Dos estampas en la Feria de Minería

Mar 11 • destacamos, Lecturas, Miradas • 861 Views • No hay comentarios en Dos estampas en la Feria de Minería

 

Relatos de fantasía y terror pensados por jóvenes del CCH estuvieron presentes en la Feria del Libro del Palacio de Mineria, acierto que ahonda en los misterios que potencian la vida

 

POR BENJAMÍN BARAJAS
La presentación de las compilaciones Antología Chuumuk Taan y Antología de microrrelatos de terror, con breves historias para no dormir en la Feria de Minería, y publicadas por el plantel Vallejo del CCH, nos permite celebrar la palabra bautismal de un grupo de jóvenes que ha elegido la escritura, para expresar vivencias y emociones que podrían trascender en el ámbito literario.

 

Para cifrar la memoria surge la escritura; escribimos para captar los instantes fugaces en la línea del tiempo. La poesía considera la vida de los hombres y mujeres como una breve exclamación en el continuo histórico y, en esta dimensión, el cuento o la novela suman, cuando mucho, dos o tres exclamaciones. Todo lo demás es oscuridad y, sin embargo, la literatura y el arte son, y serán, el testimonio fehaciente de que sí hemos existido.

 

Se lee, según Paulo Freire, para comprender el mundo y yo diría, modestamente, que se escriben textos de ficción para sacralizarlo. Por muy poderosa que sea la realidad, y la razón que la acompaña, nunca podrá desentrañar todos los secretos del mundo.

 

De ahí la importancia de que los jóvenes lean y escriban, pues, con su talento e imaginación, ahondan en los misterios que hacen posible nuestra existencia. La realidad cruda es insoportable, grandes poetas como Xavier Villaurrutia solían huir de ella, refugiándose en su alcoba o en la torre de marfil, pero sería mejor recrearla, a la manera de los dioses, para vivir en ella.

 

Y eso hacen nuestros jóvenes cuando aprenden a “sentir el alma de cada uno”, “donde el fluir de las emociones representa un ente colectivo que cobra vida, mediante las palabras para conducirlos a un ámbito de libertad”; tal es la propuesta de la Antología Chuumuk Taan, cuyo compilador es Jorge Sergio Hernández Medrano.

 

Luego comparece la Antología de microrrelatos de terror, con breves historias para no dormir, con el propósito de continuar el combate a la concepción reduccionista, muy propia de la Ilustración del siglo XVIII, que pregona la extinción de la magia, los fantasmas, el diablo y los monstruos, pues dichas criaturas, nacidas de la superstición, han sido derrotadas por las luces del conocimiento.

 

Afortunadamente esa caricatura fue vapuleada por el movimiento romántico, como queda de manifiesto en el Fausto de Goethe, cuyo tema principal radica en un pacto con el diablo.

 

México es el territorio del terror delincuencial, político y sobrenatural. Cuando André Breton, el padre del surrealismo, vino a nuestro país, dijo que el mundo del ensueño o las pesadillas se viven aquí de manera cotidiana en las calles, quizá por eso nuestros poetas y escritores sólo tienen que ver para tras- ladar el asombro de sus percepciones a las páginas de sus libros.

 

En este sentido, reconocemos a los jóvenes que compusieron relatos de terror sobrenatural, de monstruos reales o imaginarios, erigidos en las perturbaciones del subconsciente, pues, con sus relatos de iniciación, corroboran que mientras haya miedo habrá esperanza.

 

FOTO: La Fería del Libro de Minería culminó el 6 de marzo. Crédito de imagen: Especial

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