El valor de la ausencia en la mirada
POR JOSEFA ORTEGA
Tomando como eje temático el robo de la Mona Lisa sucedido en agosto de 1911, el psicoanalista británico Darian Leader argumenta una reflexión informada sobre las posibilidades de la mirada en el texto El robo de la Mona Lisa. Lo que el arte nos impide ver. El ensayo de casi 200 páginas incluye deliberaciones en torno a múltiples ejemplos tanto de arte moderno y contemporáneo, como de cine y procesos psicológicos que abonan en la comprensión de la manera en que interactuamos a través de lo visual.
El ensayo, publicado por primera vez en inglés en 2002, relata cómo, a partir del 21 de agosto de 1911, los ojos del mundo entero se posaron sobre el muro vacío que dejó la Mona Lisa y cómo ese proceso de sustracción provocó que la imagen de la obra se volviera familiar, incluso cotidiana en el consumo visual contemporáneo. A partir de este acontecimiento, Leader construye su tesis: a través del vacío y la ausencia se hace visible lo invisible.
Por medio de una exhaustiva investigación el texto recrea los sucesos de 1911, en donde los hechos empíricos sustentan la argumentación de Leader sobre la mirada. Por ejemplo, narra cómo la ausencia de la Mona Lisa se hizo patente un día después del robo, cuando el pintor Louis Béroud llegó al Louvre para hacer un estudio frente al cuadro, como comentario crítico a la reciente interposición de un cristal a las obras del museo. Este acto generó indignación y molestia, ya que significaba un cambio en la mirada y en la posible relación con las obras al estar mediadas por un vidrio. Como señala el autor, a partir de aquel momento “Las grandes pinturas se habían vuelto simples herramientas al servicio de nuestro narcisismo”. Leader se vale de esta anécdota para desarrollar una reflexión en torno de la autoconstrucción identitaria a partir de la mirada del otro, así como de las máscaras que generamos de nosotros mismos en el funcionamiento social.
El robo de la Mona Lisa perpetrado por Vicenzo Peruggia, empleado del museo Louvre, representó varios cambios significativos: abrió, por ejemplo, la posibilidad de plantearse la obra de arte en tanto su relación con el espacio que la contiene, una de los ejes que en muchos sentidos articula la práctica artística contemporánea; “sentó las bases para un siglo en el cual la gente iría a los museos y galerías de arte a ‘ver’ el vacío que les ofrecía el arte moderno”. Acompañando esta derivación sobre la relevancia del vacío, Leader reflexiona en torno de la figura de uno de los artistas que más ha impactado al arte contemporáneo, Marcel Duchamp, quien encarna el no hacer como práctica artística. Esta actitud fue de hecho uno de los elementos que lo convirtió en un personaje significativo para la historia del arte: “Podríamos decir que Duchamp era como un espacio vacío viviente”. Resulta relevante que Leader no refiera a la intervención de la Mona Lisa de Duchamp en su obra L.H.O.O.Q de 1919 y más bien centre su atención en la monumental pieza El gran vidrio, obra inacabada deliberadamente, a partir de la cual Leader introduce la cuestión de la participación del observador en el proceso creativo de la obra artística, con lo que apoya su argumento principal que gira en torno al valor de la mirada y lo esencial de las ausencias. Así es como funcionó la sustracción de la Gioconda: “Todo aquello que había permanecido invisible se convirtió en objeto de una mirada, un hecho que convierte al robo de la Mona Lisa en una obra de arte en sí misma”. Si bien esta metáfora puede ser debatida, se trata de una afirmación que pondera el valor trascendental del hurto de la pintura de Da Vinci como acto simbólico que transformó, mucho más que cualquier producción artística, la relación que la sociedad establecería con la obra.
Por alrededor de dos años la pieza estuvo ausente del museo, desaparecida y apartada de la vista del público. Su regreso al Louvre estuvo envuelto de un halo de especulaciones y suspicacias acerca de su originalidad; sin embargo, el proceso simbólico al que fue sometida, como demuestra el libro, convirtió a la Mona Lisa en una de las imágenes más significativas, reproducidas y reconocidas en la visualidad moderna.
A pesar de su especificidad, el texto de Leader es una obra de divulgación accesible, que resulta ágil y de fácil lectura, gracias a su continua recurrencia a anécdotas y ejemplos concretos que ilustran didácticamente algunas teorías psicológicas de autores como Sigmund Freud y Jacques Lacan. Si bien el texto ofrece una hipótesis concreta, es quizá este su mayor defecto, pues resulta un tanto reiterativo en dicha reflexión. El robo de la Gioconda, en efecto, está relacionado con el valor de las ausencias; sin embargo, sus repercusiones más relevantes están más bien vinculadas con la mediatización de determinados símbolos y sus implicaciones en el consumo de imágenes en la sociedad contemporánea.
El robo de la Mona Lisa. Lo que el arte nos impide ver resulta una lectura dinámica que permite conocer las reflexiones que desde el psicoanálisis pueden hacerse en torno a un fenómeno estético; sin embargo, es un ensayo en que se extrañan deliberaciones que comprendan también las implicaciones sociales, estéticas y artísticas del acontecimiento abordado.
* Fotografía. Darian Leader, El robo de la Mona Lisa. Lo que el arte nos impide ver, traducción de Elisa Corona Aguilar, Sexto Piso, Madrid, 2014.