CIDE: Centro de conocimiento y pluralidad desde los años 70
Desde 1974, la institución forma profesionales que enriquecen la docencia, la administración pública y la investigación. Hoy, enfrenta el acoso gubernamental
REDACCIÓN
Con la intención de resolver las problemáticas sociales del país, el 25 de noviembre de 1974 se fundó el CIDE. A iniciativa de Francisco Javier Alejo, Trinidad Martínez Tarragó y Horacio Flores de la Peña, esta institución tuvo como vocación pionera dedicarse al estudio de los fenómenos asociados a la economía pública y a las decisiones del Estado en materia de desarrollo económico.
En la actualidad, el Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C. cuenta con dos sedes, una en la Ciudad de México y la sede Centro, en Aguascalientes. En el campo de la investigación está organizada en seis divisiones: Administración Pública, Economía, Estudios Internacionales, Estudios Jurídicos, Estudios Políticos e Historia. Los investigadores que integran estas divisiones imparten cátedra en las licenciaturas de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Derecho, Economía y Políticas Públicas; a nivel maestría abarca Administración y Políticas Públicas, Ciencia Política, Economía, Economía Ambiental, Historia Internacional y Métodos para el Análisis de Políticas Públicas. Cuenta con dos maestrías de carácter profesional: Gestión Pública, enfocada en la formación de profesionales en las soluciones viables, éticas y transparentes de problemas públicos, y Periodismo sobre Políticas Públicas, que ha formado a profesionales del periodismo en la cobertura de fuentes oficiales. A nivel doctorado cuenta con tres programas: Políticas Públicas, Ciencia Política e Historia Aplicada.
En 2014, al cumplir cuatro décadas de existencia, su primer director, Francisco Javier Alejo, recordó que Martínez Tarragó y él habían planteado al presidente Echeverría la creación de una institución de excelencia dedicada a la formación de economistas que guiaran las políticas públicas referentes al desarrollo económico. A esta inciativa se sumó la intención de Horacio Flores de la Peña, entonces secretario de Patrimonio Nacional, quien había planteado al presidente la necesidad de crear un centro de investigación. Al unir ambas inciativas surgió el CIDE, un instituto encargado de esas tareas. Desde entonces, en el seno del CIDE conviven distintas corrientes del pensamiento económico, jurídico, político y social.
Durante sus primeros años, esta institución se nutrió de la experiencia académica de decenas de profesionistas sudamericanos, principalmente chilenos y argentinos, exiliados en México. Hoy, el CIDE vive bajo el acoso gubernamental con el pretexto de fomentar el pensamiento neoliberal, una idea que es desmentida por la pluralidad de sus egresados y su planta docente.
FOTO: Instalaciones del CIDE/ Archivo Universal
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