Antonieta Rivas Mercado, la escritora incómoda
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Promotora de revistas literarias, traductora, cuentista y cronista de la campaña presidencial de José Vasconcelos, la figura de Antonieta Rivas Mercado cobra un nuevo impulso con la publicación de sus obras. En entrevista, Tayde Acosta Gamas, a cargo de la recopilación, presentación, notas y cronología de esta edición, habla de la obra de esta escritora que, siguiendo la tesis de Miguel Capistrán, ubica como parte del grupo Contemporáneos
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POR JOSÉ JUAN DE ÁVILA
Antonieta Rivas Mercado fue una escritora y, además, un personaje “incómodo” para el ex presidente Plutarco Elías Calles por la crítica que siempre ejerció hacia éste y sus sucesores, asegura Tayde Acosta Gamas, estudiosa de las revistas Contemporáneos, Ulises y de la única mujer en ambos grupos intelectuales que se formaron alrededor de éstas.
Acosta Gamas acaba de publicar Antonieta Rivas Mercado, Obras (Secretaría de Cultura-Siglo XXI Editores), dos volúmenes en los que recopila y comenta la obra conocida hasta hoy e inéditos de la intelectual mexicana, que se suicidó con la pistola de José Vasconcelos, en la catedral de Notre Dame, en 1931.
La investigadora comenta que su mayor orgullo con esta nueva edición, a 31 años de las Obras Completas de Antonieta Rivas Mercado, que preparó Luis Mario Schneider, es que ahora el público, en especial femenino, ya puede conocer a ésta como escritora y como parte de Ulises y Contemporáneos, porque los miembros de estos grupos, en su época, ya la reconocían como su compañera intelectual.
Acosta Gamas explica en entrevista que Rivas Mercado era una persona muy famosa en su época, pero cuyo trabajo creativo como escritora fue relegado para pasar más a la historia como la mecenas de Contemporáneos y Ulises, entre cuyos integrantes estaban Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Bernardo Ortiz de Montellano, Jorge Cuesta, Jaime Torres Bodet, José Gorostiza o Gilberto Owen.
“Cuando Antonieta muere en 1931, ni la familia ni el mismo grupo de Contemporáneos, es una realidad, ni la sociedad mexicana, sabían que Rivas Mercado era escritora; saben que escribe, que era muy inteligente, pero no la consideran escritora, aunque publicó en las revistas Ulises y Contemporáneos. Dos meses después de su muerte, incluso aparece su traducción de L’école des femmes, de André Gide, con Xavier Villaurrutia, pero realmente no se le conoce mucho como escritora.
“Fue en el periodo de 1930-31 cuando Antonieta escribió más, simplemente ella hizo la crónica de la campaña de José Vasconcelos, que éste publicó mucho después en París en La Antorcha, pero no sé si esta revista llegó a México. Antonieta hace la crónica de la campaña y obviamente le está pegando al gobierno de Portes Gil y a Calles; México atravesaba por el Maximato”, recuerda la maestra en Letras.
El primer volumen recopila cuento, teatro, ensayo, prosa varia, traducción, novela y crónica de Rivas Mercado (Ciudad de México 1900-París 1931); y el segundo, su diario y su vasto epistolario con personajes como el pintor Manuel Rodríguez Lozano, su amor imposible, o el escritor Alfonso Reyes.
La investigadora se tituló de licenciatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en 2007 con la tesis Antes de ser Contemporáneos: Ulises (Formación y desarrollo del grupo 1927-1928) y en 2016 participó en la exposición Los Contemporáneos y su tiempo montada en el Palacio de Bellas Artes.
Desde 2002 Acosta Gamas se interesó en Rivas Mercado como escritora, tras leer la edición de Obras completas que editó Schneider en 1987 y que a su juicio tienen muchos errores, imprecisiones e incluso plagios.
“Una cosa muy terrible de las Obras Completas de Schneider es que las cartas de Antonieta a Rodríguez Lozano, Isaac Rojas Rosillo las publica con sus notas y Luis Mario copia todo, cartas y notas, no le pone ni una coma ni un punto, y no le da crédito. Pienso que eso es un plagio”, señala Acosta Gamas.
Entró en contacto con Miguel Capistrán, a quien el jueves 25 de octubre la Academia Mexicana de la Lengua le rindió un homenaje póstumo en la Capilla Alfonsina, con quien mantuvo una gran amistad hasta su muerte en 2012. El investigador e intelectual veracruzano le hizo ver a Rivas Mercado en contexto.
“Capistrán me enseñó mucho a no ubicar a Rivas Mercado de forma aislada, no verla como una mecenas; lejos, como a Nahui Olin de un lado, a Nelly Campobello de otro o a Tina Modotti. Me dijo: ‘No, para entender a Antonieta tienes que entender su mundo y su mundo es el mundo de los Contemporáneos, tienes que entender que fue parte de un grupo’. Así que a partir de 2013 me metí más de lleno en esta investigación y lo primero que hice fue estudiar más a los Contemporáneos, desde que ellos ingresan a la Escuela Nacional Preparatoria y empieza su vida cultural, hasta 1926, que es el comienzo del grupo Ulises y el encuentro y acercamiento con Antonieta”, relata Acosta Gamas.
Expone en la conversación a qué atribuye que un personaje como Rivas Mercado, traductora, actriz, narradora, cronista y ensayista, gran amiga de Federico García Lorca quien la llamaba “una de las mujeres más inteligentes que conozco”, haya sido marginada de la historia de la literatura mexicana.
“Antonieta era una mujer muy famosa en su tiempo, todo el mundo la conocía en el México de 1927-28, de cierto México con un nivel sociocultural alto. En ese tiempo se decía que uno no podía decir que conocía México si no conocía a Antonieta Rivas Mercado. Pero en parte lo que ocurrió fue la forma en que murió: el suicidio. Ella muere el 11 de febrero del 31 y lo previo al suicidio fue su cercanía a José Vasconcelos y a la campaña presidencial. Antonieta fue muy señalada por el gobierno que se supone que no era el de Calles, pero ahora sí sabemos que sí, el Maximato, que empezó con Emilio Portes Gil. Antonieta era una mujer muy señalada por su postura social, económica y de apoyo al candidato opositor, en la campaña de Vasconcelos, que sí ganó la elección, pero hubo un fraude total”, explica.
Basta leer sus crónicas sobre la campaña presidencial de Vasconcelos y sobre el asesinato de Álvaro Obregón. Calles fue presidente de 1924 a 1928, pero su Maximato abarcó las presidencias de Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, de 1928, de la muerte de Obregón, a 1934.
La investigadora señala que entre la campaña presidencial y el suicidio, Rivas Mercado tuvo un periodo de decadencia personal, económica y familiar, y cuando muere, en parte la familia católica se preocupaba por el qué dirán. “Sí les ganaron un poco los escrúpulos, la vergüenza, era la primera vez que se suicidaba alguien en la Catedral de Notre Dame. Un dato que hallé en el periódico: la familia cita a una misa para Antonieta, pero publicó la invitación un día después del oficio, como para que nadie fuera”, explica.
“La familia guardó un total silencio sobre Antonieta que la hizo caer en el olvido, pero no sólo eso: Antonieta era un personaje público muy incómodo para el gobierno de Plutarco Elías Calles, para su Maximato, para Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez. Y luego el mismo grupo de Contemporáneos, la fueron… como que obedecieron a ciertas leyes de la sociedad, familiares, políticas, y el mismo grupo guardó silencio. Quien más referencias hace a ella es Salvador Novo, en estos libros de La vida en México, que comienzan con Lázaro Cárdenas hasta Luis Echeverría. Novo la menciona mucho, eran muy amigos. Villaurrutia en sus obras completas apenas hace una mención por ahí de Antonieta y se refiere a la Antonieta viva”, indica la especialista.
“Fue un silencio doloroso de sus amigos, que más bien respondían a una suerte de etiqueta social. Vasconcelos habla de ella hasta 1937, pero nunca la menciona por su nombre, siempre le dice el seudónimo de ‘Mi amiga Valeria’, porque en su fe de bautismo –de la cual obtuve una copia–, Antonieta nació el 28 de abril, día de San Valerio, y ahí la mamá le puso María Antonia Valeria, pero en su acta de nacimiento es María de la Luz Antonieta”, explica Acosta Gamas, que justo incluyó el acta de nacimiento y la fe de Rivas Mercado en la edición de Siglo XXI para despejar dudas sobre el nombre.
Recuerda que Manuel Rodríguez Lozano conservó las cartas que le envió Rivas Mercado desde que lo conoció en 1927; y a la muerte del pintor, en 1971, su archivo pasó a manos de su asistente, Ignacio Nieves Beltrán (Nefero), que al fallecer deja todo a Conchita Bermúdez, su esposa, aún viva. Isaac Rojas Rosillo se acerca a ésta, ella le facilita las cartas, y en 1975 las publica. Sin embargo, esas cartas nunca se devolvieron y según Acosta Gamas están en poder, ilegalmente, de los hijos de Rojas Rosillo.
La nueva edición de obras completas incluye como inéditos hasta ahora un texto en el que Antonieta habla sobre Vasconcelos, que quiere ser una suerte de biografía que no termina, también entrevistas que Rivas Mercado respondió por escrito sobre el teatro de Ulises; además, de un esquema que tenía para una novela que se llamaba en principio Círculo, luego La que no quise ser y que al final dejó de lado.
“Incluyo el fragmento de una novela que empezó, El que huía, que lamentablemente tampoco termina, pero que cuando uno la lee ya es una novela mejor hecha; a mí me sabe muchísimo a las novelas de Torres Bodet. Con esa novela Antonieta empezaba un camino muy interesante en la literatura, lamentablemente le dio más importancia a terminar la crónica de la campaña de Vasconcelos, que concluyó en diciembre del 30, arranca la novela, iba muy rápido, de hecho en su diario dice que antes de junio estarían la crónica y la novela, estaban emparentadas: la temática era Vasconcelos”, subraya.
FOTO: Antonieta Rivas Mercado en 1928, fotografiada por Tina Modotti. / Tomada del libro Antonieta Rivas Mercado, Obras, SC / Siglo XXI
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