La historia del capítulo suprimido
POR: REDACCIÓN
En 1973, la Revista Iberoamericana de la Universidad de Pittsburgh publicó un texto inédito en el que Julio Cortázar revelaba la historia del “capítulo suprimido”, el 126, de Rayuela. No era un fragmento cualquiera sino las páginas de las que partió la novela, según esta confesión difundida una década después de la aparición del libro.
“Un día terminé de escribir, releí la montaña de papeles, agregué los múltiples elementos que debían figurar en la segunda manera de lecturas, y empecé a pasar todo en limpio; fue entonces, creo, y no en el momento de la revisión, cuando descubrí que este capítulo inicial, verdadera puesta en marcha de la novela como tal, sobraba”, cuenta el narrador argentino en la presentación del capítulo suprimido.
“Yo no me había dado cuenta -agrega Cortázar-, a casi dos años de trabajo, que el final del libro, la noche de Horacio en el manicomio, se cumplía dentro de un simulacro equivalente al de este primer capítulo”.
