El guante solitario

Oct 22 • Lecturas, Miradas • 1490 Views • No hay comentarios en El guante solitario

En Las perfecciones (Anagrama, 2023), el autor italiano Vincenzo Latronico rinde un homenaje a una obra de George Perec: a su estructura narrativa y trama

 

POR BENJAMÍN BARAJAS

Las perfecciones es la novela más reciente del joven novelista italiano, Vincenzo Latronico, la cual fue traducida al castellano por Carmen García-Beamud y publicada en 2023. Se trata, como lo afirma el autor, de un homenaje a Las cosas, obra de Georges Perec; un escritor polifacético y experimental francés de la segunda década del siglo XX y que, a su vez, recibió la influencia de la nueva novela francesa, representada por autores como Robbe Grillet, Michel Butor, Claude Simon y Marguerite Duras.

 

Y en efecto, en Las perfecciones Vincenzo Latronico toma de referente a Las cosas de Perec respecto a la estructura narrativa, el tema, la trama y la elección de una pareja de clase media en riesgo de descenso, pero con aspiraciones de alcanzar el éxito económico en una sociedad de consumo, donde lo más importante es “tener” para alcanzar el “ser” y la plenitud social.

 

Los paralelismos entre las dos obras son de observancia obligada y, por eso, la lectura de ambas novelas es necesaria para comprender los guiños, señales y alusiones, propias de la intertextualidad, que inscribe Vincenzo Latronico para resignificar a Las cosas, libro de su admirado autor francés.

 

En Las cosas, Jérôme y Sylvie son una pareja de “psicosociólogos” que se dedican a aplicar encuestas y reciben por ello un sueldo miserable; sin embargo, aspiran a un nivel de vida superior para gozar de todos los objetos lujosos que tiene la clase alta parisina. Viven hacinados en un pequeño departamento, visten mal, comen mal, pero recrean su mirada en los aparadores de la Ciudad Luz.

 

Su fetichismo material mantiene viva la llama de la ambición, pero la realidad los lleva a emigrar a Túnez. Después de una estancia frustrada, regresan a París, donde asumen el anonimato de las masas citadinas.

 

Bajo el mismo esquema, en Las perfecciones, Latronico sitúa a Anna y Tom en la ciudad de Berlín, donde se ganan la vida como diseñadores gráficos. Pasan la mayor parte de su tiempo inmersos en las redes sociales, realizan home office y la mayoría de sus amistades forman parte de la telaraña de la web. A su modo, tienen un “intensa” vida social, visitan museos, exposiciones y bares, pero en el fondo han adquirido una especie de timidez social, que los obliga a recluirse en sus guaridas, a la manera de las marmotas en invierno.

 

Cansados del sedentarismo cibernético, deciden viajar a Portugal y luego a Sicilia, y descubren que las jóvenes de su edad también requieren de la pantalla para orientarse en los caminos urbanos, rurales y en los centros de diversión. Casados, regresan a Berlín a pagar las cuentas acumuladas y después vuelven a Italia para abrir un hostal ecológico. El negocio, en poco tiempo, reporta algunas ganancias, pero eso sí, Anna y Tom deben hacer todos los quehaceres de limpieza para luego, muy exhaustos, navegar por las noches en las redes sociales.

 

Al final de la novela, los personajes parecieran satisfechos de haber alcanzado los frutos de oro negados a Tántalo; no obstante, padecen una infelicidad esencial que se traduce en añoranza por una vida más próxima a los vínculos sociales que se han diluido en sus travesías virtuales.

 

Las perfecciones es una prolongación de Las cosas. Por eso la novela de Latronico reclama el guante adicional para su cabal comprensión.

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