De América a Europa; un intercambio: Esteban Mira Ceballos

Dic 17 • Conexiones • 1149 Views • No hay comentarios en De América a Europa; un intercambio: Esteban Mira Ceballos

POR CLAUDIO R. DELGADO 

 

El historiador español, Esteban Mira Ceballos, doctor en Historia de América por la Universidad de Sevilla, publicó La conquista de Europa: indígenas y mestizos en el viejo mundo, bajo el sello de editorial Crítica.

Caballos es miembro de la Academia Dominicana de la Historia (2004) y del Instituto Chileno de Investigaciones Genealógicas (2012). Pertenece al consejo de redacción de varias revistas científicas y es asesor cultural de la Fundación Obra Pía de los Pizarro.

Ha colaborado en la asesoría de la historia de la segunda temporada de la serie hispano-mexicana: Hernán, el hombre. Asimismo, ha ganado numerosos premios como los de la Fundación Obra Pía de los Pizarro, Xavier de Salas, José María Pérez de Herrasti y el Pedro Cieza de León de Investigación Histórica.

Es especialista en las relaciones entre España y América en el siglo XVI, y sus trabajos más recientes son: Francisco Pizarro: una nueva visión de la conquista del Perú (Crítica, 2018) y Las armadas del Imperio: poder y hegemonía en tiempo de los Austrias (2019).

¿Qué es lo que trata en La conquista de Europa? Porque al escuchar el título, uno pensaría que, el conquistador (en este caso España), fue el conquistado.
Este libro trata sobre una temática que tiene una larga trayectoria; lo que pasa es que a veces la investigación no llega al gran público. Es un libro que contiene más de 500 referencias geográficas y que es un tema con un camino muy largo y que ha sido tratado por muchos autores, incluso por algunos que viven en México. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a escuchar que España llega, descubre, conquista, coloniza, destruye y, en realidad, las cosas no fueron así.

¿A partir de qué nace su libro? ¿De dónde viene ese interés y por qué el título?
Soy especialista sobre el tema de la Conquista y he pasado décadas investigando; soy un americanista sevillano y en Sevilla tenemos el Archivo de Indias. Desde mi época de estudiante he investigado a esos españoles que fueron a América y lo que hicieron allí para bien y para mal, y después de eso tocaba ver la otra vertiente, la otra versión, la de esos indígenas que llegaron a la península ibérica.

Creo que siempre hemos tenido, hemos estado viendo sólo una visión, esa visión euro-centrista, tradicional, y en la que se había estudiado por mucho el flujo de Europa a América, pero no se había investigado suficientemente ese flujo de manera inversa que también ocurrió con la misma cuantía y magnitud que se dio de América hacia Europa.

¿A qué se debe eso? ¿Es falta de interés por parte de los americanos para estudiar de manera más profunda ese ir y venir?
La historia de la Colonia muchas veces no suscita demasiado interés en América. Acabo de llegar de Santo Domingo y allí el tema colonial es como un paréntesis. Y eso que República Dominicana es el país de América latina que más aprecia a España, el que mejores relaciones mantiene con los españoles; aun así hay un desinterés total por la historia colonial y de hecho hay muy pocos investigadores allí que se preocupan por esa época. América se europeizó, y eso es algo evidente. Pero también Europa se americanizó, y lo que trato de ponderar en este libro es que España se americanizó debido a ese flujo que se dio entre América y Europa, y que en realidad fue bidireccional.

América a veces también ha tratado de ocultar ciertas cosas de ese intercambio, esa transculturización que vivimos y que no necesariamente tenemos que estar victimizando, como suele hacerse hasta el día de hoy… No niego nada; no niego que hubo drama, nunca lo he negado. Publiqué el libro Conquista y destrucción de las Indias, que en España causó bastante rechazo, pero no niego que hubiera drama; hecatombe hubo.

 

En República Dominicana, en Santo Domingo, dicen que hubo “una conquista pactada” y, ejemplo de ello, es que, en tan sólo 40 años, en ese periodo de la historia, prácticamente desaparecieron los taínos. Es decir, en esta historia compartida entre América y Europa existen muchas sombras y también muchas luces dentro de ese intercambio cultural. O sea que con esta nueva idea que yo pretendo lanzar de esa conquista y colonización bidireccional, de ese flujo bidireccional, tampoco trato de ocultar nada que no haya pasado.

No es una cuestión política ni tal cosa pretendo; simplemente soy historiador y me limito a tratar de explicar la historia. Eso no significa que no hubiera muchísima sombra, mucho sufrimiento y el que cuente la historia como la cuento en mi libro no deja de ser un largo camino sembrado de cadáveres; ese supuesto progreso que lleva Europa hacia América generó drama y sufrimiento. Pero bueno, una cosa no quita la otra, y el que investiguemos ese flujo bidireccional y el que también tratemos de ver las luces que se generaron después de esa destrucción, es decir, el binomio: destrucción-creación que ha sido omnipresente a lo largo de la historia. Es obvio que hubo destrucción, pero sobre esas cenizas se creó la nueva América mestiza que todos queremos y admiramos.

¿Por qué se da este intercambio a partir de 1493 entre América y Europa? ¿Ese flujo, digamos, migratorio de señores indígenas, algunos o muchos de ellos caciques y de miembros o integrantes del pueblo? ¿Cuál es la necesidad de ir a Europa?
El flujo es bidireccional de todo: de personas, de mercancías, de virus. Era lógico que fuera así; lo que pasa es que no ha sido contemplado por las circunstancias en las que se ha dado la historiografía y el recorrido que tiene es muy pequeño, pero también hay que decir que de esos miles, se pensaba que habían sido sólo algunos cientos, algunas decenas con Colón, pero no, estamos hablando de miles. La magnitud no la podemos calcular todavía, pudieron ser 10 mil, 15 mil, 20 mil indígenas los que llegan a Europa, ¿y por qué? Los motivos son muy diferentes: de los mil 500 a tres mil que llegan a Europa en los primeros años son como esclavos; después dejan de llegar como cautivos porque se prohíbe la esclavitud; se prohíbe que los indígenas lleguen a Europa tiranizados; otros viajan como criados, más o menos obligados; otros llegan a Europa como nobles y pidiendo y reivindicando prebendas, otros llegan impulsados por una rebelión contra la Corona y los mandan a España deportados, es decir que en mi libro La conquista de Europa se recogen miles de casos.

No hubiera habido conquista sin los indígenas; no se hubieran mantenido las fronteras del imperio sin los indígenas; no se hubiese podido administrar el imperio sin esos indígenas; y todos los indígenas que participaron en esto son los que se presentan en España para decir: “Yo fui colaborador necesario y sin mí no se conquista, sin mí no se administra; yo formaba parte de las milicias indígenas y mantengo las fronteras del imperio, soy importante y me tienen que dar prebendas”, y llegan a España a reclamarlas y se les dan beneficios de todo tipo. Entre 1550 y 1600 se piden más de 200 escudos de armas para los indígenas, para ciudades y para linajes; consiguen vestir como decían los documentos de la época: “en habito español”; consiguen el derecho a utilizar armas españolas, derecho a montar a caballo, derecho al título de hidalguía y a no pagar impuestos, entre otras muchas cosas.

Lo interesante de todo esto, y es lo que yo destaco en mi libro: el papel activo de los indígenas y, debemos olvidarnos ya de esa visión que hemos tenido tradicionalmente del indígena pasivo, permanentemente burlado por los españoles.

¿Esa idea que tenemos de que el indígena en general es una víctima…?
Hubo miles y miles de indígenas que tuvieron un papel activo. Por ejemplo, ya en 1492, el cacique Guacanagarí presenta una actitud activa y pacta con Colón. Esto ha sido estudiado desde hace ya varias décadas por Luis Ramos, historiador español. En primera gran batalla campal de La Vega en 1495, Guacanagarí se alía con los españoles y junto con Cristóbal Colón y con Bartolomé Colón derrocan a la famosa confederación de Caonabo y de otros caciques de la isla La Española. Por tanto, debemos entender que hay una participación de miles de indígenas en la conquista y que pactan con los españoles para mantenerse en el poder, para conseguir prebendas, para medrar incluso y por muchas circunstancias más.

Y todos estos señores indígenas se presentan en España ante la corte, algunos como nobles y, por lo tanto, reclaman su derecho como tal ante la corte española a la que llegan por cientos y miles a reclamar inclusive sus derechos ante el mismísimo rey quien los recibe personalmente en algunos casos, algo, por cierto impensable para un español, digamos, normal de su tiempo, pero para los indígenas sí, porque el rey quería saber lo que pasaba, estaba a miles de kilómetros de aquella tierra y le da poder al presidente de la Audiencia y al gobernador para saber qué pasa, pero el rey también quiere saber de manera directa qué piensan los caciques y los curacas, los caltzonzin, los tlaltoques, etc., y por lo tanto los recibe a todos y en buena parte los compensa.

Hay otros casos de indígenas que dicen: “No, yo me presento como pobre” y acuden como miserables para conseguir una ayuda del rey. Es importante decir que ellos calculan y en función de lo que creen que les puede ser más útil se “reinventan” y se presentan, incluso, como caciques, una vez que ha muerto el verdadero, y consiguen testigos y se presentan ante la corte española para reclamar los derechos de aquel cacique.

En el caso de México, esas alianzas entre los originarios de las naciones americanas se dan con los españoles, ¿realmente quién lleva a cabo la conquista de Tenochtitlan?
El caso de México hay que decir que es axiomático porque Hernán Cortés forma una gran coalición y no pudo haber conquista sin esa coalición indígena. Cortés a dónde quiera que llega incorpora al cacique y si este no quiere colaborar lo elimina y pone a su sucesor más directo y le obliga después a darle hombres, a darle porteadores y a darle auxiliares, de tal manera que cuando se presenta en Tenochtitlan llega con una formidable coalición formada por totonacas, tlaxcaltecas, incluso por gente de muy diversas parte de toda Mesoamérica y por tanto es una conquista que pacta Cortés con miles de grupos indígenas.

Es importante resaltar que incluso la inteligencia, digamos, militar, quienes la llevan son los mismos indígenas, pues los aportes informativos dados por Xicotencatl, Ixtlilxochitl son clave en la conquista de Tenochtitlan. Juan de Guzmán Ixtolinque, tlatoani de Coyoacán, es quien informa a los españoles por dónde debían de avanzar, cuántos hombres estaban apostados en tal o cual región, etc. Son ellos los informantes y por tanto la conquista del imperio mexica no hubiera sido posible sin la colaboración necesaria de todos ellos.

Por ejemplo, los purépechas, el gran reino de Michoacán, en 1522 pacta directamente con Cortés, deciden no hacer la guerra a los españoles y negocian la colaboración y la firma de la paz; y hay casos mucho más llamativos en México como el del cacique de Tepexi quien se presta voluntariamente a Hernán Cortés para conquistar los poblados al sur de Puebla y se dedica él a conquistar esos territorios sin la intervención absoluta de los españoles, es decir que tenemos incluso a caciques mesoamericanos sometiendo pueblos sin el concurso de los españoles.

En el caso de la Malinche, quien participa como traductora de los españoles, ¿qué pasa con este personaje desde su visión como historiador? ¿Es una traición o una alianza?
Ella juega un papel clave porque el gran problema que habían tenido los españoles en la conquista. Por ejemplo, la expedición de Juan de Grijalva fracasó porque no tenía un intérprete, pero Cortés sí lo lleva. Marina es fundamental porque tiene a Jerónimo de Aguilar que le traduce del maya al castellano, pero necesitan a alguien que traduzca del maya al náhuatl, y encuentran entonces a Marina, a quien por cierto, Cortés minimiza y le resta méritos, incluso en sus cartas de relación no la cita, pero hay otras fuentes que sí hablan de ella y ponderan su papel, entre ellas el Lienzo de Tlaxcala que siempre la pone en un lugar preponderante en todas las reuniones que tienen los españoles con Moctezuma. La Malinche no podía traicionar a los mexicas simplemente porque había sido vendida como esclava, simplemente vio una posibilidad de poder mejorar socialmente y la aprovechó como tantos otros y tantas otras personas en esos tiempos, como muchos caciques, curacas y guerreros que vieron la posibilidad de medrar, de mantener o de ampliar sus privilegios y lo hicieron, y la Malinche fue una más, pero evidentemente que no se puede hablar en términos de traición.

Platíqueme de estos indígenas mesoamericanos en la corte española. ¿Cómo era la vida de estos personajes?
En teoría tenían que solicitar licencia del virrey o del gobernador, pero como llegaban a cuentagotas, incluso, a veces se les negaba el permiso, finalmente se embarcaban con sus propios recursos, porque muchos de ellos tenían posibilidades monetarias y se presentan en España. Sabemos que llegan cuatro embajadas tlaxcaltecas en el siglo XVI; si tienen recursos bien, sino el mismo rey los pensiona para que puedan mantenerse mientras estén en España y se presentan ante la corte para pedir, reclamar sus reivindicaciones, y una vez que consiguen esos privilegios que van a buscar, el rey les concede el viaje de retorno y les paga el viaje a esos indígenas para que puedan volver a su tierra; aquí hay que subrayar que en el caso de los indígenas nobles y que cuentan con recursos, ellos mismos financian su viaje y estadía en España.

Y bueno, son cientos, miles de indígenas los que llegan a España en circunstancias y condiciones muy diferentes dependiendo de su estatuto social de cada grupo y por lo que realmente viajan a España a pedir. Por ejemplo, Francisco de Tenamaztle, quien fue apresado por el alzamiento en la guerra del Mixtón, y como éste caso hay infinidad de circunstancias que permiten el viaje de los indígenas a Europa. Tenamaztle después es liberado y pensionado, se le permite también defender sus derechos ante la corte con la ayuda de un procurador de privilegios que es Fray Bartolomé de las Casas, quien se encarga de defenderlo, aunque nunca se le dejó volver a México a pesar de su deseo porque él era un rebelde y le temían.

Esos recursos que ellos obtienen, o que ya tienen estos caciques que viajan a Europa, son independientes de los que les da el rey cuando ya están en la corte, ¿verdad Esteban?
Sí claro, y cuando están en la corte consiguen de todo. Por ejemplo, algunos dicen: “Yo soy noble de linaje”, y piden dos mil ducados de renta.

Bueno, el caso de los Moctezuma. Bernarda de Moctezuma recibe hasta finales del siglo XVIII, según un documento de 1797, seiscientos pesos fuertes (sic) de la caja real de México. Los Moctezuma recibieron rentas hasta antes de consumarse la independencia de México. Y también consiguen rentas a perpetuidad, escudos de armas, títulos nobiliarios, etc.

Diego Luis Moctezuma, nieto de Moctezuma, se casa con Francisca de la Cueva y Valenzuela y el hijo que procrean, Pedro Tesifón de Moctezuma de la Cueva, consigue el título de “Conde de Moctezuma”. Actualmente todavía existen los “Condes de Moctezuma”; Alonso Holgado de Moctezuma recibe el título de “Marques de Moctezuma” y otros tantos casos como éste que se dieron. Muchos de esos títulos nobiliarios siguen vigentes actualmente en España y los ostentan descendientes de indígenas. Todos ellos reciben privilegios como los de los tlaxcaltecas, privilegios de “Hidalgo” que incluso los exime de pagar impuestos, y algunos incluso reciben hasta encomiendas.

En realidad el papel de todos estos indígenas en Europa es muy activo. Hay que tener en cuenta que nunca habíamos contemplado esa conquista y colonización compartida, ¿no? Y todos esos conquistadores indígenas, administradores indígenas, caciques, tlatoques que se mantienen en el poder reclaman sus derechos como gobernantes, como colaboradores necesarios y como guerreros.

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