El zoom como medio creativo

Feb 13 • Escenarios, Miradas • 4195 Views • No hay comentarios en El zoom como medio creativo

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Las videollamadas son hoy el espacio recurrente de los creadores escénicos, quienes han dado un giro a sus propuestas artísticas

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POR JUAN HERNÁNDEZ

La Compañía CroMagnon recién estrenó la obra Cancionera digital. Colquio ficcional: sobre la ranchera y el género, en la Sala Virtual del Teatro La Capilla. La pieza tiene varios aciertos, el primero es dejar claro que no se trata de una obra de teatro filmada en un espacio convencional, para luego retransmitirla por alguna plataforma de la Intenet, sino de una creación hecha exclusivamente para Zoom, una de las plataformas digitales de comunicación.

 

Consistente también resulta la pieza en la creación de un lenguaje que no intenta suplir al del teatro en su forma tradicional, sino de crear uno nuevo para la plataforma digital; de ahí que logre, eficazmente, establecer contacto inmediato con el cibernauta o usuario, en este caso, de Zoom.

 

Hacía falta una propuesta creativa de esta naturaleza, luego de un año de contingencia sanitaria y confinamiento. En los meses subsecuentes al establecimiento de “la cuarentena” en marzo del 2020, los públicos absorbidos por la Internet han consumido sin gran entusiasmo obras que fueron hechas para el teatro y que, habiendo sido filmadas, se subían a la Internet como propuesta particular de alguna compañía o de un programa institucional.

 

Se agradece, desde luego, la oportunidad que hemos tenido para ver obras que debido a su naturaleza efímera, dejaron huella mediante la documentación, en este caso, a través del video. Piezas a las que no habríamos tenido acceso de no ser por la emergencia sanitaria y la reducción de la vida social a los medios ofrecidos por la Internet.

 

Sin embargo, el interés de este tipo de propuestas resultó endeble frente a un cibernauta acostumbrado a consumir productos creados para la red, el espacio de la virtualidad en estos tiempos todopoderoso. A no ser que se tratara de un espectador de mirada especializada, el cibernauta común se mantuvo indiferente a este festín de obras de teatro o danza videograbadas.

 

Resultaba urgente, entonces, pensar en la plataforma digital como algo más que un salvavidas temporal para enfrentar la pandemia o como un medio útil en la coyuntura actual; se trataba de considerarla como un espacio asequible para la creación artística.

 

De ninguna manera pensamos que las categorías estéticas tradicionales puedan ser trasladadas a la Internet. El teatro y la danza tal como fueron pensadas desde la época clásica de la antigüedad, mantendrán el áura gracias a la necesaria comparecencia de los intérpretes y del público en un espacio y un tiempo determinados. No obstante, la época contemporánea está exigiendo la invención de nuevas formas creativas que se sumen a la comprensión del mundo.

 

La Compañía CroMagnon lo consigue con gran eficacia. Desde luego que en su agenda no estaba hacer este ejercicio de innovación creativa, su objetivo era construir una obra tradicionall pero la pandemia la alcanzó y se propuso la tarea de pensar un discurso y lenguaje que nacieran del espacio en el que sería producida la pieza.

 

Un ejemplo singular de eficacia, en en el actual momento de la historia, para entender que los medios, modos de producción y representaciones o estéticas del arte evolucionan y convergen con la época que produce dichas revoluciones.

 

CroMagnon se apropia de Zoom como un espacio para la creación; desarrolla un juego de prestidigitador a la hora de utilizar los códigos y las formas de las relaciones sociales que se dan a través de dicha plataforma; y plantea un tema de interés general, recurriendo a la ficción y a un intenso sentido lúdico.

 

Cancionera digital. Coloquio ficcional: sobre la ranchera y el género lleva la ficción (en sí misma propia de la virtualidad) a un espacio al que concurrimos quienes gozamos de los privilegios de la cultura globalizada y contamos con acceso a la Internet. Los creativos de la agrupación aprovechan las ventajas de la tecnología y la naturaleza abstracta del espacio virtual para yuxtaponer tiempos, discursos y estéticas, en función de un discurso que se desprende del pensamiento crítico de nuestra época.

 

En la pieza digital se subvierten a través de la ironía la formalidad y la solemidad de la academia, el reconocimiento social, la idea de popularidad adquirida a partir del uso de las redes sociales, de los likes como medidor de éxito, de la falibilidad de la tecnología y el analfabetismo tecnológico.

 

A final de cuentas todo tiene que ver con la condición humana que subyace a toda forma de relación social, sin importar el concepto de “realidad” manejado. La virtualidad ofrece, en ese sentido, un reflejo de la civilización en el auge de la cultura global y, más aún, en la era de la pandemia por la Covid-19.

 

Resaltamos en este análisis el tema de cómo se piensa el arte a partir del uso de herramientas tecnológicas (véase redes sociales y plataformas de reuniones virtuales) como forma de comunicación humana, porque es de suma importancia en relación con la respuesta que los artistas ofrecen en términos creativos a los retos de su tiempo.

 

Un reto sobresaliente es crear formas artísticas que se sumen al mundo y que permitan entender, desde el arte, la época que nos ha tocado vivir. En este punto se sitúa la obra de CroMagnon, en la que participa un elenco integrado por Jesús Giles, Alejandro Guerrero, Michelle Menéndez, Rodrigo del Río y Diego Cristian Saldaña.

 

La pieza en el que se abordan asuntos relacionados con el racismo, la lucha de género, el machismo, la misoginia y el desconcierto humano ante la incertidumbre, se puede ver a través de la Sala Virtual de Teatro La Capilla, los sábados de febrero a las 20 horas, adquiriendo la clave de la sesión de Zoom por medio de boletopolis.com

 

FOTO: Cortesía Compañía CroMagnon

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