay eso que usted mencionó.

 

Bob

 

¿Cómo? Sí aterrizó el avión, ¿no? ¡Siempre aterrizan en los aeródromos!

 

Ok

 

No, no siempre.

 

Bob

 

La cabeza me da vueltas. ¿A quién puedo dirigirme? No hay oficina de información. Necesito irme de aquí como sea. ¡Hasta caminando!

 

Ok

 

No hay camino.

 

Bob

 

Sin camino, saldré a algún lugar. Al bosque, al campo.

 

Ok

 

No hay ni bosque ni campo.

 

Bob

 

¿En dónde estoy?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

¿Y usted?

 

Ok

 

Yo estoy aquí.

 

Bob

 

¿Y hay alguien más aquí? ¿Una ciudad, una calle, casas? ¿Dónde está la gente? ¿La población?

 

Ok

 

Soy yo.

 

Bob

 

¿Y su casa dónde está?

 

Ok

 

Aquí.

 

Bob

 

¿Su cocina, su baño dónde están?

 

Ok

 

¿El baño? Todo está donde estoy yo.

 

Bob

 

¿Y yo dónde viviré?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

Suficiente. Me voy. Iré adonde me lleve la mirada. Buscaré a alguien que no esté tan chiflado. Adiós.

 

Ok

 

¿Qué?

 

Bob

 

Digo que adiós.

 

Ok

 

No entiendo, ¿qué significa “adiós”?

 

Bob

 

Me despido. Me voy para siempre.

 

Ok

 

Hasta nunca, hasta la vista. Pero esto no se puede, su clemente majestad.

 

Bob

 

¿Qué no se puede? ¿Irse?

 

Ok

 

Sí, eso no se puede.

 

Bob

 

Y si doy un paso ahora mismo…

 

Ok

 

Delo.

 

Bob

 

Entonces, ¿debo quedarme parado aquí?

 

Ok

 

Digámoslo así: debe quedarse.

 

Bob

 

¿Debo quedarme aquí?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

¿Usted tampoco se puede alejar?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

¿Y lleva aquí ciento setenta y cinco años?

 

Ok

 

Menos, ciento setenta.

 

Bob

 

¡Ajá! Otra vez no hay lógica. ¿Usted tiene ciento setenta y cinco años y ha estado aquí ciento setenta? ¿Quiere decir que cuando usted cayó aquí tenía cinco años?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

¿Y con quién ha platicado aquí antes de mí?

 

Ok

 

Con millones.

 

Bob

 

¿Y dónde están todos ellos? ¿En dónde se metieron?

 

Ok

 

Aquí, aquí.

 

Bob

 

¿Y por qué yo no los veo? ¿Por qué no veo millones? ¿Estoy loco?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

¿Pero usted sí los ve, loco?

 

Ok

 

Sí.

 

Bob

 

¿Es que ellos no son visibles para todos o qué? ¿Está usted loco?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

Usted puede verlos, pero yo no. Se trata del delirio de un loco. Avancemos. Cuando usted apareció aquí, ¿podía verlos?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

Pero ahora sí los ve. Y esto es una locura. Yo no veo a nadie aquí.

 

Ok

 

Sí.

 

Bob

 

¿Y ustedes qué? ¿Platican?

 

Ok

 

Sí.

 

Bob

 

Esto sí que es interesante. ¿Qué le cuentan?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

¿Cómo es posible? ¿Hablan de manera incomprensible?

 

Ok

 

Sí, un poco incomprensiblemente.

 

Bob

 

Pero ¿usted puede decirles algo?

 

Ok

 

No lo sé.

 

Bob

 

Inténtelo. Pregúnteles…

 

Ok

 

¿Qué?

 

Bob

 

Pregúnteles…

 

Ok

 

Bien, señor.

 

Bob

 

No, no es necesario.

 

Ok

 

¿Por qué?

 

Bob

 

Porque su respuesta puede arruinar todo.

 

Ok

 

¿Por qué?

 

Bob

 

Nos quitará la esperanza.

 

Ok

 

¿Y cuál era su pregunta?

 

Bob

 

Era la última pregunta. ¿Comprende?

 

Ok

 

No.

 

Bob

 

La última. La que tiene una sola respuesta.

 

Ok

 

Y yo me sé una sola respuesta: “no lo sé”

 

Bob

 

Yo creo que esta respuesta puede sonar como “sí”.

 

Ok

 

Entonces pregunte usted de tal forma que le respondan “no”.

 

Bob

 

Sí, puedo preguntar así. Pero, en esencia, recibiré exactamente el mismo resultado.

 

Ok

 

Yo me sé una sola respuesta, “no lo sé”.

 

Traducción de María del Mar Gámiz

 

Crédito de foto: Dante de la Vega

« »