“El principito pintado”. Teatro para niños hecho a mano

Dic 14 • Escenarios • 4602 Views • No hay comentarios en “El principito pintado”. Teatro para niños hecho a mano

POR JUAN HERNÁNDEZ

 

La peculiaridad de la adaptación a la escena de El principito, de Antoine Saint-Exupéry (1900-1944), realizada por Olivier Dautaisy Arnaud Charpentier,, radica en el desarrollo formal que deja ver la maquinaria de la construcción del artificio multimedia, cuya finalidad es atrapar la atención de los niños.

 

El objetivo de los creadores es logrado con efectividad. Ofrecen un espectáculo “multimedia” singular, ya que no despliegan en escena imágenes obtenidas en programas computacionales sofisticados, sino aquellas realizadas “a mano” y proyectadas en una pantalla con un toque rústico y al mismo tiempo mágico.

 

En la adaptación libre de la famosa novela de Saint-Exupéry efectuada por la compañía franco-mexicana Teatro Entre2, la escena es convertida prácticamente en un taller en donde el público observa cómo se construye la obra.

 

El artista plástico Olivier Dautais pinta sobre negativos y ese universo imaginario, creado en el instante efímero del teatro, abre el camino a la aventura. El viaje interestelar, los planetas, el desierto terrestre, la boa que se come un elefante, el zorro, la rosa, los volcanes, son creados en la escena misma, ya sea pintados en negativos o construidos con plastilina y otros materiales.

 

La propuesta formal es clara y sin ocultamientos, permitiendo al espectador gozar de un montaje que se hace en el momento y de cuyo nacimiento misterioso el público es participe.

 

Es, sin duda, un espectáculo arriesgado, toda vez que la construcción a mano de la obra implica dificultades técnicas que no siempre se resuelven en el tiempo esperado, lo cual puede repercutir en la pérdida de la atención de los niños inquietos, a los cuales se dirige.

 

Sin embargo, ese filo de riesgo es lo que hace aún más tractiva la puesta en escena, pues el público lo advierte y de algún modo se vuelve cómplice de la creación de la magia, de la cual todos participan.

 

La maquinaria multimedia que produce el espectáculo no sería suficiente para mantener la atención de los niños, por lo que la presencia de los actores-constructores generando acción directa para el público es esencial; sobre todo y de manera sobresaliente la del niño-actor Timothée Calabrese, de 9 años de edad, quien dueño de la escena ofrece los momentos más exquisitos de la puesta escena.

 

Calabrese interpreta a El principito. Es el personaje que representa la sensibilidad de los niños todos; el que increpa al mundo adulto, y expresa su extrañeza por la manera en que las personas mayores reflexionan sobre las cosas esenciales que, para él, son mucho más simples.

 

La presencia de Timothée es clave en la efectividad de la puesta en escena, es él quien capta la atención de los niños y arranca en ellos miradas chispeantes y risas sinceras. La empatía del público infantil con el actor-niño es inmediata; al mismo tiempo que provoca en los adultos una vuelta a ese otro modo de ver y de estar en el mundo ya olvidado.

 

El espectáculo El principito pintado se vuelve entrañable no sólo por dejar que el público goce del modo de hacer el teatro y permitirle sentirse cómplice de ese misterio; sino también por la sinceridad del discurso, fabuloso por rudimentario, en el que la música, el canto, la actuación, la plástica y el cine, se confabulan para crear un universo que empata el tiempo de la maquinaria multimedia con el de la organicidad propia de la acción del actor que comparece.

 

De una manera simple se abordan asuntos filosóficos de los cuales se ocupa Saint-Exupéry en El principito —una de las novelas más vendidas, traducidas y leídas en el mund— relacionados con el amor, la amistad, la responsabilidad, el poder de la imaginación, la crítica al mundo desastroso de los adultos y la muerte.

 

 

*Fotografía: “El principito pintado” se presenta en el Teatro Helénico (Avenida Revolución 1500, Guadalupe Inn, México, D. F.) los domingos a las 13:00 horas

 

 

 

 

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