La reversión en marcha
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Regreso a la jaula, de Roger Bartra, se inscribe en lo mejor del ensayismo político contemporáneo, una lectura urgente sobre la democracia, hecha con lucidez y erudición
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POR ARIEL GONZÁLEZ
Dentro de la extensa obra de Roger Bartra, Regreso a la jaula (Debate, 2021) es probablemente su libro más urgente. Es decir, un texto definido por el apremio de analizar y aclarar la inquietante escena nacional, así como la urgencia para responder a las innumerables incógnitas que trajo consigo el arribo a la Presidencia de López Obrador. Urgencia también para dimensionar y poner en perspectiva el desastre social y económico que ha dejado como saldo inmediato la llamada Cuarta Transformación. Y finalmente, pero no menos importante, urgencia para sopesar los riesgos y peligros políticos que comporta la pretensión de restaurar el viejo régimen priista: presidencialismo omnímodo, partido único, justicia subordinada al poder político, derechos y libertades restringidos, opacidad y corrupción, en suma, cancelación de los caminos y rutas que venía trazando nuestra defectuosa pero tangible vida democrática.
Debido a su carácter, esta obra se inscribe dentro del mejor ensayismo político que en diferentes etapas y coyunturas ha arrojado luz sobre los derroteros del país: un tipo de reflexión que han practicado diversos intelectuales como Daniel Cosío Villegas u Octavio Paz, y más recientemente Enrique Krauze, José Woldenberg y Héctor Aguilar Camín, entre otros, quienes necesariamente han hecho de la democracia en México su tema central: la ausencia de esta, su difícil construcción, las no pocas distorsiones que ha sufrido mientras se hace formalmente presente y genera nuevas expectativas, o el temor de que simplemente se desvanezca como un espejismo más de nuestro desarrollo.
En La jaula de la melancolía (1987) Bartra visitó, con gran lucidez y erudición, las profundidades míticas del nacionalismo mexicano, torcido atavismo que sirvió de soporte a los regímenes autoritarios surgidos de la Revolución. Ahora, en Regreso a la jaula, el autor explora los caminos que está tomando el gobierno actual para restaurar la peor faceta del nacionalismo mexicano.
Si La jaula de la melancolía terminaba esbozando cómo en las postrimerías de los años 80 muchos mexicanos comenzaban a rechazar el nacionalismo revolucionario, esa cultura política “fiel compañera de autoritarismo, de la corrupción, de la ineficacia y de atraso”, Regreso a la jaula comienza por advertir, 30 años después, que la condición que Bartra llamaba entonces postmexicana —alcanzada con la alternancia en el poder y el despliegue de una clara transición democrática— tal vez no llegó para quedarse.
La radiografía que Bartra presenta en su nuevo libro no deja lugar a dudas sobre la orientación reaccionaria —“retropopulista”— que tiene el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El relato de esta reversión sigue tres grandes apartados: “El misterio de las elecciones de 2018”, “Los primeros retrocesos” y “El fracaso”. Inicialmente busca explicar cómo fue que un candidato que ya se estaba convirtiendo en el perdedor de siempre consigue por fin alzarse con la victoria gracias, entre otras cosas, a que el gobierno de Enrique Peña Nieto decide torpedear la candidatura de Ricardo Anaya, quien resultaba ser más peligroso para el PRI que el propio López Obrador. Las ruinas de una izquierda que había sucumbido “a un síndrome desastroso: la lenta sustitución de las ideas por los sentimientos o las pasiones” harían su parte, mientras que 30 millones de electores, en su desesperanza e irritación, saldrían a votar confundiendo, como temía Bartra, “el cambio con un salto hacia atrás”.
Por lo que hace al recuento de “Los primeros retrocesos”, el autor refiere algunas de las obsesiones y aprensiones que ha venido destacando en distintas esferas el Jefe del Ejecutivo, pero que no llegan a conformar un conjunto coherente, pues las ideas de este “son un curioso y confuso batiburrillo”. Prima, eso sí, una moralidad discursiva, un sentido religioso que pretende proyectar hacia sus fieles, y una irracionalidad a toda prueba que lo mismo le permite evitar el cubrebocas en tiempos de pandemia que hacerse una “limpia” para su “purificación”.
No hay en este libro ninguna conclusión que no se sustente en los hechos que han marcado el primer tramo del sexenio. En el abordaje de “El fracaso” Bartra enumera datos y cifras que cuestionan el desempeño del gobierno de Morena en todos los ámbitos sustantivos.
La severa crisis económica, la interminable pandemia pésimamente gestionada, el asedio constante a la libertad de expresión y a las instituciones democráticas y autónomas, así como la violencia sin freno y la militarización del país, han sido el telón de fondo de lo que Bartra no duda en definir como una deriva autoritaria. La reversión hacia el nacionalismo autoritario está en marcha. Sin embargo, los brujos de la Cuarta Transformación no atinan a producir un conjuro “antineoliberal” efectivo: “El populismo —escribe Bartra—, el autoritarismo, el centralismo y el presidencialismo se están desencadenando con ímpetu pero el conjunto no funciona. La fórmula no ha combinado bien los viejos ingredientes y no ha logrado suplir los faltantes o anular los nuevos”. El fiasco del gobierno de López Obrador está a la vista.
Regreso a la jaula se publicó meses antes de las elecciones intermedias. Y aunque nadie puede menospreciar los relativos (y en muchos casos absolutos) éxitos del partido en el poder durante la contienda electoral pasada, es un hecho que la diversidad política —el principal mensaje de los electores— se hizo patente junto con el dato de que son ya más los votantes que rechazan el proyecto de la 4T. Estamos, no obstante, en ese punto donde no sabemos si la jaula ha quedado entreabierta o si los carceleros reforzarán, desesperados e irascibles, los cerrojos. En cualquier caso, estoy seguro que las ideas de Roger Bartra seguirán aportando valiosos análisis y estimulando las convicciones democráticas que necesita el México del siglo XXI.
FOTO: Roger Bartra, Regreso a la jaula, México, Debate, 2021, 199 p.
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