Las elecciones

Abr 26 • Ficciones • 2367 Views • No hay comentarios en Las elecciones

 

Eugenio Partida

 

La otra vez hubo un movimiento para anular el voto en protesta porque decían que las elecciones estaban amañadas y que se cometían fraudes en cada elección. A mí me tenían cansada harta de tantos comerciales porque de un tiempo para acá todo el día en radio y televisión comerciales de la política los logros del senado los partidos una y otra vez cada minuto. Yo también, le dije. Se movilizaron al día siguiente de las elecciones porque antes de que acabaran de contar los votos ya habían declarado ganador. Me dijo en la lavandería ese señor. ¿De veras crees en la democracia? Europa creció con monarquías. No es que las portadas del periódico estuvieran ya impresas es que los periódicos imprimen las portadas de ganador con los contendientes que tienen más posibilidades de ganar. A la una de la mañana, cuando todavía no acabábamos de contar los votos en la casilla que a mí me tocó, ya estaba declarado el ganador. ¿Por fuerza tienes que votar por alguno aunque no te guste? La democracia es un sueño, una entelequia, una forma de alineación, me dijo. ¿Para qué fui a votar si finalmente mi voto no fue contado? Es que no nada más son ustedes, nosotros votamos por el que ganó. ¿Entonces? Ya resígnense, perdedores. ¿Acaso nuestros votos no cuentan? Hubo fraude. Todos hacen fraude, todos los partidos compran votos. Esto es así. Nosotros votamos por el que ganó. Busqué noticias en televisión pero no salió nada. ¿Eso no te dice algo? En las redes sociales encontré un video en silencio. Eso era lo más impresionante. No había sonido. Nos fuimos a celebrar a la Minerva. Aparecen en un paisaje urbano de cemento, salen de un lugar y de otro por los cuatro puntos cardinales y se va formando una multitud, un río de gente bajo un puente que corre de norte a sur y parece un molusco que se mueve durante un largo rato y luego desaparece en silencio en el video como un ejército desordenado. En realidad parece como si no saben qué hacer. Eso no se vio en la tele ni en los periódicos ni se dijo nada en el radio. Debe ser el distrito federal. Como gente perdida. Como fantasmas. Nosotros levantamos las banderas y repartimos propaganda con máscaras de luchadores y nuestras camisas rojas que nos dieron. Estos dan algo, los otros no dan nada. Nos ofrecieron trabajo. Mi hermana se enojó porque ellos andaban con el otro partido. Le habían ofrecido trabajo a mi sobrino. Iban en una camioneta y llevaban cartones con boletas para votar. Nos amenazaron con matarnos. Los grabamos con los celulares y los subimos a la red. Eran unos pitufos y los correteamos y les quemamos su propaganda y corrieron. Eran prioles agresivos. Nacos. No nos dejaban entrar a grabar el recuento de votos y hablé con mi papá. Me pidieron mi credencial para votar. Estás en tu derecho hija. Me dijeron que me iban a dar más. Yo voté por ellos. Los otros no te dan nada. Salimos a protestar. Nos prometieron y nunca nos pagaron. Grabamos desde una ventana con un celular. Era un convoy de narcos que llegaron con ak 47s y cerraron la calle y llegaron hombres de negro con maletines y se metieron ahí donde habían estado llevando gente. De escasos recursos. A nosotros nos dio miedo. Te dicen que escojas entre una opción y otra. ¿Qué pasa si no te gusta ningún candidato? No votas ¿O qué? Tenía algo que me gustaba y lo veía en la tienda de la esquina o en el parque y mi novio me decía si fuera tan inteligente no viviría aquí, viviría en una colonia rica. El dinero no lo es todo, le decía yo. Mi novio anduvo en las marchas. A esa gente no le importa el dinero. ¿Qué se van a sacar? Preguntó mi jefe, sonriendo, con una sonrisa amarga y congelada. Son artistas. ¿Qué se van a sacar? No se van a sacar nada. Decía, molesto. Y mi novio: se creen tan listos que creen que no hacer nada es mejor que hacer algo. A los artistas no les importa el dinero ¿Y por qué voy a hacer algo si ganó por el que yo voté? Es que están ciegos. No quieren ver la realidad. No saben perder. Y renuncié. Yo no sé por qué se enoja de que los otros hagan algo. Es su impotencia, lo frustra, me dijo mi novio. Votó así porque si no lo corrían de su puesto. Esa es la verdad. Fui a una junta de esas. Lo que queremos es que haya paz. ¿Si ya conocían las reglas del juego por qué aceptaron jugar? Eso es todo. Él no puede hacer nada. Esa gente solo quiere tener trabajo, ganar su dinerito, divertirse, no les interesa la política. Está viejo. Su cuerpo parece todavía fuerte, pero su piel está avejentada, arrugada. Y me mira con deseo. Yo tengo que tomar varios camiones para llegar de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa y llego muy cansado. Con la tele sí te relajas. Hay gente que tiene miedo. Eso es una dictadura. Tener miedo. O que te digan que todo se lo debes a alguien. No por tus derechos. Que te corran del empleo o te hagan algo en venganza. La tele te idiotiza. A poco creen que tengo tiempo de leer y de soñar. Hazte responsable de tus obligaciones como ciudadano. Con la tele uno descansa. Trabajar y sacar para comer y divertirte un poquito y estar con la familia, eso es todo. Apaga la tele. Es un país siniestro. Se puede volver contra ti. Tú no vales nada. Es un país moderno. Es la dictadura perfecta. Debemos dejar un país mejor que el que recibimos. Es tan grande que nunca se lo han podido acabar. Camionetas negras. Hombres armados. Un autobús urbano con un chofer tatuado con la santa muerte tocando narco-corridos a todo volumen. Mariachis acechan a automovilistas buscando clientes. Cobro de piso. Ríos. Montañas. Playas. Riscos. Peñascos. La costa. El cabello negro, muy negro, un hermoso cuerpo, tienes, muchacha. Esa mezcla de razas exótica que solo aquí existe. Vamos a poner un negocio entre los dos, le dije, mi novio y yo. Vi morir a mi mamá en el hospital. Se hubiera puesto triste mi mamá con lo que está pasando, señor. Hubo un sentimiento de derrota, de dolor, de tristeza, en muchos por el regreso del partido. Corrimos con las banderas, los silbatos, los paraguas, los paquetes de despensa, todo lo que nos dieron. Pero si nunca se fue. Yo voté por el partido porque siempre hemos votado así. Son los ciclos de la vida, le dije. La 38 súper tiene mayor poder de blanco, sale con mayor velocidad y energía de la boca. Las sociedades también tienen edad. La 9 milímetros tiene mayor capacidad de penetración, menos patada y por tanto más tiros consecutivos. Es un país adolescente. El líder popular se convierte en cacique en el momento en que comienza a beneficiarse y acumula capital, me dijo. Cedimos el poder al estado para ya no matarnos entre nosotros. No tenemos memoria. ¿De quién te acuerdas? Y aunque la tuviéramos. Fuera del estado: la guerra, la pobreza la maldad, la ignorancia, la barbarie. Dentro del estado: la razón, la paz, la seguridad, la riqueza, la sociedad, las ciencias, la buena voluntad. Te dan tu identidad. Tu acta de nacimiento. Nombre propio. No. Las cosas son al revés ahora, te desaparecen. ¿De qué te sirve tener un documento de identidad? En el patio de un hotel de la calzada vi a niños dormidos en cajas de jabón Zote. Prostitutas de la calzada esperaban de día a sus clientes. Y afuera, en sus coches, los padrotes. Un sitio privilegiado. Fuiste injusto con los demás países, Dios, les diste todo. Sí, pero ahí voy a poner a los mexicanos. No le hizo gracia el chiste. Quiere contigo el viejo, me dijo, celoso. Me imagino lo que pensarás: está amargado. No creo, es un señor respetable, es escritor. Ya te dije, eso es lo que quiere. Me enseñó sus libros, es él, él los escribió. Si quieren cambiar al sistema háganlo dentro del sistema. Una chica de 22 años fue sacada de su casa, llevada a un paraje y ejecutada con dos tiros en la cabeza. Somos los seres más compasivos y más sanguinarios del planeta. Le encajaron un cuchillo en la espalda con una nota: “esto le pasa por creerse fresa”. Una mezcla extraña. Necesito a alguien inteligente, me dijo, para este trabajo, como tú. La compasión es una herramienta de dominación. ¿Y cuanto te va a pagar? Y el halago también. Mi novio está con ellos. Si no me estoy casando con él. Me dice que es un trabajo de secretaria. Tu cuerpo, es lo que quiere. Habla de corporativismo y corrupción. Es duro tener conciencia. Decomisaron granadas de fragmentación, fusiles de asalto, equipo táctico, uniformes clonados. Entonces descubres de pronto que te acechan la enfermedad y la muerte. El sueño de la democracia es de hombres justos, en la práctica, es asunto de viles trepadores sociales, muchacha. Conforme pasan los años aparecen los plazos y las sentencias. El poder no lo puede tener cualquiera porque se convierte en cualquier cosa. En un paraje descubrieron cuerpos maniatados y torturados. Aparecen síntomas de enfermedades aquí y allá. El joven fue levantado frente a la biblioteca Octavio Paz. Aún tu cuerpo no es un mapa, muchacha, pero la amenaza siempre está ahí, desde que naces. Entonces la verdad descarnada se revela. Si me lo mataron díganme donde está su cuerpo, nada más quiero enterrarlo en santa sepultura, a mi hijo, sólo eso quiero saber. Fue uno de los días más sangrientos. En la sociedad de masas, las masas gobiernan, me dijo. Sesenta y siete ejecutados y varios desaparecidos en la jornada más violenta. Dale poder a un ignorante y tendrás a un codicioso. Succionamos la teta mirando el rostro de nuestra madre. Mamíferos sentimentales llenos de apegos, pero en realidad predadores, sanguinarios. Indígenas con tenis nike venden papas fritas en canastas. Parece un futuro tan lejano como de ciencia ficción. Al mismo tiempo que estamos incorporándonos al mundo virtual estamos hundiéndonos en la barbarie más oscura. Cuando vieron a los inspectores las Marías huyeron corriendo con sus tenis nike y sus vestimentas indígenas y sus canastas de papas fritas. Un día aparecen las primeras insinuaciones en tu sistema nervioso. Fuimos a repartir volantes contra el fraude a la caseta de cobro, ¿por qué cobran por circular por tu propio país? Si pueden levanten las plumas. No caigan en provocaciones. Nos dijeron. Cambiar para que todo siga igual. Ya lo verás. Demostraremos nuestra fuerza. Bola de acarreados. Están matando a mucha gente inocente. El cambio está en uno. Te envidio. Tu juventud, y la de él. Tu ingenuidad. Uno va perdiéndolo todo. No tomes partido. El Gatopardo. Los niños gritando en la plaza al caer la tarde. No te tomes la molestia. Las palomas volando. Terminarás sirviendo sin saber a alguien que ni te imaginas. ¿Usted no cree en la justicia entonces? Antes creía en el arte. ¿Qué tipo de arte? Nunca tendrás ningún poder. Te dejarán gritar, quebrar una lámpara de la calle, nada más. Quiero estudiar letras, le dije. A menos que termines siendo como ellos, que seas uno de ellos. ¿Entonces usted no cree en nada? No estudies eso, te morirás de hambre. ¿Por qué ya no cree en el arte? ¿Tiene sentido creer en algo? ¿Qué? ¿Qué es lo que trata de decirme? ¿Qué?

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