Neil Armstrong y Buzz Aldrin: choque de egos en el Apolo 11
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Dos novedades editoriales relatan las experiencias de los tripulantes de misiones espaciales de Estados Unidos y otros países, quienes describen el día a día en la vida de un astronauta y cómo estos viajes les cambiaron la percepción que tienen sobre la Tierra
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POR DIEGO QUIÑONES
El 20 de julio de 1969, al bajar del Apolo 11, Neil Armstrong describió este paisaje lunar: “posee una belleza austera. Me recuerda al desierto de Estados Unidos. Es distinto, pero bastante bonito”. A su izquierda había una llanura repleta de cráteres y pequeñas crestas, con una montaña de casi mil 500 metros que se divisaba enfrente de la nave espacial. Ese día, la NASA hacía historia al realizar el primer alunizaje dentro del proyecto Apolo, que consistió en seis viajes tripulados entre 1969 y 1972, y en el que participaron 12 astronautas.
Meses atrás, antes del lanzamiento del Apolo 11, un reportero preguntó a los astronautas: “¿quién de ustedes será el primero en pisar la superficie de la Luna?” En ese momento las apuestas favorecían a su compañero Buzz Aldrin, quien ante el repentino cambio de planes expresó su molestia por la incertidumbre y rumores creados por la tardada elección del primer hombre que pisaría la Luna.
Mientras la principal preocupación de Armstrong -comandante de la misión- era el alunizaje, pues la superficie de este satélite está lleno de grietas y obstáculos, Aldrin hacía lo que estaba a su alcance para ser elegido el primer hombre en pisar la Luna. Uno de los pilotos del proyecto Apolo, Gene Cernan cuenta que en una charla informal éste le dio estadísticas y argumentos, en opinión de Cernan ridículos, de por qué debía ser el primero en bajar por la escalera de la nave espacial: “desde que supo que el Apolo 11 acometería el primer alunizaje, Buzz había hecho ese peculiar esfuerzo por entrar en los libros de historia y en todo momento se topó con miradas de ira e insultos mascullados por los demás astronautas”.
Este episodio en la historia de la carrera espacial es narrado en El primer hombre: La vida de Neil A. Armstrong (Debate, 2019) de James R. Hansen, que se basa en más de 50 horas de grabaciones privadas del astronauta, en la que abundan historias como ésta, marcada por el choque de egos, antes, durante y después de la histórica misión espacial.
Con el evidente sesgo personal de toda biografía, Hansen refiere que en una llamada que Buzz tuvo con su padre -de quien éste siempre recibió presiones- le contó la posibilidad de que Armstrong fuera el primero en pisar la luna. Su padre reaccionó muy molesto y dijo que “pensaba hacer algo al respecto”. Buzz trató de persuadirlo para evitar que se entrometiera, pero no funcionó. Gene Aldrin, piloto veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, llamó a varios amigos influyentes con contactos en la NASA y el Péntagono.
Mientras Armstrong y Aldrin se enfrascaban en esta lucha de egos, Mike Collins, el tercero de la tripulación, evitó involucrarse en estas discusiones, pues “ya tenía problemas suficientes como para meterme en eso”.
Además de los conflictos internos entre los astronautas de esta misión espacial, esta biografía también desmiente las versiones que señalaban el supuesto montaje del alunizaje; relata el riguroso entrenamiento de los tripulantes del Apolo 11 y revive sus años como piloto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Otra de las novedades editoriales que abordan la experiencia de los viajes espaciales es Regreso a la Tierra (gris tormenta, 2019), que recopila memorias y reflexiones de nueve astronautas de Estados Unidos, México, Canadá, Rusia e Irán luego de sus travesías en el espacio.
El libro recopila testimonios de personajes como Scott kelly, quien con cuatro viajes es el astronauta estadounidense con más tiempo en el espacio. Cuenta Kelly: “La noche en que mi avión aterrizó en Houston y por fin conseguí llegar a casa, hice exactamente lo que llevaba todo el tiempo diciendo que haría: entré por la puerta principal, salí por la puerta trasera y salté a la piscina sin quitarme el traje de vuelo. Es imposible describir la sensación de estar inmerso en agua por primera vez después de un año”.
Regreso a la Tierra también incluye el testimonio de Anousheh Ansari, astronauta estadounidense de origen iraní, se convirtió en la primera mujer musulmana en viajar al espacio y en la primera turista espacial; de Rodolfo Neri Vela, el primer mexicano que viajó al espacio en 1985, y Chris Hadfield, astronauta canadiense, famoso por su interpretación de “Space Oddity” de David Bowie en la estación espacial internacional y tener un canal en YouTube con vídeos publicados durante su estancia en el módulo orbital.
Mañana en Confabulario
Sobre otras historias espaciales, lee este domingo el artículo “Alien, la otra odisea del espacio” del escritor Mauricio Montiel Figueiras, en el que aborda el significado de esta cinta dirigida por Ridley Scott como “metáfora de la paranoia viral intergaláctica”.
Entérate aquí de los contenidos de Confabulario 328.
FOTO: Foto oficial tomada el 1 de mayo de 1969 a la tripulación principal de la misión espacial del Apolo 11. De izquierda a derecha, el comandante Neil A. Armstrong; el piloto del módulo de comando, Michael Collins y el piloto del módulo lunar, Edwin E. “Buzz” Aldrin Jr. / EFE / NASA
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