Relatos Iknalíticos
El antropólogo yucateco comenta que, en realidad, la identidad y la cultura mayas son una invención de las ciencias sociales y la industria turística
POR JUAN CASTILLO COCOM
La visita de la reina Isabel II de Inglaterra a Yucatán en 1975 fue todo un acontecimiento para los descendientes de la Casta Divina* quienes se desvivían para congraciarla e impresionarla organizando suntuosos paseos y fantásticas fiestas palaciegas. Una se llevó a cabo en Uxmal, ciudad maya que alcanzó su apogeo entre los siglos VII y X de la era común. A bombo y platillo la prensa yucateca anunció la majestuosa reunión de dos grandes dinastías: la casa de Windsor y la casa real Xiu. En el sarao, según narra el exgobernador de Yucatán Carlos Loret de Mola Mediz, se encontraba Gaspar Antonio Xiu, “el último descendiente de Tutul Xiu, constructor y Rey de Uxmal”. Al ser presentado como príncipe heredero de la dinastía maya Xiu del reino de Uxmal, la reina le pregunta a Loret de Mola: “¿Es realmente auténtica esa rara y extraordinaria dinastía maya?”. (Loret de Mola 1978, 271-272).
La respuesta sobre la autenticidad de la casa real Xiu es un «sí» rotundo. Responder a la pregunta de si la identidad étnica maya es genuina es otra cosa… requiere una suspensión permanente de la creencia en lo real y en la realidad, una que pueda interpelar la visión de la realidad construida por las ciencias sociales.
Nunca existió un grupo étnico llamado “maya” ni antes de la conquista ni durante la colonia. Los habitantes del “área maya” jamás se denominaron “mayas” a sí mismos tampoco se reconocían entre sí como miembros de un grupo étnico “maya” (Restall 2004). El grupo étnico maya es un invento de las ciencias sociales en contubernio con la industria turística y el gobierno. Intentaré explicar esta cuestión a través del tsikbal (en el màaya t’àan —lengua maya—, es diálogo, plática, narración a través del tiempo y el espacio de los silencios y sonidos que facilitan el flujo resonante de la mutua confianza y del miedo como residuo de la colonización).
Tsikbal del Yóok’ol Kaab
En tsikbal del Popol Vuh y los Chilam Balam escuchamos los sonidos de la creación del Yóok’ol Kaab o Balamil (tierra, mundo) y de los hombres de maíz.
Sucedió así. Los dioses el Corazón del Cielo y el Hogar de la Tierra, la Soberana Serpiente Emplumada, envueltos en plumas de Quetzal, pronunciaron la primera elocuencia: ‘Yóok’ol Kaab’ y esta surgió repentinamente. Tenía forma de una planicie geométrica rectangular (un Quincunx con cuatro esquinas) sobre la cual crecían cinco árboles de ya’ax-che’ (ceiba pentandra); uno en cada esquina y otro al centro. Luego, al encontrar maíz en la tierra, crearon a los hombres de maíz.
Miles de años después, otros semidioses —académicos europeos, norteamericanos y mexicanos (i.e. antropólogos, arqueólogos, sociólogos, lingüistas, historiadores, empresarios turísticos, políticos y el Estado)—, crearon a los “mayas”, su identidad y su cultura. Utilizaron cuatro disciplinas científicas —historia, lingüística, antropología y arqueología—, para crear un Quincunx metacrítico. Metafóricamente representan a los cuatros árboles míticos que sostienen las representaciones objetivas de la mayanidad.
El término “maya” se creó a mediados del siglo XIX para denominar a un tipo arquitectura que le diese nombre a las antiguas construcciones de una civilización milenaria “enigmática” y “misteriosa”. Es hasta finales del siglo XIX se comenzó a utilizar para referirse a los hablantes del màaya t’àan (Schackt 2001). Es la aceptación de la ficción como real, como si fuera real: “la ficción como experiencia”.
Se es “a veces” maya
Es posible escapar del imaginario de la identidad “maya” emanado de las fantasías eurocristianas y antropológicas. Una especie de etnoéxodo que cuestione el edificio monolítico de la “etnicidad maya” construido en más de un siglo y cuarto en el Quincunx metacrítico. El etnoéxodo no explora la aparente génesis del etnos, sino “el simulacro de la movilidad” y el desplazamiento de los roles políticos de los individuos y comunidades, lugares y localidades a través del Iknal** un concepto filosófico maya relativo a la ausencia, presencia, omniausencia, omnipresencia, fluidez y resonancia de los puntos de referencia del espacio corporal (Hanks 1990; Hernández Reyna y Castillo Cocom 2021).
En el màaya t’àan (lengua maya), el Iknal es la cualidad de estar presente/ausente a un mismo tiempo en todas partes, en todo momento y en continuo movimiento (independientemente si se está físicamente o no). Es la capacidad de ser sin estar, porque nunca se es o se está de manera perpetua debido a la fluidez de la incertidumbre de nuestros etnoéxodos —que no se limitan a la ubicación física o estatus—, sino a los espacios que transitan y escapan hacia otras sinfonías identitarias que me transforman de golpe y que me permiten actuar como un agente plenamente consciente de mis intenciones y de mis acciones. Las identidades son esquizofrénicas.
Algunas veces soy maya; otras post-maya; sociólogo, antropólogo indígena, mexicano yucateco… y al mismo tiempo no soy ninguna de esas “cosas”. (Castillo Cocom 2005, 133)
Ismael también escapa del gulag de las ciencias sociales creado para aprisionar la identidad maya entre el exotismo y la representación inmaculada de su sexualidad. En el siglo XIX los arqueólogos evitaron dibujar penes del arte maya. Escribían: “En cuanto a su comportamiento sexual, los indios son excesivamente moderados” (Steggerda 1938). Ismael es maya LGTBQ+. Su identidad es iknalítica (Castillo Cocom y Quetzil Castañeda 2021).
Aunque parezca difícil construir a partir de la ficción, en realidad es posible y bastante cotidiano el proceso de construir realidades, verdades, experiencias y conocimientos ficcionales. Lo hacemos constantemente porque la ficción no significa que algo sea falso o que no exista. Etnoéxodo no significa que no hayan ‘mayas’, sino que lo que es ‘maya’ es la interacción individual del Iknal y la comprensión que las identidades étnicas son variables, situacionales, flexibles, ilusivas, elusivas, alusivas y que están articuladas a estrategias de escape de los procesos discriminatorios de marginación sociocultural científicamente creadas en el Quincunx que definen quien, qué, cuándo, cómo, dónde, por qué, cuánto, somos, eres o se es “maya” en pleno siglo XXI.
El etnoéxodo es un camino para imaginar nuevas identidades no esencialistas, ironizando certezas cuya construcción obedece a distintos intereses. Las identidades que se nos presentan como existentes desde siempre no son más que una forma de gobierno de las subjetividades y una reducción de la diversidad fluida del mundo. Escapar del pensamiento de la unidad y de la inmutabilidad es un acto de rebeldía. Los (a veces) mayas de ayer y hoy siempre hemos sido rebeldes…
Notas
*Grupo oligárquico criollo conformado por hacendados, empresarios y funcionarios estatales que controlaban la industria henequenera que dominó la vida económica, política y social de Yucatán a finales del siglo XIX y principios del XX.
**El Iknal es creación maya prehispánica. Hanks (1990) lo relacionó con aspectos denotativos y referenciales de la práctica cultural cotidiana. Retomando sus estudios propuse las bases teóricas del programa de tutorías de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo. Rafael Pantoja Sánchez, actual rector, está promoviendo la creación de un centro de estudios sobre filosofía maya.
Referencias
Castillo Cocom, Juan. 2005. “‘It Was Simply Their Word’: Yucatec Maya PRInces in YucaPAN and the Politics of Respect.” Critique of Anthropology 25(2):131-155.
Castillo Cocom, Juan y Quetzil Castañeda. 2021. Visión Etnográfica: Imaginar el Iknal Maya. The Journal of Latin American and Caribbean Anthropology. Vol. 26, No. 1, pp. 10–24.
Castillo Cocom, Juan A. y Quetzil E. Castañeda. 2021. Visión Etnográfica: Imaginar el Iknal Maya. The Journal of Latin American and Caribbean Anthropology. Vol. 26, No. 1, pp. 10–24.
Castillo Cocom, Juan A. y Quetzil E. Castañeda. 2002. “Deciphering the Archaeology Glyph: The Experience as Fiction.” Conferencia American Anthropological Association. New Orleans.
Hanks, William F. 1990. Referential Practice: Language and Lived Space among the Maya. Chicago: The University of Chicago Press.
Hernández Reyna, Miriam y Juan A. Castillo Cocom. 2021. “Ser o no ser indígena”: Oscilaciones Identitarias dentro de la Interculturalidad de Estado en México. The Journal of Latin American and Caribbean Anthropology. Vol. 26, No. 1, pp. 147–171
Loret de Mola Mediz, Carlos. 1978. Confesiones de un Gobernador. México: Grijalbo.
Restall, Mathew. 2004. “Maya Ethnogenesis.” The Journal of Latin American Anthropology Vol. 9, p. 64-89.
Schackt, Jon. 2001. “The Emerging Maya: A Case of Ethnogenesis.” In Maya Survivalism, edited by Ueli and Matthew Restall Hostettler. Acta Mesoamericana Vol. 12, pp. 3–14.
FOTO: Una toma panorámica de la ciudad de Uxmal, en Yucatán, la cual es un ejemplo de la arquitectura denominada “maya” /Crédito: EFE/Martha López Huan
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