Always: en busca del impulso visual
POR JUAN HERNÁNDEZ
La búsqueda artística de Gabriela Medina, bailarina y coreógrafa, es una de las más arriesgadas en la escena dancística mexicana. La creadora dedica periodos largos a la experimentación, con el objetivo de encontrar el impulso que dé sustento al discurso, la estructura y la estética de sus propuestas escénicas.
Recientemente estrenó Always, en el Black Box del Centro Nacional de las Artes, en la ciudad de México. Llama la atención, de inmediato, la propuesta visual; el cambio de perspectiva, en el que el espectador se localiza dentro del espacio y no fuera de él, inmerso en una atmósfera de intimidad profunda.
Medina no va sola. Desde hace 20 años hace mancuerna artística con Mario Villa, artista visual, quien se encarga de la dirección de arte de las obras de la compañía La Manga Video y Danza, que ambos creadores dirigen.
El concepto visual que arropa a la bailarina en escena es propuesta de Villa, quien echa mano de toda su capacidad para elaborar lenguaje desde la arquitectura sonora y lumínica, con lo cual busca, junto con la coreógrafa, una amplitud imaginaria, a partir de la estimulación de todos los sentidos.
Always es una obra esencial. Explora en lugares recónditos de la naturaleza humana. El punto de partida es un hecho cotidiano, al que no se le da su real importancia por ser una función que realizamos, orgánicamente, desde el momento de ver el mundo: la respiración.
Desde aquella función vital, la bailarina emprende un viaje por el espacio interior. Recorrido que no está a la vista, porque ocurre en los músculos, los nervios, las venas y las células del cuerpo en movimiento. Un trabajo, en ese sentido, arriesgado, porque la intención es desvelar el misterio de la vida en su potencia y fragilidad, al mismo tiempo.
La bailarina hace un viaje al origen. Al momento del nacimiento. Al instante de la primera respiración. Es el cuerpo primigenio que no sólo se une al cosmos, sino que le da sentido a través de su aliento.
Hay en Always una intención de expresar lo esencial de la organicidad como existencia, más allá de la razón y de la emoción. Es la existencia sin adjetivos. Estar en el aquí y el ahora. La potencia del instante.
El quehacer dancístico de La Manga Danza y Video tiene una coherencia estética. Desde hace dos décadas se ha manifestado como una compañía que experimenta y no hace obra si esta no nace de una auténtica necesidad de expresión.
La estética de la agrupación es reconocible y no por eso deja de sorprender con sus trabajos. Si bien hay un estilo que permanece en cada una de sus piezas, las exploraciones siempre son distintas y la potencia de sus obras se sustenta en estudios profundos.
Gabriela Medina hace a un lado los lugares comunes de los códigos de movimiento prevalecientes en la danza contemporánea. El entrenamiento y la técnica son en ella un medio para construir un lenguaje particular y propio de cada obra. De ahí que su cuerpo sea el eje rector de la propuesta artística.
En Always el movimiento va ligado a la respiración. Es desde ese acto vital que el cuerpo de la intérprete se manifiesta, ajena al mundo material y atenta a su organicidad como expresión de vida.
La bailarina se sube en una mesa circular, colocada en el centro del espacio escénico y, desde ahí, realiza su exploración radical. Una mesa que deja de ser lo que es objetualmente, para convertirse en términos simbólicos en el contenedor de una concepción específica de la existencia.
En esta pieza la premisa es: respiro luego existo. Luego formo parte de un universo que está ahí, latente, y en el que los avatares de la vida humana ordinaria parecen no tener ninguna importancia cósmica.
El imaginario sonoro creado por Mario Villa resuena en las entrañas, viste el espacio, se yuxtapone al ritmo del cuerpo danzante, en una operación exacta, diríamos matemática. Lo que ahí ocurre, en esencia, es ni más ni menos que la manifestación de la vida.
Always es una propuesta escénica que no requiere de parafernalia espectacular. Es una obra que, en su desarrollo, se agiganta. La intérprete, de menuda figura, es una máquina poderosa, generadora de una energía que contagia y se apodera del espacio.
De pronto, sin saber cómo, la expresión de la existencia esencial, divina, se sintetiza en ese viaje por el espacio interior que realiza Medina. Se trata de un trayecto por el cosmos que, en su constitución orgánica, es contenido en el cuerpo humano, y se manifiesta a través de una acción cotidiana y suprema: la respiración.
Always, dirección coreográfica e interpretación de Gabriela Medina (miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte/Fonca), dirección de arte y paisaje sonoro de Mario Villa y diseño de vestuario de Miguel Mancillas, se escenifica en el Black Box del Centro Nacional de las Artes (Churubusco y Tlalpan, México, D. F.), este domingo, a las 18 horas.
* Fotografía: La dirección artística de la coreografía Always está a cargo del artista plástico Mario Villa / Cortesía La Manga Video y Danza