Mextridente: figuración coreográfica de lo mexicano
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Barro Rojo Arte Escénico recién estrenó Mextridente coreografía, visión dancística de nuestra identidad nacional heredada en el cuerpo
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POR JUAN HERNÁNDEZ
Mextridente, la coreografía más reciente de la Compañía Barro Rojo Arte Escénico, es una pieza de enormes estímulos sensoriales, desarrollados por intérpretes que delinean un mapa metafórico de la amplia e inabarcable memoria cultural e histórica de México.
La coreografía, de gran formato, fue elaborada en colectivo, con la dirección artística de Francisco Illescas y Laura Rocha, quienes realizaron la coreografía conjuntamente con Roberto Solís, Julio Hernández y Miguel Gamero.
El resultado deja ver la armonía alcanzada en el trabajo grupal, en el que también participaron activamente los bailarines María Clara Rivarola, Angélica Treviño, Laura Vargas, Felipe Landa, César Zarco, Roberto Solís y Julio Hernández.
Mextridente es entonces resultado de esta forma específica de producción, en la que el tema y la búsqueda del lenguaje son resultado de la suma de iniciativas creativas. En ese sentido debe resaltarse la estructura del trabajo en colectivo de la compañía, que es fundamental la propuesta y tradición artística de Barro Rojo Arte Escénico.
Quizá sea esa manera colectiva de trabajar la que ofrece una identidad fuerte a la compañía dancística, que cumple 37 años de trabajo ininterrumpido como una de las pocas agrupaciones estables del arte coreográfico en México.
Por sus características, Mextridente se coloca a la altura de otras piezas memorables de la agrupación, entre las que está Travesía, que abordó el tema de la migración forzada, estrenada en el 2017.
Mextridente, por su parte, es una pieza que ofrece una figuración de lo que significa ser mexicano en el presente, con toda el peso de la tradición y de la memoria heredada y resguardada en el cuerpo.
Se trata de la memoria ancestral, que se manifiesta a través de un discurso que apela no sólo a la consciencia, también al desvelamiento de la psique, consecuencia intrínseca de la acción artística.
La obra coreográfica evita convertirse en una pieza didáctica y aspira a convertirse en una interpretación concreta sobre lo que, para este colectivo artístico, significa ser mexicano en la época contemporánea.
El montaje coreográfico tiene como base el ritmo y el modo de moverse; en estos elementos la obra encuentra la línea que conecta el pasado con el presente, para ofrecerse como una manifestación unitaria. De ahí que la mexicanidad, en la concepción de esta pieza, sea la suma de la experiencia fecunda del encuentro de culturas con formas distintas de ver y de estar en el mundo.
Mextridente concibe el presente como reverberación del pasado. Una línea de tiempo en espiral que produce quiebres en los que las formas del tiempo se colocan una sobre otra en un punto; en este caso, el del instante. Complejidad que se resuelve a través de la característica abstracta y simbólica del movimiento, así como de la composición espacial del quehacer coreográfico.
Por otro lado, la obra permite apreciar personalidades y caracteres de bailarines, que asumen con eficacia la difícil tarea de posicionarse como elementos vivos y activos en el engranaje del montaje; que rehúsan convertirse en piezas mecánicas del arteficio de la escena y se revelan como seres que poseen un instinto escénico excepcional.
Debido a esta manera de asumir el trabajo interpretativo, los bailarines en esta pieza coreográfica burlan la moda de la homogeneización del movimiento en la danza contemporánea; evitan, asimismo, automatizar la manera de accionar en escena, con la consciencia de que la obra cobrará vida de una manera imposible de predecir, toda vez que su aliento se produce en el momento de su realización, para luego desaparecer en el instante.
Mextridente es, en este contexto, creación de una metáfora continuada, que busca dar sentido de verdad al pensamiento abstracto, que evoca la memoria ancestral sin despegar los pies del presente. El relato se construye como un suceso, es decir, experiencia vital de estímulos sensoriales, que descoloca la atención del espectador y lo convierte en lector activo del discurso.
Los bailarines de esta pieza artística gozan de pleno dominio de la técnica. Los intérpretes se concentran, entonces, en la búsqueda profunda de los elementos que disparan su potencia como creadores de lenguaje, escritores del discurso que se expresa en la metáfora coreográfica.
Con el estreno de esta pieza en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes, Barro Rojo Arte Escénico reafirma su personalidad artística, que se alimenta de la de la cultura popular y el arte contemporáneo, para ofrecer piezas como Mextridente, sin duda una obra indispensable en el entendimiento de la identidad de lo mexicano y latinoamericano en la danza de concierto de la actualidad.
Teatro al momento
En la obra Asatia, creación escénica del Colectivo Berenjena, un escritor novel se enfrenta a la compleja y angustiante tarea de crear una historia para contar. Cuando está a punto de desfallecer en su intento se encuentra con un personaje que se convertirá en el objeto de un relato inquietante sobre la pasión y la vocación, que son puestas como una prioridad, no obstante eso signifique sacrificarlo casi todo. Con las actuaciones de Verónica Bravo y Eduardo Orozco, la obra se presenta en el Teatro El Granero Xavier Rojas, jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18 horas, hasta el 13 de octubre.
La Celestina, tragicomedia y ya un clásico del teatro universal, de la autoría de Fernando de Rojas, que narra el amor de “Calisto” y “Melibea”, con la intervención de la alcahuata “Celestina”, se presenta, con la dirección escénica de Ruby Tagle, en la Sala Héctor Mendoza de la Compañía Nacional de Teatro (Francisco Sosa 159, Barrio de Santa Catarina), jueves y viernes 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18 horas, hasta el 13 de octubre.