La vuelta al XXXV Foro en 14 mundos
POR JORGE AYALA BLANCO
- El mundo de La princesa Kaguya de Isao Takahata (Japón) es el mundo de la sutileza del trazo estilizado en recalcitrantes dibujos animados de dos dimensiones, mundo de las aventuras prodigiosas de una diminuta princesa aparecida al cortador de bambú, mundo mutante de una fábula oriental con diez cabezas narrativas bordeando Las Mil y una Noches, mundo antidisneyano que no renuncia al canto ni al carisma popular, mundo del goce vital prolongado más allá de la muerte.
- El mundo de Una relación perversa de Catherine Breillat (Francia-Bélgica-Alemania) es el mundo de un abuso de inocencia vivido en carne propia por la realizadora, mundo confesional de una voluntaria relación de sometimiento llevada a la reiteración exasperada, mundo sólo transferible a la única actriz europeo actual sin mácula de disonancia (Isabelle Huppert), mundo del deseo al margen del sexo y la satisfacción, mundo cerrado de la fuga hacia la nada.
- El mundo de El botón de nácar de Patricio Guzmán (Chile-Francia-España) es el mundo del instantáneo panfleto ecologista contra la extinción del agua, mundo cósmico entre el lirismo desaforado tipo El árbol de la vida de Malick y la fotogenia relamida del National Geographic, mundo redundante en la denuncia de la dictadura pinochetista que lanzaba al mar a sus opositores, mundo de la degradación de los antiguos torturados debiendo ver al unísono hacia la misma ninguna parte.
- El mundo de Relatos iraníes de Rakhshan Bani-E’temad (Irán) es el mundo de siete viñetas cotidianas en la urbe vulnerada por la violencia subrepticia y el atraso moral, mundo de incidentes ejemplares unidos por enlaces virtuosísticos, mundo de una modernidad impedida en el taxi o en el microbús o en la vagoneta para chavas suicidas, mundo de la humillación burocrática y el endurecimiento de las mujeres emancipadas del Islam.
- El mundo de Made in Bangkok de Flavio Florencio (México-Tailandia-Alemania) es el mundo del deseo de transexualidad que siempre le sale tan bien a los mexicanos y adláteres (Quebranto, Morir de pie), mundo finado en el carisma cautivante de una aspirante reina de belleza queer que se volvió su propia hada del cuento.
- El mundo de Príncipe de San de Jong (Holanda) es el mundo de la rudeza adolescente cercado por todas partes, mundo de la decisión que mágicamente convierte el oprobio en maravilla pacificada.
- El mundo de No se recargue en las puertas de Sam Fleishner (EU) es el mundo del extravío autista en el laberíntico metro neoyorquino, mundo onírico al ras de los vagones y los rincones secretos profundamente habitados, mundo de la búsqueda perpetua de una identidad irreconocible.
- El mundo de Los bañistas de Max Zunino (México) es el mundo de la imposible relación romántica entre un sastre sexagenario sin empleo y una estudiante sin escuela por culpa del plantón de la CNTE, mundo del entrañable minimalismo uruguayo a la mexicana, mundo de la solidaridad que brota de la crisis económica y de la solitaria ignominia.
- El mundo de La fiesta de despedida de Tal Granit (Israel-Alemania) es el mundo de la máquina que proporcionaba la gloria fatídica de una muerte digna, mundo del humor negro y biliar autoirrisorio, mundo de la vejez enferma terminal ya todoaceptante por miedo al dolor, mundo de la eutanasia gozosa por genuino amor festivo en las antípodas del Amour de Haneke.
- El mundo de Escuela normal de Celina Murga (Argentina) es el mundo de una inusitada educación para la democracia, mundo del documental de observación desnuda a lo Ser y tener de Philipot, mundo hecho de paciencia electoral interna y de más paciencia neutra hasta que de cada situación surjan atisbos del alma de las jóvenes primordialmente.
- El mundo de Nobi. Disparos al amanecer de Shin’ya Tsukamoto (Japón) es el mundo de una pesadillesca errancia circular en la derrota bélica, mundo de una degradación física y mental humana que culminará en el canibalismo, mundo del testimonio personal vuelto emética fantasía infernal vagamente surrealista, mundo del efectismo bárbaro con altas dosis de disolvencias eternas y brillosos colorines, mundo de putridero antimilitarista.
- El mundo de Incomprendida de Asia Argento (Italia-Francia) es el mundo transferencialmente autobiográfico de una infancia atrapada como pelota de ping-pong entre un egotista padre actor supersticioso y una madre condecorada por la Ninfomanía, mundo provocador de la intimidad deshecha, mundo carente de pathos porque lo redimen las travesuras de esa chava precozmente prometida a la incipiente experiencia heterogénea modelo Bataille y su rechazo a cualquier orden impuesto.
- El mundo de Una chica regresa sola a casa de noche de Ana Lily Amirpour (EU) es el mundo de un vampirismo que hoy arraiga en un western lyncheano musulmán como revelador revulsivo, mundo de la ronda nocturna de un mefistofélico ángel exterminador femenino en chador sepulcral, mundo de baudelairiana copa envenenada, mundo en imaginaria ciudad iraní de Bad City entre la historieta gótica y el ánime, mundo de la demente seducción marginal que inexorablemente conduce a la destrucción erótica.
Envío. ¿Y el mundo del XXXV Foro de la Cineteca en sí? Es el mundo de la protección cultural fílmica, mundo de preestrenos de lujo de la propia institución pudiendo apenas franquear su propio ghetto, mundo cosmopolita en un territorio indeciso entre dos Paisajes de la Muestra, mundo de la ansiada actualización estética.
FOTO: La princesa Kaguya se estrenó en Japón a finales de 2013. Esta animación está basada en el cuento “El cortador de bambú”./Especial.
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