Tonio Torres: cuerpo invencible de la danza

Mar 9 • Escenarios, Miradas • 3701 Views • No hay comentarios en Tonio Torres: cuerpo invencible de la danza

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Con más de cinco décadas de trabajo dancístico, este bailarín y coreógrafo sigue transmitiendo a sus alumnos la pasión y la disciplina del cuerpo en movimiento

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POR JUAN HERNÁNDEZ

Hay cuerpos formados para la danza que no se cansan. Cuerpos privilegiados como el de Tonio Torres, nombre artístico de José Antonio Torres Hernández (Río Verde, San Luis Potosí, 1951), de un entendimiento profundo del lenguaje del movimiento, de la escena y la proyección del espacio.

 

Apreciamos su quehacer artístico hace unos días en el Teatro de la Danza “Guillermina Bravo” cerrando la función del IV Festival de Danza Contemporánea Unipersonal “Cuerpo al descubierto” Miguel Ángel Palmeros, en el que se dieron cita también bailarines como Duane Cochran, Adrián Figueroa, Myrna de la Garza y Olivia Luna.

 

Tonio Torres interpretó la obra Tres figuras lúgubres, pieza dramática sobre el instinto de supervivencia del cuerpo enfrentado a la enfermedad como parte de la experiencia humana. La obra recae por completo en la capacidad expresiva del bailarín, quien se presenta en escena con un vestuario austero, una iluminación en penumbra y prácticamente sin ningún elemento escenográfico, salvo el contenedor del suero usado en los hospitales.

 

El intérprete tiene un cuerpo sabio, entrenado en una técnica impecable. De ahí que en ningún momento refleje que él mismo ha sido intervenido quirúrgicamente para mantener en funciones uno de sus órganos vitales: el corazón. Las piernas de Torres se asientan con gran fuerza sobre el escenario, su torso se mantiene firme como quien desea alcanzar alturas sagradas. Su danza es expresiva y profunda.

 

Tonio Torres es un bailarín emblemático de la danza contemporánea mexicana. Inició como intérprete bajo la tutela de Lila López en San Luis Potosí, pero su inquietud lo llevó a buscar otras rutas de conocimiento y así llegó a ser alumno de Katy Maddox, Carlos Delgadillo, George Berard, Elena Jordan, Xavier Francis, Sara Pardo, Anna Sokolow, Michel Descombey y Gladiola Orozco.

 

Bailarín, coreógrafo y maestro, el trabajo de Tonio Torres ha enriquecido la cultura dancística de México en los últimos 50 años. Formó parte del Ballet Provincial de San Luis Potosí (1967-1971), del Ballet Contemporáneo de Xalapa (1974-1977), de la Compañía de Danza Contemporánea de la Universidad Veracruzana (1978-1981) y de Ballet Teatro del Espacio (1981-1984).

 

Como maestro de Técnica Graham ha entrenado a alumnos del Instituto Potosino de Bellas Artes, de la Facultad de Danza Contemporánea de la Universidad Veracruzana, Ballet Teatro del Espacio, y de Núcleo Danza, compañía que fundó en su estado natal, entre otros centros de formación dancística.

 

Entre las obras que ha compuesto están: Mujeres (1985), La vida (1987), La broma (1988), Los caídos (1989), En el desierto idilio salvaje (1990), Recursos de la nostalgia (1991), Soledades (1994), Umbral (1994), Nostalgias (1995), Cartas a mi hermano Teo (199) y Tres figuras lúgubres que mantiene actualmente en escena. Inolvidables también son sus interpretaciones en las obras Ícaro, de Rossana Filomarino, y La muerte del cisne, de Michel Descombey.

 

Además de fundar la Escuela Estatal de Danza Contemporánea de San Luis Potosí, fue director del Taller de Danza contemporánea en la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en donde creó la Compañía de Danza Contemporánea en 1996. Actualmente es maestro en la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello, en donde entrena a nuevas generaciones de bailarines.

 

Premios ha tenido muchos. Sin embargo la mayor satisfacción que tiene es entregar su talento en la escena, con un cuerpo revitalizado en el movimiento, potente y, sobre todo, consciente del significado de la trasmisión simbólica de estados del alma que sólo pueden hacerse presentes a través de la trasmutación de la energía en un espacio habitado por un ser sintiente.

 

Tonio Torres se transforma cuando danza. En el espacio de la representación se vuelve fuerza vital, símbolo y signo. La experiencia que tiene como ser humano y artista la suma de manera sustancial a su expresión. Su lenguaje atrapa al espectador que ansía reconocer el misterio del arte coreográfico, desentrañado por el cuerpo sabio del bailarín.

 

Tres figuras lúgubres podría leerse como el lamento de un cuerpo que se extingue, sin embargo Tonio Torres disloca el discurso dramático para convertirlo en un canto a la vida desde el tiempo-espacio presente en el que se realiza el arte dancístico.

 

 

FOTO: Tres figuras lúgubres, creación e interpretación de Tonio Torres, se presentó en el Teatro de la Danza “Guillermina Bravo”, en el marco del programa Creadores Consolidados del IV Festival de Danza Contemporánea Unipersonal “Cuerpo al Descubierto” Miguel Ángel Palmeros, y se escenificará en el Teatro Benito Juárez (Villalongín 15, Cuauhtémoc), el 10 de marzo a las 18 horas. En la imagen, Tonio Torres en su interpretación de La muerte del cisne, de Michel Descombey. / / Cortesía Tonio Torres.

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