Juegos a la hora de la siesta
POR JUAN HERNÁNDEZ
Roma Mahieu (Polonia, 1937) escribió Juegos a la hora de la siesta en 1976, año en que fue estrenada en Argentina, país al que la dramaturga emigró cuando tenía 10 años de edad. En 1978 la obra fue prohibida por la dictadura militar del país sudamericano, con el argumento de que la pieza promovía prácticas de subversión. La autora tuvo que exiliarse en España, en donde vive desde entonces.
Juegos a la hora de la siestase ha representado en varios países, entre ellos Brasil, Colombia, Venezuela, Bulgaria, Polonia, España e Italia, y recibido premios diversos. En México es llevada a escena por Llever Aíza, con un elenco integrado por actores noveles, quienes forman parte de la compañía Seis Grados.
Llevados de la mano de Aíza-quien tiene experiencia sobresaliente como actor y docente de teatro- Akira Ishikawa, Alejandra García, Alinne Zamora, Diego Cornejo, Julieta Valentino Cercado, León Pablo, Ramón Valera y Yohali Portilla ponen sobre la mesa, con potencia y energía, el tema de la violencia y el abuso del poder.
La obra fue escrita hace 38 años en respuesta a la situación de opresión que vivían los argentinos durante la dictadura militar, sin embargo la violencia continúa vigente en el mundo actual. Los rostros de la violencia son diversos y Mahieu consigue hacer una metáfora universal de ella en Juegos a la hora de la siesta.
Roma Mahieu escribe la historia de unos niños, de entre 5 y 10 años de edad, y un adolescente con retraso mental, quienes se reúnen en un parque de juegos infantiles, sin la vigilancia de sus padres. Todo lo que ahí ocurre oscila entre el juego y la violencia, en un ritmo que va creciendo, generando una tensión dramática.
A pesar de que los personajes son niños, queda claro que no es de ellos de quienes la autora habla. A través de ellos la escritora genera un reflejo del mundo de los adultos y de lo que ocurre, en particular, en la Argentina oprimida por el poder totalitario. Ella misma ha dicho que recurrió al universo infantil un poco para burlar la censura y poder expresar su oposición a la violencia ejercida contra la sociedad por la dictadura militar argentina en la época en que escribió la obra.
Se trata de una obra fuerte, política y, desde luego, con un fuerte matiz ideológico. La autora busca expresar o, mejor, desnudar a la violencia como parte de la condición humana. Está por otro lado su discurso en contra de los totalitarismos, del fascismo y de cualquier otro sistema de poder que oprima a los pueblos. Su obra habla de la violencia sólo para expresar su oposición a ella.
El montaje de esta pieza en México, dirigida por Llevar Aiza, recién estrenado en el Centro Cultural Un Teatro, en la colonia Condesa de la ciudad de México, consigue trasmitir escénicamente la fuerza del discurso de la autora.
Con un grupo de actores recién egresados de las escuelas de teatro, la puesta en escena goza de un alto nivel de energía para generar la sensación de opresión, de desasosiego y el sinsentido de la violencia que se ejerce sin límites. smo simbolizado por el casco militar que usa uno de los niños -el más agresivo y el que somete a los otros-,hasta lo que hoy conocemos como bullying, una de las formas terribles de la violencia que ha causado estragos en la población infantil y adolescente en todo el planeta.
Los juegos de la violencia que suceden en el parque de juegos infantiles–ideado por Mahieu-, que terminan de manera trágica, son representados de manera eficaz. Llever Aíza se revela como un director que domina el espacio, la acción y la naturaleza del actor.
Se trata de una obra crítica, reflexiva, con un gran dinamismo en la acción, profunda en la interpretación de los actores, quienes se comprometen con el discurso y lo trasmiten con gran claridad a los espectadores, para quienes la puesta en escena representa un dilema moral en relación con la responsabilidad que tenemos todos en la transformación de esta realidad cruel y dolorosa que padece la humanidad.
*Juegos a la hora de la siesta, de Roma Mahieu, dirigida por Llever Aíza, se presenta en el Centro Cultural Un Teatro (Nuevo León 46, Hipódromo Condesa), viernes a las 21, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, hasta el 22 de junio
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