Breve retorno a la danza presencial

Dic 19 • Escenarios, Miradas • 4360 Views • No hay comentarios en Breve retorno a la danza presencial

 
Durante el corto periodo que se permitió la asistencia de espectadores a las disciplinas escénicas, hubo reapariciones esperadas en el mundo de la danza en México

 

POR JUAN HERNÁNDEZ
 
En la vieja normalidad no habría sido posible utilizar la frase “danza presencial”, pues sería redudante. La danza no puede ocurrir de otra manera, exige la comparecencia del bailarín y del público, en un espacio tiempo compartido, para vivir la experiencia estética propiciada por la composición del coreógrafo. En la “nueva normalidad” el término “presencial” se vuelve excepción en el contexto de la pandemia por el Covid 19.

 

Recientemente las autoridades mexicanas decidieron abrir los teatros a 30 por ciento de su capacidad; con medidas de seguridad que incluyen: toma de temperatura, el paso por un tapete supuestamente desinfectante, gel antibacterial en las manos y el uso obligatorio de cubreboca.

 

Los bailarines volvieron a la escena también con una restricción: solo se permiten hasta seis ejecutantes por montaje. Los intérpretes no usan cubreboca, porque sería imposible realizar el esfuerzo físico del lenguaje del cuerpo en movimiento sin la posibilidad de inhalar y exhalar con libertad. Tampoco pueden evitar el contacto físico, pues la cercanía de los cuerpos es intrínseco al discurso dancítistico, con excepción de los soliloquios.

 

Barro Rojo Arte Escénico presentó el programa Encuentro, en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, entre el 27 y el 29 de noviembre. Las coreografías Largo Amanecer y Paisaje interior, de Laura Rocha y Francisco Illescas, así como “La consecuencia” de Víctor Ruiz, dieron forma a la experiencia de la danza presencial en el contexto de la pandemia.

 

En Largo amanecer se abordan temas íntimos, como la soledad, el amor, el desamor y la esperanza. En Paisaje interior se recrea la intensidad de la soledad que prevalece en la plástica del pintor español de origen ecuatoriano Santiago Carbonell; mientras que en La consecuencia, Víctor Ruiz explora el tema de los ciclos amorosos que se cierran. La compañía dirigida por Laura Rocha, apoyada por la beca México en escena, cerró con este programa sus actividades anuales, ratificando la estabilidad de su proyecto artístico.

 

En el espacio independiente Un Teatro (Nuevo León 46, Condesa), del 17 al 20 de diciembre, la coreógrafa y bailarina Jessica Sandoval (miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte) se aventuró a presentar una versión de El cascanueces, a propósito de la ya tradicional escenificación de dicho ballet en la época decembrina. La novedad en esta puesta en escena es que recurrió a la partitura del ballet que Tchaikovsky hizo para piano.

 

Con un piano en el escenario y la interpretación musical en vivo, los bailarines se adueñaron de recursos teatrales; evitaron la mímica y comunicaron directamente la historia del cuento de Hoffmann. La participación del actor Ramiro Galeana apoyó de manera contundente la deconstrucción de la convención del ballet, para hacerlo más eficaz en su relación con el espectador. El lenguaje de la danza, el teatro y la música, se yuxtaponen en un esfuerzo para realizar un espectáculo que actualiza un ballet del repertorio tradicional del siglo XIX.

 

FOTO: Aspecto del encuentro Encuentro de Barro Rojo Arte Escénico./Emilio Sabín/ Barro Rojo Arte Escénico

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