La tragedia de Julio César, montaje contemporáneo sobre los usos del poder
POR JUAN HERNÁNDEZ
La tragedia de Julio César, dirigida por Claudia Ríos -estrenada en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque el 31 de mayo- es una puesta en escena contemporánea que permite apreciar en toda su potencia una de las tragedias más importantes del dramaturgo inglés William Shakespeare.
La traducción y adaptación de la obra, a cargo de Alfredo Michel Modenessi, permite apreciar la belleza poética del lenguaje que, dicho con maestría por la pléyade de actores de primer nivel, se trasmite de manera eficaz.
El montaje es afortunado en su factura gracias a la confluencia de cómplices de talento y experiencia en el arte teatral, entre quienes está Matías Gorlero, realizador de la escenografía y la iluminación.
La propuesta de Gorlero apuesta a la sobriedad y el poder simbólico de lo abstracto. Construye para la escena un universo pleno de valores plásticos, por medio del cual impulsa la metáfora que sobre el poder se ofrece en esta puesta en escena.
No menos importante es el diseño del vestuario de Mario Marín del Río, que nos presenta a personajes más cercanos a los políticos de nuestro tiempo y a las oligarquías de las dictaduras latinoamericanas de los años 60 que a los senadores de la época de los césares romanos.
Tanto el diseño escenográfico y lumínico, como el de vestuario, se comprometen con la intención de la directora Claudia Ríos de hacer una puesta en escena cercana a la sensibilidad del público de la actualidad, manteniendo los valores literarios fundamentales del texto shakespeariano.
A estos aciertos creativos se suma la elección de un elenco de primeros actores, compuesto por Hernán Mendoza, Itatí Cantoral, Mauricio García Lozano, Aurora Gil, Humberto Solórzano, Eugenio Cobo, Arturo Reyes, Edgar Parra, Alejandro Velis, Miguel Ángel López, Alberto Eliseo, Luis Arturo García, Juan de la Loza, Santiago Ulloa, Manuel Cruz Vivas y Santiago Luna.
Los intérpretes consiguen una sinergia que hace brillar la solidez del texto y, a través de la acción certera, desmenuzan minuciosamente la vulnerabilidad de la condición humana frente al poder.
La obra cuenta la historia de la conspiración y el asesinato del emperador romano Julio César a manos de los senadores y, en particular, de Bruto, uno de sus amigos más fieles. La envidia y el odio de Casio hacia Julio César contrasta con el dilema moral de Bruto, quien accede a participar en el atentado sólo cuando es convencido de que la muerte del soberano es lo mejor para Roma.
El texto de Shakespeare sobrevive al paso del tiempo pues revela asuntos esenciales de la condición humana, como la vulnerabilidad del hombre ante las seducciones del poder, la envidia y la traición. Elementos de una trama que se repite una y otra vez en toda la historia de la humanidad.
*La tragedia de Julio César, de William Shakespeare, dirigida por Claudia Ríos, con la traducción y adaptación de Alfredo Michel Modenessi, se presenta en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (atrás del Auditorio Nacional), jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas.
FOTOGRAFÍA: Ensayo general de la obra Julio César, en el Teatro Julio Castillo/Marco Antonio Valdez/EL UNIVERSAL.