El vampiro y el sexo: la leyenda desenmascarada
/
El “pacto entre caballeros” que hicieron El Santo y el productor de varias de sus películas, Guillermo Calderón Stell, para no hablar más de la cinta El vampiro y el sexo, llevó a los aficionados de las películas de luchadores a mantener durante cuatro décadas una leyenda negra sobre una supuesta película erótica en la que habría participado su ídolo del ring
/
POR GERARDO ANTONIO MARTÍNEZ
/
El Santo da para todos los gustos, aficiones de todas las edades, y anécdotas de todos los sabores. A la leyenda que forjó tanto en el ring como en los estudios de cine, y el cuidado que Rodolfo Guzmán Huerta siempre tuvo de su vida fuera del encordado, sólo hacía falta una “leyenda negra” sobre su supuesta aparición en una película erótica, que a la vista de sus hagiógrafos más ortodoxos era equivalente a poner en duda la santidad que este luchador llevaba en su nombre.
/
Durante las cuatro semanas que siguieron al 24 de julio de 1969, los cines Orfeón, Ópera, Reforma, Nacional, Tlacopan, Mitla, Acapulco, entre otras salas populares de la Ciudad de México, proyectaron Santo en el tesoro de Drácula. La historia que los espectadores vieron en esas pantallas no rompía con la fórmula de las anteriores películas protagonizadas por El Santo, que habían mostrado su efectividad en taquilla con base en el suspenso y una fuerte dosis de pancracio. Sin embargo, de manera simultánea a estas proyecciones, algunas salas del sur de Estados Unidos exhibieron una versión de esta misma cinta, pero con el título de El vampiro y el sexo, con secuencias en las que Jessica Rivano, Diana Arriaga, Paulette, Magali, y algunas otras vedettes más aplaudidas de esa época, que en su papel de vampiresas se desnudaban en ritos de iniciación oficiados por el Doctor Alucard. Luego de su proyección en el extranjero, la película estuvo enlatada en una bóveda al sur de la Ciudad de México sin que los productores ni el mismo ídolo volvieran a hablar de esta historia, un silencio que por más de cuarenta años nutrió la leyenda sobre la participación de El Santo en una cinta erótica.
/
El argumento, que juntó elementos de ciencia ficción y una versión libre de Drácula de Bram Stoker, era también la primera incursión del Santo como inventor. En esta historia dirigida por René Cardona, el enmascarado recibía el apoyo el doctor Sepúlveda para poner a prueba una máquina del tiempo. La trama tenía su punto dramático en el momento que Luisa, hija del doctor Sepúlveda, se ofrecía como voluntaria para probar la efectividad de este aparato, en el que viajaba hasta finales del siglo XIX, a un sitio indeterminado pero con un ambiente suficientemente lúgubre. Ante la presencia del Doctor Alucard, quien comenzaba a acosar a Luisa con la intención de convertirla en una de sus vampiresas, El Santo viajaba en el tiempo para traer de regreso a Luisa.
/
El crítico musical y cinematográfico José Xavier Návar explica que parte de esta leyenda se debe a que por mucho tiempo el público mexicano no pudo presenciar las escenas en las que las vampiresas se desnudan frente al Doctor Alucard y en las que éste comparte una escena erótica con Luisa, personificada por la actriz Noelia Noel. Ante el enigma llegó la especulación.
/
“La película no circuló durante mucho tiempo en México porque don Guillermo Calderón la tenía guardada. Se decía que era la película prohibida de El Santo. Durante mucho tiempo nos preguntábamos si realmente existía esta película. Fue hasta que Fernando Macotela estuvo al frente de la Cineteca Nacional que un día le pregunté y me confirmó su existencia. Luego me presentó a uno de los productores asociados de esta película: José Luis Urdapilleta”.
/
La fecha decisiva para que el público mexicano descubriera la verdad sobre esta mítica película fue 2011, el mismo año en que la UNAM publicó el libro Quiero ver sangre: Historia ilustrada del cine de luchadores, en el que los críticos cinematográficos Raúl Criollo, Rafael Aviña y José Xavier Návar hicieron un pormenorizado panorama del cine de luchadores. En el capítulo dedicado a El vampiro y el sexo, Návar describe cómo hasta 2006 está película seguía siendo una leyenda que se mantenía por una especie de tradición oral entre los fanáticos de este género. Hasta entonces, dos de los testimonios más autorizados sobre la existencia de esta película eran el mismo Urdapilleta y el editor Sigfrido Rodríguez, quienes en 2006 —durante las actividades por el 75 aniversario del cine sonoro en México— dijeron haber estado entre el público que vio una proyección privada en los estudios Churubusco. Las dudas sobre el supuesto contenido erótico en alguna de las secuencias de esta cinta de sólo una hora y media de duración, serían aclaradas años después.
/
En su documental Perdida, Viviana García Besné, sobrina nieta de Guillermo Calderón Stell, cuenta cómo durante su investigación para esta película descubrió una copia de El vampiro y el sexo en la bóveda que su tío tenía en el Pedregal. Perdida (2010) es un recuento del trabajo de la dinastía Calderón como productores de cine durante más de medio siglo, desde finales de la década de 1930 hasta mediados de la década de 1990. Entre las diferentes películas que produjeron los hermanos Calderón (Pedro, José y Guillermo) estaban las primeras películas de El Enmascarado de Plata: Santo contra el cerebro del mal (1961) y Santo contra los hombres infernales (1961), además de las primeras “películas de ficheras”. García Besné cuenta qua finales de la década de 1960, cuando la participación de El Santo era la fórmula perfecta para el éxito en taquilla, uno de sus tíos tuvo la idea de incluir desnudos.
/
“En algún momento, mi tío Guillermo pensó que podían hacer unas películas con desnudos en las que apareciera El Santo”, dice Viviana.
/
Para 1969, cuando se filmó y exhibió esta película, los hermanos Calderón tenían una larga experiencia para lidiar con la “tijera” que la Secretaría de Gobernación imponía en el cine nacional. A partir de un testimonio que la vedete cubana Ninón Sevilla hace en el documental Perdida (2010), García Besné explica algunos de los antecedentes que formaron los criterios que los productores aplicaron en esta película de El Santo.
/
“La primera película en que aparece Ninón Sevilla (Carita de cielo, 1947), que de alguna manera inauguró el cine de rumberas, agarró a la censura por sorpresa. Hay dos secuencias en las que Ninón aparece bailando y enseñando el ombligo. En las siguientes películas es difícil que aparezca haciendo lo mismo. La censura actuaba al paso de cómo iban apareciendo las cosas. Los Calderón siempre buscaron formas de darle la vuelta a la censura”.
/
Sobre la decisión final acerca de la producción y destino de estas dos versiones, Viviana García resume esta historia a un “pacto entre caballeros” entre su tío Guillermo Calderón y Rodolfo Guzmán, nombre real de El Santo, y una estrategia de taquilla: “En algún momento ambos decidieron que no sería bueno ni para la imagen del Santo y ni para la taquilla. Las películas del Santo eran aptas para todo el público y si incluían otro tipo de clasificación, ya no recaudarían los mismos ingresos. Decidieron que no estrenaría esta película. Hicieron un pacto de caballeros entre dos amigos”.
/
Este pacto entre caballeros duró hasta 2011, cuando el canal Televisión por Cable (TVC) compró los derechos para propiedad y transmisión de ésta y otras películas protagonizadas por El Enmascarado de Plata. Un año antes, Viviana García Besné había estrenado su documental Perdida, en el que narra la historia de esta cinta, entre muchas otras, producidas por sus tíos, como Aventurera (1950), Sensualidad (1951) y Víctimas del pecado (1951).
/
Explica Viviana que “quien permitió que sacaran la versión de El vampiro y el sexo fue Guillermo Calderón Jr., en el entendido de que El Santo ni siquiera aparece en alguna escena comprometedora”.
/
Sobre los ídolos siempre abundan leyendas y polémicas. En 2011 se anunció el estreno en México de El vampiro y el sexo durante el Festival de Cine de Guadalajara. El debut tuvo que ser cancelado por una demanda sobre derechos de autor que uno de los hijos de El Santo inició en contra de la casa productora. “Ya estaba autorizada, pero el entonces director del Festival, Iván Trujillo, quiso quedar bien con El hijo del Santo. No se exhibió y causó más polémica”, cuenta Návar.
/
La polémica vivió un nuevo episodio cuando el 1 de abril de ese año, el periódico Metro publicó en portada una fotografía en la que El Santo aparece en la cama con una rubia. En otra fotografía, El Enmascarado de Plata fue retratado a bordo de un auto en compañía de una vampiresa que le ofrece su mejor perfil con los senos descubiertos. Tanto José Xavier Návar como Viviana García coinciden en que ambas fotografías no corresponden a El vampiro y el sexo: “No se hicieron durante las producciones de Calderón. Posiblemente son de Operación 67, que no fue producida por mi tío. Ni siquiera sé si el que aparece ahí es El Santo”.
/
El pacto entre caballeros entre el luchador y el productor nutrió durante más de cuarenta años una leyenda que terminó en julio de 2011, cuando la Cineteca Nacional exhibió El vampiro y el sexo por primera vez en México. Sin embargo, Návar insiste que esta exhibición no fue suficiente para satisfacer a los miles de devotos de El Santo:
/
“La copia que se exhibió en la Cineteca, a pesar de que la restauró la Filmoteca, no es tan buena como la copia que exhibió TVC, que es más clara, más nítida. Sin embargo, este canal no le hizo promoción y su transmisión pasó como si nada. Los piratas que están dedicados a copiar cine mexicano, hicieron su trabajo”.
/
/
FOTO: El vampiro y el sexo (1969) fue la versión de exportación, con desnudos, de la película Santo en el tesoro de Drácula. En la imagen, un still original de esta película protagonizada por El Santo y Aldo Monti en el papel del Doctor Alucard.
« Abecedario de El Santo La primera aparición de un ser casi sobrehumano: El Santo »