Discurso impreso

Jun 2 • Ficciones • 4258 Views • No hay comentarios en Discurso impreso

 

POR DAVID HUERTA 

 

Hay un arco iris al fondo de esta letra,

hay una bocanada de coyotes y de palos quemados,

hay un esmalte de fin de siglo y un camafeo

roto por la mitad.

 

Gray pale lobos se acercan por los bordes de una página

donde esta letra aparecía.

 

Hay en ella, en esa letra; hay en la página donde la letra

ha aparecido en un vapor de insomnio,

lentas manchas de desconsuelo y ciegos harapos.

 

Hay un olor de maltrato en el perfil de esta letra.

 

Hay una playa dominada por el color azul

y en las arenas triste el paso de un gato

brilla como una gota de platino. Hay una sensación

de pérdida inminente en la sombra interna

de esta letra y de aquella otra. Hay una

multiplicación de letras en el orbe de la página.

 

Calla y escucha. Con los ojos, escucha a los difuntos.

 

Están escondidos en las letras leídas

en la Torre de Juan Abad. Séneca se hunde

en el sopor del veneno. Virgilio boquea

en Brindisi. Los coyotes dan vueltas

alrededor de los matorrales. Las letras

muerden el costillar de una vaca. Las letras

desprenden morosamente la piel tachonada de romboides

de una diamond-back encontrada a deshoras

en el desierto, bajo una roca roja —vibraciones puntuales

de miedo, como dicta el poema.

 

Fantasmas tienen conciencia de esa letra,

de esas letras que son como diminutos incendios

de mimbre y desolación.

 

Fantasmas vivos… ¿Dónde estás que la letra

no te escucha? ¿En un lago,

en una terraza, en la guerrera clandestinidad?

Sal de la tierra para que la sal de la letra

te llene el corazón

con un polvo pausado

de resurrección.

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