Constantinopla (fragmentos)
POR KAREN VILLEDA
Constantino El Grandísimo,
Con sus sólidos de oro celebrando sus victorias en Baalbek y las corrientes del Éufrates.
Constantino Hijo de Santa Elena,
Descubriendo el Santo Sepulcro.
Su madre diciéndole: “No te comportes como el resto. Todos los cánticos, son para ti. El breve fuego de antes también es tuyo.”
Constantino Hasta Mártir,
De la espada pasamos a la cruz.
Constantino,
El paganismo te apuñala por la espalda.
Hay una cruz dentro de este sol.
San Constantino El que Carga con Paganos
Cuando Arrio viene y le da el poder.
“Yo soy Yeshu y toda tu esperanza está en mí”, decía entre la gente. “Ya no me sirves, Apolo. Ya no me sirves, tu verdad no es mi luz”, se decía a sí mismo.
—Hablamos de un tiempo en que toda la fe era solar. Hablamos de los tiempos en los que todas las creencias eran solares. Solar el amor. Solar la guerra. Solar la muerte. Un arco apuntando hacia el sol que no dice nada más que esto: Un arco no dice nada—.
***
San Constantino El Boreal,
Un pagano hecho y derecho con sus encantamientos, sacrificio y ofrenda.
Constantino,
El de hechizos fáciles que lo convierten en el ademán de los esclavos godos para convertirse en su cadena y no soltarlos.
Constantino El Bruto,
El que se desafió a Artemisa.
El que obligaba toda la tierra diciéndole: “Maxentius está entre el Imperio y yo.”
El que vio a Majencio ahogado en el Tíber y al Puente Milvio dando las gracias por aquella inmortal república.
El que miraba al Sol sin quedarse ciego.
Constantino, Constantino
El que juraba:
Vengan. Todos vivirán de mí. Les daré pan por cada casa que levanten. Nadie me traicionará. Sé que tienen frío pero, ¡no, no tiemblen! Estoy con ustedes. Coman de mi pan. Nadie me traicionará, nadie.
***
Constantino Único,
El nacido en la Púrpura.
El que nos dijo: “Yo les traje arena de colores y les enseñé a caminar sobre esta agua dulce.”
Constantino El Decimotercer Apóstol,
Bajo este signo vencerás.
Constantino Bajo la Cruz.
Vencerás con las Reliquias de la Pasión.
Constantino El Ateo.
Él que fue los Cuatro evangelios y los evangelios apócrifos en un trono radiante.
San Constantino,
El que deshizo el lábaro.
El que impuso la cruz sobre el sol invicto.
El que cambió el pan y el circo por el mismo pan, el agua dulce y la salvación.
Constantino Aquel que persevera.
Por él, los soldados cantaron “Cristo conquistador”.
Por él, fueron llamados “Gloria de los griegos, Nueva Roma”.
Por él, somos nosotros.
Constantino,
El que se fue hacia el oeste.
