Alaíde Foppa: poesía y militancia feminista
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La publicación de una antología de Alaíde Foppa en la colección Material de Lectura de la UNAM es un importante acercamiento a la obra de esta poeta entre las nuevas generaciones de lectores
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POR YANET AGUILAR SOSA
En México, Alaíde Foppa (Barcelona, España, 3 de diciembre de 1914) escribió gran parte de su obra poética, fundó fem, la primera revista feminista del país, fue pionera del feminismo y tuvo a su cargo la cátedra de literatura italiana y de sociología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sin embargo en Guatemala tuvo su corazón y allí murió luego de ser desaparecida por la dictadura del general Fernando Romeo Lucas García, el 19 de diciembre de 1980.
Y es en México, donde a 40 años de su desaparición, la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, de la UNAM, acaba de publicar Alaíde Foppa. Material de Lectura primer número de la nueva serie Vindictas. Poetas Latinoamericanas, que reúne 21 poemas de la poeta, ensayista, feminista, activista política, crítica de arte, traductora y profesora, que fue hija del periodista italo-argentino Tito Livio Foppa y de la pianista guatemalteca Julia Falla.
Elisa Díaz Castelo, quien hizo la selección de poemas y prólogo de esta antología que reúne piezas de sus principales libros, asegura que esta edición es un intento porque muchas personas lleguen a Alaíde Foppa, la quieran leer más, motive reediciones de su obra y estudios sobre su trabajo.
“Quise mostrar un abanico de distintas voces o distintos tonos que ella tuvo, la idea era también mostrar su versatilidad y dar cuenta de los varios temas que tocaba; por eso quise seleccionar poemas de todos los libros, quizás algunos me gustaban menos que otros pero quise incluirlos porque queríamos mostrar lo que buscaba ella en cada uno de sus libros que tienen vocaciones y finalidades muy concretas; cada libro tiene una exploración muy distinta a los otros, y esta antología es un abanico de todos esos tonos e intereses que ella tuvo a lo largo de su vida”, señala Elisa Díaz Castelo.
La poeta y traductora que en 2020 obtuvo el Premio Bellas artes de Poesía Aguascalientes por el libro El reino de lo no lineal, apunta que si bien la poesía de Foppa se mantiene al margen de la política y el feminismo, “sólo por el hecho de enunciar desde la poesía la experiencia de ser mujer, sus poemas están aliados a la causa pues vuelven visible una perspectiva que durante siglos se mantuvo casi por completo excluida del canon literario. En una época en la que el papel asignado a la mujer era monocromático y marginal, escribir desde ese margen y colocarlo en el centro del discurso constituía siendo un acto revolucionario”.
Elisa Díaz Castelo (Ciudad de México, 1986) dice que muchos de los poemas más poderosos de Foppa exploran la maternidad pero no desde la idealización celebratoria sino desde una ambivalencia compleja y honesta; en otros explora la condición de la mujer desde su propia experiencia y en varios, dice, reconoce que la sociedad determina el valor de la mujer, su identidad, por medio de su relación con otros (esposo e hijos) y por su condición de servicio; y hay unos más que abordan la relación con el lenguaje y el silencio. “En estos poemas encontramos la voz de Foppa destilada, afinada al máximo en una serie de poemas minimalistas cuyos cortísimos versos se sienten horadados y vulnerados por la pérdida”, apuntó la poeta en la presentación de la antología en Material de Lectura.
“Alaíde Foppa escribe de una forma sumamente íntima y lírica, habla, y esto parece fundamental, de temas de los que no se hablaba mucho en esos tiempos: la maternidad y específicamente una relación ambigua, ambivalente con la maternidad, creo que era muy de avanzada en esa época cuestionar y hablar del revés oscuro de la maternidad, de una relación también atravesada por el conflicto del amor hacia los hijos; sin embargo si bien muy pocos de sus poemas tratan directamente sus intereses políticos y feministas, el hecho mismo de que haya escrito desde el punto de vista de una mujer en la época en la que ella vivió es un acto feminista y está cargado de un valor político y social”, asegura la escritora que ha sido becaria Fulbright, del FONCA y de la Fundación para las Letras Mexicanas.
Dice además que muy pocos poemas tienen referencias abiertamente feministas, sin embargo en una época donde el papel asignado a la mujer era tan marginal, escribir desde ese margen es por supuesto un acto feminista. “Sin duda leí a Alaíde Foppa con mucho asombro, reconociendo toda esta herencia invisibilizada de estas mujeres que escribieron antes de mis tiempos y que escribían de temas que a mí me interesan y me obsesionan, es asombroso encontrar esta sororidad con estas voces, encontrar a estas ancestras que yo no sabía que tenía, entonces empecé a sentirme acompañada por esas voces”, asegura en entrevista. Uno de los libros que Díaz Castelo le interesan más sobre Alaíde Foppa es Las palabras y el tiempo por la exploración “casi filosófica” de cómo se relaciona el lenguaje con la realidad, que es un tema que en particular a ella le interesa muchísimo, pero no deja de celebrar también, el interés de la poeta y feminista por los problemas de la maternidad porque ahí rescata una relación más conflictiva y ambivalente con la maternidad y también lo que puede tener de ardua y de oscura.
Alaíde Foppa publicó siete libros de poesía a lo largo de su vida. Excepto el primer libro, los demás se publicaron en México y fueron bien distribuidos, pero no fueron reeditados. Díaz Castelo dice que es muy difícil conseguir su poesía. “Hay pocas antologías, aunque hay una que creo que es de los 90, pero sus libros originales no han sido reeditados. De hecho, yo llegué a ellos mediante dos antologías: esa de los 90 y otra muy reciente publicada por Malpaís”.
La poeta atribuye la falta de mayor presencia de la obra de Alaíde Foppa a lo largo de las últimas décadas a la violencia ante el cual han estado sujetas las mujeres durante tanto tiempo. “También puede tener que ver con su muerte tan repentina, tan inesperada y trágica. No sé qué efecto pudo haber tenido eso sobre su obra pero estoy segura que determinó hasta cierto punto cómo circularon sus libros y si eran o no reeditados”, apunta la autora de poemas escritos en inglés que han sido premiados por Poetry International, Literal Latté y Tupelo Quarterly.
Dice Díaz Castelo que Alaíde Foppa vivió en una época en la que se percibía negativamente que la obra poética tuviera una carga política abierta. Quizás por eso no aparece en su poesía el activismo político, a pesar de que su compromiso era bien conocido e incluso murió por él.
Alaíde Foppa tuvo cinco hijos. Tres de ellos participaron en los años 70 en la guerrilla guatemalteca y fueron parte del Ejército de los Pobres, dos de ellos fueron asesinados. Esa tragedia y la muerte de su esposo, también por esa época, refrendaron su compromiso con la lucha. En 1980 viajó a Guatemala para renovar su pasaporte y el 19 de diciembre fue secuestrada por la G2 –sección de inteligencia del ejército de Guatemala– por instrucciones del general Fernando Romeo Lucas García, a plena luz del sol en la Ciudad de Guatemala, desapareció sin dejar rastro. Organismos internacionales y grupos de intelectuales de Francia, Estados Unidos y México exigieron su aparición con vida, pero no tuvieron éxito sus demandas, como tampoco la tuvieron las acciones internacionales que encabezó su hijo mayor, Julio Solórzano Foppa, por encontrar sus retos, muchos años después.
“No sé cuál fue el efecto que tuvo esa muerte trágica sobre su obra como académica y como poeta, pero sí sospecho que pudo haberla afectado negativamente. Y esa muerte violenta que sufrió inhibió cualquier posibilidad de que pudiera seguir escribiendo y difundiendo su obra”, afirma Elisa Díaz Castelo.
Alaíde Foppa Falla fue pionera en el feminismo en México. En 1976 fundó la revista fem, que es considerada la primera revista feminista en nuestro país; fue además colaboradora del programa radiofónico “Foro de la Mujer”, que era transmitido por Radio Universidad y fue integrante muy activa de la Agrupación Internacional de Mujeres contra la Represión.
Elisa Díaz Castelo dice que sabe que Alaíde fue una de las que encabezaron la primera revista feminista mexicana fem en los 70. “Sé que tenía un grupo de amigas y apoyo muy fuerte con las que se reunía cada semana a hablar de temas relacionados con el feminismo, pero con respecto a cómo se relacionaba con otras mujeres a partir de la escritura específicamente poética, no sé cómo era esa dinámica. Me encantaría leer más sobre su vida, tiene una vida francamente extraordinaria. Me parece una mujer absolutamente extraordinaria a la que me hubiera encantado conocer, quisiera leer más sobre su obra, leer algunos de los números de la revista fem y ver cuál era la línea del feminismo que a ella le interesaba o que estaban explorando en esa revista, también me encantaría leer algo de su trabajo de ensayista, tiene algo sobre José Luis Cuevas; la verdad que sí me gustaría explorar otras aristas de su obra”.
La poeta y traductora, cuya muerte trágica ocurrió cuando tenía 66 años, provocó una herida y dejó fuera, de una forma muy injusta, su obra y todo lo que ella escribió, no solamente en poesía sino también en ensayo y en obra académica. “Su obra ha sido un tanto olvidada y justo por eso me parece fundamental ahora rescatar su obra poética, y espero que en otras ediciones se pueda rescatar su obra como ensayista y su obra como académica”.
“A pesar de que yo soy feminista y me identifico como feminista, creo que tengo mucho que aprender de las feministas mexicanas que me precedieron, y de ese movimiento en el que Alaíde Foppa fue central”, dice Elisa Díaz Castelo, quien además de admirar en ella su “condición de nómada” dice en Material de Lectura que hablar y escribir de Alaíde Foppa es rebelarse ante la tiranía de quienes la desaparecieron. Editarla y pensar sobre su obra y su legado es la forma de buscarla que tenemos sus lectoras.
“Me formé en un mundo académico en el que las mujeres todavía estaban del todo marginadas y creo que es nuestra responsabilidad construir un canon alterno que nos dé soporte e historia y que siente los cimientos de lo que las mujeres poetas escribimos ahora y de lo que futuras generaciones de mujeres escribirán. Es momento de reconocer la herencia invisibilizada de aquellas mujeres que escribieron a contrapelo, oponiéndose a un sistema literario y social que las desfavorecía, de apoyarse en su valentía y arrojo y de leerlas de nuevo para que sean, como deseó Alaíde Foppa, “una voz clara/ —no pesado silencio—/alguna vez escuchada”, concluyó la poeta y traductora en la presentación del primer número de la nueva serie Vindictas. Poetas Latinoamericanas.
FOTO: Alaíde Foppa, un retrato de los años 40./ Especial
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