Imágenes tintanescas: arte inspirado en Tin tan
La imagen es contundente. Un pachuco se encuentra parado, de perfil, en actitud de acecho. Detrás de él, sobre la pared, una gran sombra magnifica su presencia. Puede ser el “clown impasible y siniestro, que no intenta hacer reír y que procura aterrorizar” o bien “la presa que se adorna para llamar la atención de los cazadores” (Octavio Paz, El laberinto de la soledad). En realidad se trata de Germán Valdés Tin Tan, en la famosa fotografía que le tomó Semo (Simón Flechine; Kiev, Rusia, 1894-ciudad de México, 1981) a mediados del siglo pasado. En ella Tin Tan aparece con su atuendo de pachuco que, junto con su uso magistral del spanglish, le lanzó a la fama. Ese pachuco no aterrorizaba ni llamaba la atención de los cazadores. Fue (es) el genio cómico del cine mexicano, un comediante extraordinario que en su momento trascendió el personaje del pachuco para mostrar sus múltiples facetas, hacernos reír y llamar la atención de los artistas de su tiempo y de hoy.
No sólo fue Semo. El Chango García Cabral (1890-1968) creó imágenes memorables de Tin Tan. El famoso caricaturista fue autor de muchos de los carteles de las películas del actor. Uno de ellos es el de la película El rey del barrio (1949), en el que imagina a un gánster de vecindad. Después de García Cabral, otros caricaturistas han sido seducidos por la figura del comediante y lo han recreado en sus cartones: El Fisgón, Guasp, Magú, Rocha… No es raro que sea así, pues la popularidad y el prestigio de Tin Tan se han incrementado a lo largo de los años: se han publicado libros sobre su vida y su obra; se han realizado documentales; grupos musicales como Botellita de Jerez, Café Tacuba y La Maldita Vecindad le han dedicado canciones…
La verdad es que 40 años después de su muerte, Germán Valdés Tin Tan sigue más vivo que nunca. Tan vivo que uno de sus principales admiradores, Juan José Sánchez Trejo, abrió hace cinco años en Azcapotzalco un café: El Tintanismo, en el que se exhiben de manera permanente obras con temática tintanesca de algunos de sus amigos artistas: Abraham Salgado, Ricardo Tapia y Tonatiuh Villalobos. Hay incluso una pieza de Sánchez Trejo, quien es antropólogo, pero que ama a Tin Tan y en un momento le rindió un homenaje plástico.
Este año las imágenes tintanescas se incrementaron. Sucede que para conmemorar las cuatro décadas del fallecimiento de Tin Tan, decidí organizar una exposición-homenaje e invité a poco más de 30 artistas (de distintas generaciones y tendencias) a participar con obras realizadas ex profeso. A principios de año, presenté el proyecto al H. Ayuntamiento de Tlalnepantla, para que la exposición se presentara en junio en el Claustro Jorge Fons. El proyecto fue aceptado, se fijó el día de la inauguración, se acordaron algunas actividades alrededor de la exposición, se aceptaron todos mis requerimientos. Pero de repente se presentaron una serie de trabas burocráticas que detuvieron la organización de la muestra. No quiero ahondar en el asunto; sí quiero comentar las obras que integrarían una exposición que al momento que escribo este artículo no tiene espacio seguro para presentarse.
Germán Valdés Tin Tan. El Rey del Barrio. Exposición sin espacio para realizarse
Advierto que no he visto físicamente todas las obras; de algunas sólo tengo imágenes digitalizadas. María Eugenia Chellet, Antonio Luquín y Octavio Urbina se apropiaron de la foto de Semo para realizar sus piezas. Chellet intervino la foto a manera de collage, colocó la imagen de una niña rumbera al lado de Tin Tan.
Luquín pintó un cuadro bastante alejado del estilo que lo identifica, pues partiendo de la idea de la “economía de lenguaje”, puso la imagen de Tin Tan sobre un fondo tipo diseño. Urbina se apropió sólo de la sombra del pachuco para despojarla de su carácter fotográfico y volverla plenamente pictórica.
Varios artistas se inspiraron en la imagen del pachuco. Así lo hizo Saúl Gutiérrez en sus collages. Lo mismo hicieron Ana Luisa Pérez Urbiola y José Antonio Platas, quienes partieron de la misma idea: el pachuco como un ser desgarrado entre dos culturas. La misma idea maneja la joven artista Stephanie Zedli, quien intervino con chaquira y lentejuela unos tenis de una marca muy conocida: Pachuconverse es el título de la obra. Otra artista que también intervino tenis (pero de otra marca) fue Claudia Méndez. Ella pintó varios personajes tintanescos sobre los tenis, además de colocar peluche y cadenas, en alusión a la “excéntrica personalidad del Mexican pachuco”. La Méndez también trabajó una serie de bordados con distintas imágenes del actor.
Otros autores se fueron por el lado de la monumentalidad. El pintor Carlos Martínez realizó un mega collage sobre papel kraft. Imaginó a Tin Tan en su camino al cielo, siendo recibido por Dios Padre y San Pedro: “Ya llegó su pachucote”. La ya mencionada Zedli trabajó una lona de grandes dimensiones con la imagen del pachuco en el centro, sobre un fondo colorido y con una frase clásica tintanesca: “No es que presuma, pero tengo mi estilacho”. Por su parte, el artista celayense Rafael Monroy pintó en acrílico un retrato de Tin Tan que ocupa toda la superficie bidimensional. Otro Monroy, el arquitecto Samuel Monroy, plasmó en fotografía a un pachuco bastante posmoderno: una mujer desnuda, con sombrero, cigarro y en actitud retadora. No posmoderno pero sí conceptual es Eduardo Romo en sus obras digitales que celebran dos películas de Tin Tan: El rey del barrio y La marca del Zorrillo.
Por último, hubo artistas que se fueron por el camino lúdico para celebrar a Tin Tan. El pintor Arturo Márquez pintó un óleo espléndido: El Sargento Pachuco y los héroes del celuloide, en alusión al célebre disco de los Beatles, en el que pudo estar nuestro gran cómico. El escultor Jorge Ismael Rodríguez trabajó una pieza interactiva con varios carteles de películas de Tin Tan para hacer un rompecabezas e invitar a la gente a armarlo. Aurora Noreña intervino un cómic para convertir a Tin Tan en un auténtico superhéroe: Tin Tan de acero. El diseñador celayense Alfredo Tierrablanca trabajó un par de imágenes entre la caricatura y el diseño. Saraí Sánchez planeaba hacer una obra conceptual-mercantil: un changarro tintanesco en el que iba a vender playeras con la imagen del comediante.
Suma y sigue. Otros artistas participantes en una exposición que todavía no se puede realizar son: Rubén Ángeles, Chica Dragón, Carlos Jaurena, Berta Kolteniuk, Ethel Orozco, Pilar Pérez Urbiola, Joel Rendón, Cecilia Rodarte y Carla Zaldívar. A todos, mi agradecimiento.
*FOTOGRAFÍA: Antonio Luquín, Tin Tan Twuitter, 2013/Especial.
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