Odio y amor. Las cartas de Paz a Garro

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Celos, chantajes, narcisismo, fantasías adánicas, machismo y presiones eróticas puede leerse en estas cartas de Paz; pero, gracias al trabajo crítico de Sheridan para la edición, se expone y transparenta la evolución intelectual y poética del joven Octavio 

 

POR JOSÉ JUAN DE ÁVILA
Son 84 cuatro cartas que abarcan un periodo de 1935, cuando el poeta tenía 21 años, a 1945, cuando vivía en California. Mejor título no pudo hallar el editor, Odi et amo (odio y amo), tomado de un verso de Catulo, que a lo largo del volumen de 470 páginas va perfilando una pasión, a veces ya odiosa para un simple lector acostumbrado a imaginarse a quien escribió las cartas como de personalidad ecuánime.

 

Son 84 cartas que escribió Octavio Paz a Elena Garro, su primera esposa, desde el inicio de su noviazgo, que publica ahora Siglo XXI Editores en una edición monumental que sólo podía emprender Guillermo Sheridan, autor de numerosos libros y artículos sobre el premio Nobel de Literatura 1990.

 

Celos, chantajes, narcisismo, fantasías adánicas, machismo y presiones eróticas, todo está en esas cartas de Paz; pero, gracias al trabajo crítico de Sheridan para la edición, se expone y transparenta la evolución intelectual y poética de Paz a partir del amor (y por supuesto quizás también del odio), en este caso hacia otra figura clave de la literatura mexicana, Garro, con quien estuvo casado hasta 1959.

 

Las cartas, que el editor presume son todas las que hay de Paz para Garro, están agrupadas en tres periodos, bien definidos: 1935, cuando Octavio y Elena se conocen en un baile en Ciudad de México y empiezan un noviazgo, intercambio que se inicia en realidad con algunos poemas dedicados a la joven; en 1937, en Mérida, en vísperas de la boda, y en 1944-1945, cuando ya se auguraba la separación final.

 

A pesar de libros como La llama doble. Amor y Erotismo (1993), sorprenden los textos de Paz en esta correspondencia por su apasionamiento, protegida por la intimidad de dos enamorados, pero sobre todo por la ambivalencia en los sentimientos que el poeta mostraba, resumidos en el título de la compilación.

 

Sheridan subraya la importancia evidente de estas cartas escritas en la primera mitad de vida del autor de Blanco, sobre otras que ya se han publicado de su intercambio epistolar con otros poetas, narradores y amigos como Carlos Fuentes, o editores como Arnaldo Orfila: en ellas Paz no tiene paz, odia y ama.

 

Recuerda que el poeta y ensayista dedicaba al menos dos horas de su vida a leer y escribir cartas cotidianamente, quizás en parte como justificación para publicar ahora cartas íntimas, ya sin herederos vivos tras la muerte de la segunda esposa, Marie-Jo, y con el legado físico en espera de un fallo legal.

 

Sheridan escribe una introducción a la compilación epistolar que, como él mismo manifiesta, no puede tratarse de una correspondencia lamentablemente, porque sólo sobrevivieron las cartas que envió Paz, sin que puedan conocerse las respuestas de Garro, por lo que el intercambio sólo queda para imaginar.

 

Pero tan importante como el preámbulo, Sheridan desarrolla un aparato crítico exhaustivo para cada carta, donde expone en las citas no sólo detalles anecdóticos de personas y lugares mencionados en ellas, sino, y más importante, las referencias de lecturas, pulsiones o influencias que un joven Paz iba expresando a su Helena, como la rebautizó con H en la intimidad de esos documentos hasta hoy ignorados o dispersos, que muestran a la vez la evolución del pensamiento del poeta y ensayista.

 

El investigador nos da cuenta, por ejemplo, de lecturas como Las cuitas del joven Werther, de Goethe, que se trasladaban a las palabras de Paz en su relación epistolar con su Helena, incluso para, en cierto momento, chantajear con el suicidio a la que sería después la autora de Los Recuerdos del Porvenir.

 

Sheridan también escribe un epílogo a la compilación, donde ofrece algunos detalles previos al divorcio en 1959 de la pareja, cuya relación establece como de “cautiverio e infierno”, y expone igual –tomando partido por el poeta y ensayista– la “persecución” que emprendió Garro en contra de Paz.

 

Octavio Paz. Odi et amo: las cartas a Helena sin duda es un acontecimiento literario y editorial por partida doble al menos, por las cartas mismas y la investigación y edición crítica de Sheridan, que deslumbrará tanto al simple lector del poeta como al investigador y académico, más allá del morbo y la toma de partido que han suscitado la relación y el matrimonio fallido entre Octavio Paz y Elena Garro.

 

FOTO: Portada del libro Odi et Amo: las cartas a Helena/Crédito: Siglo XXI Editores

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