Pianismo mexicano
POR IVÁN MARTÍNEZ
Pocos artistas en el medio musical mexicano con una personalidad tan mítica como la de la pianista Guadalupe Parrondo. Mexicana por adopción, la Parrondo ha sido quizá la figura pianística más imponente de México en las últimas cuatro décadas. Sin su presencia avasalladora no puede hablarse de nuestra historia musical reciente. Por ello, casi cualquiera de sus actividades es noticia por sí sola: así ha sido, el último mes, el lanzamiento de su más reciente producción discográfica, Encores, para la firma mexicana Quindecim que dirige José Luis Rivera.
Se trata de un disco que resume sus filias y su trayectoria: por un lado está la lista de los compositores invitados a esta celebración y por otro, la naturaleza de las piezas que se incluyen.
Dice Guadalupe Parrondo en el librillo que acompaña el disco: en el transitar de mis periplos pianísticos, los encuentros con públicos me han llevado con frecuencia a “sacar de mi bolsillo musical” piezas que no por breves son menos cautivadoras, para ofrecerlas al concluir el programa oficial (…) las pequeñas joyas pianísticas que configuran este disco tienen todas el sello de la factura consumada en su estructura, pero también dan fe de la fuerza comunicativa que seduce (…) sus autores han sabido transmitir en ellas toda una postura de regocijo. Ella es una de esas solistas a las que, por mérito propio, se le escuchará más de un encore en cada presentación.
Siguen las notas al programa: ¿Qué clase de música escuchamos en un encore? Toda, porque el encore es una breve chispa, una efímera flama que nos ofrece la ilusión de estar frente a una enorme síntesis (…) Nadie sabe en la primera nota del recital, qué es exactamente lo que habrá de para. Ni el intérprete ni el público tienen la certeza de cómo ha de ser el viaje. El encore es muchas veces ese gesto en cual sabemos que hemos llegado juntos al destino. (Raúl Zambrano)
Al programa de Encores acuden por igual la precisión técnica requerida para hacer un buen Scarlatti o Paradisi; las honduras sonoras y el entendimiento para regresar con madurez y sobriedad a Schubert y Brahms; el dominio absoluto para revisitar a Chopin; la fuerza con sutileza y ternura con que siempre se le ha aplaudido Ponce, o Grieg; el compromiso para presentar lo que bien puede ser un retrato de sí misma, como ocurre aquí con “Sismo I”, de Miguel Bustamante, o con el “Estudio no. 7”, de Alexis Aranda, pieza dedicada a ella que se presenta aquí en primera grabación mundial.
Un lujo de retrato.
La marca Piano Classics ha lanzado también en semanas recientes un disco de interés para el pianismo mexicano. El debut discográfico del regiomontano Abdiel Vázquez (1984), Love & Death (Piano Transcriptions of Wagner & Verdi Operas), una colección de paráfrasis operísticas para piano solo que lejos están de ser sólo un muestrario de virtuosismo y técnica, como suele ser la interpretación de fantasías instrumentales sobre temas de la lírica.
Vázquez no sólo ofrece en esta selección su amplia paleta de posibilidades técnicas, que es robusta, completa, sino que muestra el profundo instinto musical que lo ha llevado, en la vida diaria, a bien combinar sus actividades como solista con las de preparador vocal; un instinto que privilegia el sentido melódico y armónico por encima de la necesidad del show. Un instinto que ha madurado y que lejos está de aquella avasalladora muestra de técnica y arrebatamiento estilístico juvenil que lo caracterizaba años atrás, al ganar el Concurso Nacional de Piano Angélica Morales o en aquél recital de 2008 en el Museo Nacional de Arte que tanto le significó para su futura presencia en los escenarios de la Ciudad de México, que hoy es continua lo mismo con el gran repertorio tradicional (Rachmaninov, Beethoven) que con obras menos conocidas o nuevas a las que ha comprometido agenda y entrega (Barber, Contreras).
El disco, dedicado en partes iguales a Wagner y Verdi, incluye del primero tres transcripciones de Karl Tausig: además de la “Canción de Siegmund” de La Valquiria, la “Cabalgata de las Valquirias” que resulta el inciso para quien busque poder sonoro, grandilocuencia pianística, y la “Paráfrasis no. 1” a Tristán e Isolda, una masterclass de delicadeza sonora y atención a los detalles, así como una propia Fantasía de Vázquez sobre temas de Los maestros cantores de Nüremberg, cuyas características me harían repetir lo dicho en el párrafo anterior: al instinto, añadiré conocimiento de la ópera; el regreso a la naturaleza de los grandes parafrasistas del siglo XIX.
Verdi se hace presente con la Fantasía de Concierto sobre “La Forza del Destino” de Giuseppe Martucci, dos “arreglos” de Franz Liszt, la Paráfrasis de Concierto sobre “Rigoletto” y la Danza Sacra y Dueto final de “Aida”, así como la Paráfrasis de Concierto sobre “Rigoletto” de György Cziffra: cuatro incisos cuya italianità y naturaleza más ligera que los primeros, podrían prestarse más a una pirotecnia vacía a la que, como dije, el pianista ha sabido cubrir con madurez de poesía; como los buenos cantantes a los que coachea cuando no está tocando su repertorio: grandes voces, fraseos y articulaciones largas, claridad melódica.
FOTO: Love & Death (Piano Transcriptions of Wagner & Verdi Operas) es el debut dicográfico del pianista regiomontano Abdiel Vázquez/Especial.