Ideología en barata

Ene 30 • Miradas, Visiones • 4675 Views • No hay comentarios en Ideología en barata

POR ANTONIO ESPINOZA

 

En la nave central de la antigua Iglesia de Santa Teresa cuelgan tres grandes gobelinos con sendas imágenes de Karl Marx (creador del socialismo científico), Vladimir Ilich Lenin (fundador del Estado soviético) y Mao Tse-Tung (dictador de la República Popular China durante más de dos décadas). Son tres tapices realizados por Joaquín Segura a partir de ampliaciones de páginas de libros obtenidos en librerías de viejo en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Las obras fueron tejidas a mano e intervenidas con distintas etiquetas de descuento que significan las “rebajas” de su precio comercial. Con los títulos de Rebajas Ideológicas (Marx) (tapiz alto liso tejido a mano, 2015), Rebajas Ideológicas (Lenin) (tapiz alto liso tejido a mano, 2015) y Rebajas Ideológicas (Mao) (tapiz alto liso tejido a mano, 2015), los tres grandes tapices comentan irónicamente el fracaso de la ideología comunista, de su estética totalitaria y sus aparatos de propaganda en el siglo XX.

 

La instalación de gobelinos es el inicio de la exposición: La tradición de todas las generaciones muertas, que se presenta en Ex Teresa Arte Actual (Lic. Primo Verdad 8, Centro Histórico). Se trata de una muestra provocadora y escéptica en cuanto a las posibilidades de lucha política y disidencia en nuestro tiempo. Joaquín Segura (Ciudad de México, 1980) se apropió de una frase de Karl Marx en El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte (1851) para darle nombre a la muestra. El pasaje marxista dice a la letra: “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal” (C. Marx y F. Engels, Obras escogidas, Moscú, Editorial Progreso, 1973, tomo 1, p. 408).

 

El pasaje es muy rico en su materialismo histórico, pero Joaquín Segura se apropia de una frase para darle un sentido negativo que no necesariamente tiene. Lo interesante es que el artista no duda y lanza un disparo más que certero: la utopía comunista está bien muerta y de ella sólo quedan fantasmas. Si Marx y Engels al inicio del Manifiesto Comunista (1848) afirmaban que el fantasma del comunismo recorría Europa y que las fuerzas reaccionarias se habían unido en “santa cruzada” para acosarlo (ibídem, p. 110), Segura considera que hoy los fantasmas del comunismo pueden plasmarse en obras de arte para la contemplación del público y/o la nostalgia de los viejos creyentes en la transformación violentamente revolucionaria de la sociedad. La tradición de todas las generaciones muertas es una exposición no apta para los izquierdistas trasnochados que piensan que la China Comunista realmente lo era.

 

La exposición de Joaquín Segura coincide, por cierto, con los 25 años de la desaparición de la Unión Soviética, ese experimento bárbaro que le costó la vida a millones de seres humanos: 25 en el Gulag. ¿Y las hambrunas en China por el fracaso del Gran Salto Adelante de Mao en los años cincuenta? ¿Y el genocidio en Camboya orquestado por un psicópata llamado Pol Pot en los setenta? Dictadores comunistas hubo muchos (todavía los hay). Uno de ellos, Nicolae Ceaucescu, gobernó despóticamente Rumania hasta que al calor del colapso comunista fue ejecutado en 1989. Sobre el dictador rumano, Segura trabajó en un proyecto que consistió en recoger fragmentos de mármol de una cantera abandonada en la localidad de Borsec, Transilvania. Sucede que de ahí se extrajo el mármol con el que se construyó por órdenes de Ceaucescu la Casa del Pueblo, en el centro de Bucarest, edificio megalómano que tras la caída del gobierno comunista se convirtió en la sede del Parlamento.

 

En la exposición se presentan los productos de este trabajo: un video HD que nos descubre la cantera rumana, una instalación con fragmentos de mármol, objetos encontrados y una pequeña escultura del dictador, además de una foto del edificio. Con el nombre de Casa Poporului (2015), la obra nos revela la megalomanía de un déspota que, se dice, murió cantando la Internacional Socialista. Pero Joaquín Segura no sólo viajó a Rumania para localizar una cantera de mármol, también estuvo en Nicaragua para supervisar la restauración de un monumento al poeta cubano José Martí en El Pantanal, Granada. En Ensayos sobre reconstrucción (José Martí) (video HD a tres canales, 2014), el artista documenta la historia del monumento y su proceso de restauración con la participación de la comunidad local a partir de imágenes estáticas y relatos orales. Al monumento se le asignaban distintos significados, entre ellos que ¡José Martí había sido un guerrillero sandinista que había muerto combatiendo en ese lugar! Aquí el cuestionamiento del artista se dirige al fracaso del adoctrinamiento revolucionario y la manipulación de la historia por parte del poder sandinista.

 

Pesimista crítico, políticamente incorrecto, Joaquín Segura no podía dejar de tocar un tema político mexicano. El tema elegido fue el del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), cuya desaparición por decreto el sexenio pasado provocó tanta polémica. Lo que el artista hizo fue recoger mantas de protesta utilizadas en marchas y plantones que realizaron en varios momentos los trabajadores del SME. Posteriormente, ocultó los mensajes políticos con pintura blanca, neutralizando su contenido y despojándolas de su función original. Se exhiben tres de estas obras, todas pertenecientes a la serie Ejercicios sobre mutismo selectivo (mantas de protesta recuperadas y pintura vinílica, 2012-2015), en las que el autor cuestiona las acciones y los símbolos de un sindicato supuestamente de izquierda. No hay nada que cuestionarle al artista: el SME era un sindicato corrupto hasta la médula. Ya no lo es porque dejó de existir.

 

*FOTO: Joaquín Segura, Rebajas ideológicas (Lenin), tapiz alto liso tejido a mano, 2015/Cortesía: Ex Teresa/Arte Actual.

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