Helioflores: un paradigma de la caricatura mexicana

Feb 3 • destacamos, principales, Reflexiones • 1649 Views • No hay comentarios en Helioflores: un paradigma de la caricatura mexicana

 

Dueño de una técnica magistral, con una visión puramente social, el monero optó por una solución plástica, convirtiendo cada cartón en una propuesta artística: son trabajos minuciosos con composiciones admirables que dejan de lado la relevancia de los políticos del momento

 

POR MERCURIO LÓPEZ CASILLAS

Trato de hacer algo que me gustaría ponerlo en un cuadro en la pared,
aun cuando la idea haya perdido actualidad o incluso no se entienda

Helioflores

Ante la sorprendente noticia del retiro de Helioflores, resulta una tarea indispensable reflexionar en torno a su gran aportación a la cultura y el arte. Aquí un primer acercamiento.

 

Dentro de la caricatura de la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del XXI, están los tres grandes maestros del género: Rius (1934-2017), Naranjo (1937-2016) y Helioflores (1938). Donde Helio destaca por su genialidad.

 

A la edad de 18 años, siendo estudiante de Arquitectura en la Universidad Veracruzana, publica por primera vez en Diario de Xalapa, en su tierra natal. Tiempo después en la Ciudad de México colabora en los diarios Novedades, Ovaciones, EL UNIVERSAL y La Jornada; de este último es fundador, y dentro de EL UNIVERSAL ya lleva 52 años. A partir de la exigencia de un cartón diario, realizado con plumilla, consigue un gran estilo, sin tomar en cuenta la premura de la entrega, su trabajo es cuidado hasta el último detalle. Crítico del sistema político y de sus protagonistas, ha mantenido una congruencia ideológica ejemplar, de lado de las causas populares. Admirado tanto por caricaturistas de izquierda y de derecha, se perfila dentro de la oposición hasta el fin de los gobiernos neoliberales. Con el presidente actual tiene una postura respetuosa, sin caer en la lambisconería de los caricaturistas incondicionales de nuestro gobernante. Después de años de observar la política mexicana, se da cuenta que las corruptelas, arbitrariedades, demagogia, nepotismo, dedazos, ineficiencia, sordera ante la crítica y demás excesos se repiten en cada sexenio, con el cambio sólo de personajes. Ante esta situación, y para no caer en la repetición, opta por una solución plástica, convirtiendo cada cartón en una propuesta artística. Es un deleite ver sus viejos cartones porque son trabajos minuciosos con composiciones admirables, que dejan de lado la relevancia de los políticos del momento. Helioflores también ha participado con sus cartones en revistas como: Siempre!, Mañana, Interviu, Insurgencia Popular, Oposición, Así Es, Punto, Mira, La Crisis, Síntesis, Quehacer Político, Cómo y La Revista. Un cálculo, grosso modo, nos conduce a mas de 20 mil caricaturas publicadas en la prensa mexicana, por fortuna, y para no sumergirse en una investigación hemerográfica, una selección importante se ha recopilado en Viacrisis (1987), Un sexenio inolvidable (1994) y Cincuenta años de cartones, crítica y humor (2011).

 

Al mismo tiempo y comprometido con el humor y la caricatura, el prolífico Helioflores colabora en los pasquines del género como La Gallina, El Mitote Ilustrado, La Garrapata, Quecosaedro, La Pistola, El Papá del Ahuizote y El Chamuco. Mención aparte merece La Garrapata, que tiene tres épocas y una dirección colectiva, donde Helio siempre ocupa un lugar. Cada número de la revista era responsabilidad de uno de los directores, desde la cubierta hasta la última página, manteniendo gran frescura para cada entrega. La tercera época de la revista logró reunir cuatro generaciones de talentosos caricaturistas. Las portadas de Helioflores son grandes proezas de diseño gráfico.

 

La influencia del prodigioso Helio trasciende mas allá de los caricaturistas, repercutiendo en diseñadores y artistas como Alejandro Magallanes y Damián Ortega. Sus trabajos lejos de la política, dentro de la ilustración y el humor se han reproducido en las revistas El Buscapiés, Por qué?, Él, Eros, Su Otro Yo, Nexos, Rino y Bucareli 8. Una serie de entregas sustancialmente menores en cantidad pero no en calidad. Más libre y artístico, Helio consigue excepcionales propuestas de caricatura sin texto y una forma de hacer historieta poco convencional. Dentro del rubro cuenta con las publicaciones indispensables Narraciones ordinarias (1973), Aventuras extravagantes del infante Patatús (1985) y El Hombre de Negro (2007).

 

Helioflores, incisivo vigilante del sistema durante diez sexenios, deja una producción extraordinaria de primera calidad. Muestra cómo la caricatura puede traspasar los límites de un arte menor y convierte los viejos impresos, donde participa, en codiciados objetos de culto y coleccionismo.

 

 

 

FOTO: Tira de El Hombre de Negro, publicada en la revista La Garrapata. El Azote de los Bueyes (1979-1981).

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