El liderazgo de la mujer maya
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Ésta es una entradilla para resumir o presentar este texto de ficción de un autor determinado, para que hay algo de contexto y que el lector no entre sin más y pueda
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POR FANNY LÓPEZ JIMÉNEZ
Explicar que las mujeres mayas de la época prehispánica ocuparon un papel muy importante en la vida cotidiana, económica, cultural, así como en la toma de decisiones políticas y sociales, sería innecesario si aceptáramos de antemano que existen criterios de equidad que equilibran a una sociedad. La aclaración es pertinente debido a que el poder siempre se asocia con el sexo masculino; sin embargo, en el caso de los antiguos mexicanos, la mujer y el hombre fueron de pensamientos duales, es decir, que en su ser prevalecen dos fenómenos distintos: la salud y la enfermedad, la tristeza y la alegría, lo femenino y lo masculino, las fuerzas creadoras y las fuerzas destructoras. Los dioses y las diosas se unen en una dualidad como por ejemplo Ometecuhtli y Ometecihuatl: señor y señora de la dualidad entre los aztecas. Entre los mayas el dios Itzamná es representado en el códice Dresde como masculino pero también femenino.
Por otra parte, León-Portilla hace mención a que la mujer en sí misma es un antiguo principio dual: “una parte de su ser muere para que otro pueda comenzar la vida”.
Con este principio dual de la cosmovisión mesoamericana, es comprensible que las mujeres de la época prehispánica tuvieron un rol destacado en la sociedad en la que vivieron; no siendo extraño que hayan ocupado cargos importantes en distintos aspectos. Es por ello que considero que las funciones primordiales de liderazgo en las cuales las mujeres de élite se desempeñaron, fueron como gobernantes, como consortes del rey y como mediadoras en alianzas matrimoniales, garantizando con ello la continuidad de líneas de parentesco de acuerdo a los intereses del linaje.
Otro aspecto importante de señalar se encuentra en el plano de la religión. Las mujeres están representadas también como diosas. Si bien es cierto, existen en mayor número deidades masculinas y menos femeninas; sin embargo aquéllas en donde se representa a las diosas son en situaciones tan elementales como en la creación. A diferencia de las religiones en donde existe un creador masculino, en la sociedad mesoamericana existe el creador y la creadora. Sin ambos no hay creación.
El caso que nos ocupa es en relación al cargo tan importante que la Reina Roja desempeñó como consorte del máximo gobernante de Palenque: la señora Tz’ ak- B’u Ajaw, quien probablemente fue la última mujer de Palenque que sustentó el poder en uno de los momentos más difíciles de la historia política y social de esta antigua ciudad.
Cargaba consigo el peso de una figura poderosa, que había extendido su fama en la región de la selva norte de Chiapas, en las tierras bajas noroccidentales. El reino de Lakamaha´, como se le conocía antiguamente a Palenque, estaba rodeado por sitios actualmente denominados como Tortuguero, Pomoná, Yaxchilán, Toniná, Piedras Netras, Santa Elena, entre otros.
Madre de por lo menos 5 hijos, joven casada para forjar una nueva alianza, debido a que las investigaciones permiten interpretar que ella provenía de un lugar llamado Ux Te’ K’uh, quizá conocido ahora con el nombre de El Retiro, ubicado entre Palenque y Tortuguero en Tabasco. Su enlace matrimonial se interpreta como una unión política para consolidar el reino de Palenque y eso la convierte en reina simplemente por haberse casado con el rey. Su función primordial en los primeros años de matrimonio era procrear, en principio, a quien sería el sucesor de aquélla bella ciudad a la muerte de su esposo. Sin embargo, la ubicación estratégica que mantenían en general las mujeres como consorte, las hacían involucrarse en las situaciones políticas, sociales, ceremoniales, económicas y de religión, al grado de convertirse en regentes o legítimas gobernantes. No siendo así la Reina Roja la única que ejerció el liderazgo en Palenque.
Bibliografía
Bernal Romero, Guillermo, “Historia dinástica de Palenque: la era de K’inich Janahb’ Pakal (615-683 d.C.)” en revista.unam.mx, Revista Digital Universitaria. Año 2012 Vol. 13
León-Portilla, Miguel, Ometéotl, el supremo dios dual, y Tezcatlipoca “Dios Principal”. www.ejournal.unam.mx/ecn/ecnahuatl30/ECN03006.pdf
López Austin, Alfredo, “La parte femenina del cosmos” en Revista de Arqueología Mexicana, 1998, pp. 6-13
FOTO: Recreación del entierro de Tz’ak-b’u Ajaw, consorte de Pakal el Grande de Palenque en la exposición La Reina Roja, el viaje al Xibalbá en 2018./ INAH
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