El ciudadano Rodolfo Guzmán
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Toda carta resulta reveladora, sobre todo si en ella está presente la vida cotidiana de un ídolo de la lucha libre, como El Santo, El Enmascarado de Plata: su vida de pareja, su relación familiar, sus amistades y el amor por sus hijos
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POR RODOLFO GUZMÁN HUERTA
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Cd. Juárez, Chih. 14 de octubre de 1944
Mi querida chatita,
Estoy en espera todavía de una cartita tuya y no sé hasta cuándo tendré el gusto de tener una entre mis manos, ya me estoy enojando y no me explico por qué tardas tanto. Me tienes con mucho pendiente, no sé si seguirás mala, no sé cómo esté el niño; en fin, me tienes pensando muchas cosas.
Te mandé dinero con mi tío. También te mandé pedir el cinturón y ya es sábado en la noche y no tengo noticias tuyas ni sé si me mandarías el cinturón que me urge tanto.
Dios quiera y estén todos bien de salud y no te olvides de contestarme. Les he comprado mucha ropa, a ti te tengo muchas cosas que llevarte, vas a ver qué sorpresas.
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Torreón, Coah., 2 de febrero de 1980
Mi adorada viejita,
Muchos besos y abrazos para ti, vida de mi vida. Qué triste me sentí al despedirme de ti y de mis adorados hijitos. Qué duro es partir, aunque sea por muy poco tiempo, sabiendo que dejo lo que más quiero en el mundo, pero el tiempo pasa rápido y se me tiene que hacer corto ya que nada más voy a estar dos semanas por acá. He estado luchando todos los días y no he tenido tiempo de nada, aunque sé que tú has de creer que ando parrandeando. Espero me contestes luego y me platiques lo que pasa por allá, ya que yo tengo poco que contarte.
Salúdame a tu hermano, al Sr. Aniceto, a Manuelita, a don Manuel y a todos en general.Pidiéndole a Dios que estén nuestros hijitos bien de salud.
Besitos y abrazos para mis hijos, y para ti un abrazo y un beso de tu viejo feo que nunca te olvida.
Rodolfo
P. D. Perdona las faltas de ortografía y lo mal redactado. No se lo enseñes a nadie.
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