Debate sobre la Casa de la Poesía en el Cecut
/
La nueva directora del Centro Cultural Tijuana y el poeta Eduardo Hurtado exponen aquí lo que ocurrió al decidirse la cancelación de este proyecto fronterizo por el gobierno federal
/
/
“El proyecto resulta inviable”
En relación con el texto firmado por Eduardo Hurtado que fue publicado el pasado 16 de febrero en el suplemento Confabulario, y asistida por el derecho de réplica, me gustaría señalar las siguientes precisiones a los comentarios expresados.
1.- En todo momento se le brindó un trato cortes (sic), y pese a que el convenio de comodato que tenía suscrito con la anterior administración expiró el 31 de diciembre (Anexo 1), se le ofreció reubicarlo en otra oficina acondicionada con todas las facilidades para su trabajo a lo cual se negó.
2.- La realización del proyecto La Casa de la Poesía en la Frontera Norte, resulta inviable en términos económicos, en razón de que el presupuesto para su ejecución asciende a $247,000.00 pesos mensuales (anexo 2), los cuales sobrepasan la disponibilidad del Centro Cultural.
3.- El Centro Cultural Tijuana promueve y difunde ampliamente el quehacer de todos los creadores en cada una de las disciplinas artísticas. En el campo específico de la literatura, la institución dedica a ella varios de sus encuentros anuales más importantes, como el Festival de Poesía Tijuana-San Diego (PoeTI-SA) y el Festival de Literatura del Noroeste, por mencionar solo dos, sin contar la convocatoria anual para publicar títulos que se suman a su colección editorial, y el lanzamiento del Premio de Periodismo La Máquina de Escribir, en honor de Federico Campbell y que tendrá su premiación el 15 de febrero de 2020.
Por último, deseo reiterar el compromiso del Centro Cultural Tijuana en continuar el impulso al desarrollo cultural y artístico entre las comunidades de la región en servicio al pueblo de México al que estamos llamados a servir con responsabilidad.
Atentamente
Dra. Galia Vianka R. Santana
Directora General
“El espacio ofrecido era un sótano”
Sobre la carta que Galia Vianka R. Santana ha enviado a la redacción de Confabulario hago llegar la siguiente contrarréplica.
La crónica que publiqué aquí mismo hace una semana describe de manera puntual la conducta despectiva de la funcionaria. La palabra cortés requiere un acento en la última sílaba para decir lo que, supongo, la Dra. quiere decir. El espacio que me ofreció solo después de maltratarme no es, ya lo dije, otra cosa que un sótano. En cuanto a la fecha de caducidad del comodato, es irrelevante: de cualquier manera, estaba en sus manos confirmar o no mi permanencia.
A Vianka R. Santana no le tocaba decretar la viabilidad o inviabilidad de la Casa de la Poesía en la Frontera Norte. Repito aquí lo que le dije más de una vez en persona: del Cecut no esperaba otra cosa que un lugar temporal de trabajo, nunca un soporte económico, ni siquiera parcial. Por lo demás, el proyecto (descrito en un documento que yo mismo le envié y del que ella exhibe la página que menos le concierne) no propone obtener recursos de una sola institución. Como sociedad civil, La Casa de la Poesía busca allegarse apoyos de la iniciativa privada y los tres niveles de gobierno. Alejandra Frausto ha recibido una solicitud formal de mi parte. Y me ha respondido con deferencia.
Celebro que la carta en cuestión aluda a dos programas emblemáticos del Cecut: PoeTI-SA y FeLiNo. Ambos dan cuenta del magnífico trabajo realizado por las administraciones precedentes. Quiero interpretar esta mención como el compromiso, por parte de la nueva directora, de darle continuidad a los buenos programas que recibe como herencia. En cuanto a su proyecto inaugural, el Premio de Periodismo dedicado a Federico Campbell, un par de observaciones: ¿por qué no unir esfuerzos, para no duplicar costos, con el galardón del mismo rubro que ya existe en el estado?, ¿y por qué no ponerle un título que apunte al trabajo periodístico de Campbell, La Hora del Lobo, por ejemplo?
Eduardo Hurtado
FOTO: Domo Imax, uno de los espacios más representativos del Centro Cultural Tijuana (Cecut). / México es cultura
« Hirokazu Koreeda y el latrocinio familiar El amor en tiempos de estalinismo »
