Estar bien

Oct 24 • destacamos, principales, Reflexiones • 3190 Views • No hay comentarios en Estar bien

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Frente a la intolerancia hay que apelar al entendimiento, reflexiona el escritor portugués José Luís Peixoto, quien con este texto inicia una serie de publicaciones en Confabulario

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POR JOSÉ LUÍS PEIXOTO

Traducción de Diana Alcaraz

¿Tenemos que odiar a aquellos con quienes discrepamos?

 

¿Sus gestos y palabras nos incomodan. A veces, es su misma presencia la que nos irrita. Aparecen en la televisión y cambiamos de canal. Si insisten en sus comentarios, los bloqueamos de Facebook. Me pregunto: si tuviéramos todo el poder, si no fuéramos juzgados por nadie, si bastara con chasquear los dedos para que se cumpliera nuestra voluntad, ¿qué les haríamos?

 

La respuesta a esta pregunta dice más sobre nosotros que sobre ellos. Es fundamental que poseamos una idea acerca de cómo nos gustaría que fuera el mundo, una dirección; sin embargo, me parece también importante que dentro de ese ideal encontremos un espacio para los que discrepan de él. Una utopía en la que todos crean en lo mismo es fácil de construir.

 

Existimos con los otros y muchas veces debido a ellos. Su existencia refleja la nuestra, la agranda y, claro, lo mismo sucede en la dirección opuesta. Juntos somos una suerte de espejo. Pero hay una diferencia fundamental: nuestra sensibilidad nos es intrínseca, reconocer la sensibilidad de los otros requiere un esfuerzo intelectual de empatía.

 

Criticar a los demás, reaccionando de la misma forma, resulta incoherente, no tiene sentido, a no ser que estemos convencidos de que nuestra principal valía es ser nosotros mismos.

 

Puede suceder que no estemos considerando a los otros en todas sus dimensiones. Si aceptamos que son seres humanos, tenemos que reconocerles humanidad. Está aquello en lo que no estamos de acuerdo y que podría lastimarnos si fuera importante, si fuera violento, pero es muy probable que haya una enorme cantidad de asuntos en los que pensamos exactamente igual. Estar disponible para esa búsqueda es querer saber más, es no tener miedo a saber más.

 

Quienes disienten de nosotros, decidieron dedicar su vida a combatir aquello que consideramos verdadero. Ese punto de vista nos cuesta porque al final estimamos su opinión. Tienen importancia para nosotros. Admitirlo no es una señal de nuestra debilidad, sino de nuestra fuerza.

 

¿Tenemos que odiar a aquellos con quienes discrepamos?

 

Claro que no, únicamente tenemos que odiar al odio.

 

FOTO: Empatía/ Eyvn/ Prexels

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