Paola Vidal: danza transformadora

Dic 7 • Escenarios, Miradas • 5238 Views • No hay comentarios en Paola Vidal: danza transformadora

POR JUAN HERNÁNDEZ

 

Lejos del mainstream de la escena dancística, Paola Vidal, coreógrafa y bailarina de la “periferia”, ofrece una obra de sumo interés por la contundencia lograda en la expresión de asuntos esenciales sobre el mundo.

La artista restituye al cuerpo su capacidad para elaborar discurso, buscando un tipo de movimiento que se vuelve lenguaje, con el cual increpa a la humanidad en el presente, evadiendo el vocabulario trillado al que recurren coreógrafos que siguen las modas del quehacer dancístico.

También alejada de los compromisos burocráticos —que con frecuencia asumen los creadores que participan del sistema oficial de producción y consumo de la danza contemporánea en México—, la joven creadora responde a sus necesidades expresivas y a la experiencia gozosa de arriesgarse artísticamente sin miedo a la censura o la descalificación.

Esta plataforma le permite generar una propuesta escénica poderosa por honesta y genuina. Ocupada de los impulsos creativos, Vidal se expresa con una voz fresca, clara y cuestionadora.

Nacida en Tepic, Nayarit, y radicada en Guadalajara, la coreógrafa es una artista con gran potencial. Creadora de excepción que no requiere de  parafernalia para transformar y convertir a la escena en el centro de discusión sobre los asuntos esenciales de la condición humana.

Una voz pertinente en un momento en que la danza contemporánea se encuentra fascinada con el artificio y la necesidad de gustar para lograr el reconocimiento público. En este contexto, la presencia de Vidal revitaliza la escena dancística al ofrecer una propuesta que cimbra la conciencia y la sensibilidad.

La sombra de un vaporizado, con música de Israel Martínez, y R-bis, con música de Murcof, ambas de Vidal, son de esas piezas que conducen a un universo simbólico que amplía las posibilidades de acercamiento a la obra artística y su interpretación.

Si bien la primera de estas coreografías es el resultado de la reflexión y del estremecimiento íntimo de la creadora frente a sucesos violentos -como son las ejecuciones de personas por parte del crimen organizado- la obra no deviene en panfleto. Lo que ofrece la artista es la propia conmoción frente a la sangre fría con la que se atenta contra la vida humana y el horror de quienes en el mundo observamos las escenas de muerte.

En esta coreografía la bailarina construye corporalmente un lenguaje que expresa indignación: los movimientos son firmes, dolorosos y violentos. Resultado de una búsqueda interna, el vocabulario de la intérprete crea una energía dramática que se expande por el espacio de la figuración dancística.

El escenario, en este caso, no es el tradicional para la representación de una pieza coreográfica de concierto. En eso radica una de las fortalezas de la propuesta de Vidal, quien no limita su creación al cuadro establecido para la escenificación en el sentido convencional, sino que interviene tanto el espacio físico como el íntimo, comprometiendo al espectador con el discurso de su obra.

Todos los elementos a los que recurre la artista para figurar su propuesta escénica son lenguaje y, en ese sentido, imprescindibles. La música y el vestuario tienen una importancia semántica de primer orden en la construcción del discurso y, en el caso de La sombra de un vaporizado, la marioneta de tamaño natural —que en el acto creativo se vuelve ser vivo— es el sujeto-fetiche cuya transfiguración desvela el rostro del horror y la violencia.

Tanto en esta obra como en R-bis, Vidal es fiel a la naturaleza de su vocabulario, el cual proviene de impulsos cuestionadores; es decir, de la increpación a la conciencia y de una energía que discurre, siempre, en sentido contrario.

En R-bis la coreógrafa hace una exploración sobre la otredad y el derecho a construir una identidad que corresponda a la naturaleza del ser que se eleva. La obra toca límites con el performance y la intervención, y se basa en una energía opositora, violenta, que se atrinchera en su naturaleza contestataria frente a los embates del mundo.

 

*La sombra de un vaporizado R-Bis, creación e interpretación de Paola Vidal, se presentaron en “El Bodegón” del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), en el marco de La Otra Fil 2013, en Guadalajara, Jalisco, el 1 de diciembre.  

 

Fotografía: Paola Vidal, coreógrafa y bailarina nayarita/Nelly Carrillo.

 

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