Paráfrasis policiaca de Romeo y Julieta
POR JUAN HERNÁNDEZ
Un thriller en tono de comedia proponen las autoras Berta Hiriart, Sandra Félix y Ángeles Hernández en la obra El caso Romeo y Julieta, basada en la tragedia de William Shakespeare, con la dirección escénica de Félix y la participación de actores de la Compañía Nacional de Teatro, en el Teatro Jiménez Rueda.
Da gusto asistir a una función teatral y encontrarse no sólo con una lectura dinámica y actual de un texto clásico —llevado a la escena de manera ingeniosa y divertida—, sino también testificar la afluencia nutrida de público, sobre todo de jóvenes, con el cual las autoras y la directora de escena logran hacer contacto y establecer una empatía inmediata.
En el montaje actúan Ana Isabel Esqueira (Julieta), David Calderón (Romeo), Andrés Weis (Benvolio, Gregorio y camillero1), Carlos Orozco (jefe de la policía y sr. Capuleto), Rodrigo Alonso (agente y Mercuccio), Israel Islas (Teobaldo, Sansón y camillero 2), Teresa Rábago (Nana y perito judicial), Marco Antonio García (maestro Lorenzo Lucca y camarógrafo), Mariana Giménez (sra. Capuleto y fotógrafa criminalista) y Ana Ligia García (locutora).
Actores que le entran al juego humorístico que le da la vuelta a la historia shakespeareana, para hacer entrega de una puesta en escena que desacraliza el texto original y le devuelve el vigor a través de un sentido relacionado con el modo de ser de los jóvenes en la contemporaneidad.
El caso Romeo y Julieta quita el aurea a los personajes shakespeareanos, idealizados y sumidos en la desgracia, para darles vida nueva. Los enamorados en esta puesta en escena son dos adolescentes que podrían ser cualquier chavo o chava de nuestro tiempo, en plena explosión hormonal y exploración de la aventura amorosa.
Los gestos y las dinámicas en la puesta en escena se dirigen específicamente al público de adolescentes, que se puede identificar con los personajes y sus motivaciones, así como con el tono anti solemne de la historia. En este montaje dos agentes de la policía (el jefe y el subalterno), rancheros típicos con acento del norte, investigan la muerte de Julieta y Romeo.
Si bien la esencia de la trama de la tragedia shakespeareana sigue siendo la misma, la estructura de la narración se disloca para hacerla más cercana a la sensibilidad de los jóvenes de la actualidad.
La historia comienza con los cadáveres de los enamorados en la funeraria. El misterio de sus muertes debe ser desentrañada por los policías. A partir de ese momento la historia reconstruye escenas del pasado y vuelve luego al presente, recurso de salto en el tiempo que permite ir armando el rompecabezas del misterio policiaco.
Romeo y Julieta son adolescentes soñadores, calenturientos, rebeldes y enamoradizos. Como tienen la certeza de que sus padres no aceptarán su unión, deciden casarse a escondidas con la complicidad, claro, de un funcionario corrupto (el agente de la policía municipal) y de un alcahuete que hace las veces del padre ideal de todo adolescente: comprensivo y consentidor (el maestro Lorenzo Lucca). En la decisión de los adolescentes de ir en contra del odio que hay entre sus familias recaerá el peso de su destino trágico.
La puesta en escena de Sandra Félix rescata en esta paráfrasis de la tragedia de Shakespeare el valor poético del lenguaje. La belleza de la palabra en su expresión sublime parece subrayarse cuando se dice en un medio ordinario, en donde los personajes, incluso, hacen gala de cierta vulgaridad.
El planteamiento de esta obra es adecuado para llegar a un público de jóvenes adolescentes que ven reflejado su espíritu, sus gestos y la característica de rebeldía frente a la autoridad. La propuesta teatral adquiere, en ese sentido, una pertinencia indiscutible, toda vez que encuentra a su interlocutor y establece un diálogo eficaz.
Por otro lado se trata de una obra que hace alusión a un cierto regionalismo mexicano: el norteño; que evoca la época isabelina sin llegar a representarla de manera realista, y que sintetiza el sentido de la tragedia en un contexto temporal actual. La puesta en escena es un artefacto contemporáneo con un diseño espacial que se vale de varios trastes móviles de cuadros en blanco y negro.
La dinámica espacial de la propuesta escenográfica consigue dar un sentido mágico al hecho escénico. Sin recurrir al realismo podemos imaginar el salón de un palacio, el balcón de la recámara de Julieta, o la oficina de la policía en un municipio cualquier de México.
La obra propone una reflexión interesante sobre la estructura de una sociedad violenta, en donde la voluntad de los adultos se impone sobre la de los jóvenes, y en el cual éstos toman decisiones muchas veces, como ocurre en este caso, con resultados funestos.
El caso Romeo y Julieta forma parte del ciclo Teatro para jóvenes de la Compañía Nacional de Teatro y se integrará al Programa de Teatro Escolar del INBA. Una apuesta interesante de reinterpretación de un texto clásico, atrevida, divertido y, sobre todo, actual.
El caso Romeo y Julieta, paráfrasis policiaca de la tragedia de W. Shakespeare de Bertha Hiriart, Sandra Félix y Ángeles Hernández, dirigida por Félix, con escenografía e iluminación de Philippe Amand, con la Compañía Nacional de Teatro, se presenta en el Teatro Julio Jiménez Rueda (Av. de la República 54, Tabacalera), jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, hasta el 26 de julio.
*FOTO: El caso Romeo y Julieta, paráfrasis policiaca de la tragedia de W. Shakespeare de Bertha Hiriart, Sandra Félix y Ángeles Hernández, dirigida por Félix, con escenografía e iluminación de Philippe Amand, con la Compañía Nacional de Teatro, se presenta en el Teatro Julio Jiménez Rueda (Av. de la República 54, Tabacalera), jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, hasta el 26 de julio. / CNT/Sergio Carreón Ireta.
« Viento aparte: Cine mexicano, realidad social y la búsqueda de los espectadores La vuelta al XXXV Foro en 14 mundos »