Dos poemas
POR FRANCISCO MEZA
Anónimo
Salgo de mí anónimo
Al día y sus calles sucias.
De mí anónimo
Borrado, sin peso,
En cáscara propia,
Arrinconado
Al compás
De un viento adverso,
De una tara
Que no termina
De enloquecerme
Y entre los árboles
Habitan los pájaros
Del quebrante,
Y en los ojos
También la memoria
De un lágrima.
Acaso la promesa
Como un gancho
Que jala al cuello
Hacia el piso
Cuando nadie
Te pronuncia;
Sin embargo,
Si de mí salgo anónimo
Del recuerdo de tus labios
Regreso con nombre.
Por un verso de Darío
Pensar en las posibilidades de un verso
Como si ese verso pudiera cambiar el mundo.
Pensar: Margarita, está linda la mar,
Y que una gaviota atravesara
El cielo de esas palabras.
Pensar en la patria de esas letras
Como reino único,
Pensar y volver a pensar
En ese verso
Como un oleaje que no cesa
Y hace bellas las armas
Y propone un descubrimiento
Igual que el acento
Del vocablo relámpago
Cuando alumbra el abismo de la página.
Pensar en el cuerpo de ese verso
Hasta cansar el paso,
Hasta mojar las manos en su orilla.
Pensar en ese verso
Como en una geografía que se expande
Cuando se siente vulnerada.