“Medea”: poemario de Pascal Quignard
Ofrecemos un adelanto de Medea, novedad editorial de Cuadrivio. Son dos poemas que conforma el libro escrito por el francés Pascal Quignard
POR PASCAL QUIGNARD
Danza perdida
En el agua del vientre se desplegaban, tocaban,
exploraban,
gravitaban apoyándose en un pie,
giraban y se daban vuelta,
casi danzaban.
De pronto danzan de verdad, de pronto surgen
y caen en la luz, el aire, el frío;
se derrumban en la descoordinación, en la no motricidad, en la falla muscular.
Se ensucian.
Ya no son fetos sino niños.
Ya no nadan en el agua nutritiva de La-que-no-tiene-
nombre-en-su-madre-antes-de-su-madre.
Caen a la tierra.
El aire invade sus cuerpos como una tormenta.
En el suelo, boca arriba, agitan los brazos desesperadamente, aún no saben cómo estar de pie, abren la boca lo más que pueden, tragan aire, lanzan un primer grito.
Así como hay una voz perdida durante la muda de los
adolescentes (cuando su voz, en el fondo de sus cuerpos,
se vuelve otra y, bruscamente, baja), también hay una
danza perdida en el cuerpo caído, natal, sucio, aterrorizado, chillón, de los nacientes.
Medea
Medea meditante.
Las palabras están vivas.
“Med” es la raíz del nombre Medea. Del nombre de Medea derivan aún tres palabras, en latín, en italiano, en francés:
Mediodía.
Medicina.
Meditar.
Medea es mediodía. Medea es la hija del sol. El sol en su máximo esplendor define el mediodía. Es el momento más brillante del día. Es el punto más alto del recorrido del astro en el cielo. Es el momento más visible del tiempo.
La palabra medicina viene del nombre de Medea, la maga. Las “medicinas” de “Medea” son los ungüentos, los aceites, los bálsamos, todo lo que
permite a Medea re-mediar.
Medea es la que medita (meditari), la que pre-medita, la que vislumbra, la que ve en sueños. Así como la palabra meditación procede del nombre de Medea, del mismo modo detrás de Medea hay la Madre Magna, la Gran Madre de la montaña, Mèter Oreia. Es la chamana que ve, en el interior de sí misma, lo que sube y va a surgir.
En griego, los medea son los testículos que los hombres se cortaban con el cuchillo de piedra y que depositaban en el altar de la Gran Madre, Cibeles.
Cronos tomó la hoz de manos de su madre y cortó los medea del Cielo, que cayeron en el océano. Afrodita surgió de esa espuma. Afro-dita quiere decir: la producida por el aphros, la que nació de la espuma del padre en el mar.
Así como Afrodita es la hija del Cielo, Medea es la hija del Tiempo.
Medea es mediodía quiere decir: ella es el tiempo detenido en ella.
Al mediodía, llegado a lo más alto del cielo, el sol detiene su curso,
suelta las riendas.
Mediodía Medea medita.
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