Los cuerpos restaurados
POR BENJAMÍN BARAJAS
Los hechos más importantes de una persona son el nacimiento y la muerte, y todo lo demás es literatura, según las palabras del vate Paul Verlaine. Y ésta pareciera ser la conjetura del escritor noruego Jon Fosse, recientemente laureado con el Premio Nobel por su prosa innovadora, plena de ritmos armoniosos, capaces de animar la percepción del lector sobre los seres anónimos, quienes viven en una especie de infierno, sin esperanza de encontrar una justificación para su existencia.
En este sentido, la novela de Jon Fosse, Mañana y tarde (traducida por Cristina Gómez Baggethun y Kristi Baggethun, editorial Nórdica Libros, 2023) nos relata la vida del pescador Johannes, a partir de dos puntos cardinales: en el primero asistimos a su alumbramiento y, en el segundo, a la hora de su ocaso, sin que para ello, en términos discursivos, hayan transcurrido más de dos días, pues pareciera decirnos el autor que la duración de la vida de los hombres y mujeres se resume en la vuelta de página de un libro.
En el estilo de Fosse se advierten los recursos de las escuelas de vanguardia, especialmente del surrealismo, por la supresión de puntos, mayúsculas, guiones, comas y comillas, sin olvidar la creación de sonidos onomatopéyicos que nos recuerdan los balbuceos de los bebés; todo ello para crear una prosa sonora, acorde con los movimientos de la naturaleza y el latido de los cuerpos, ya que para Fosse el cuerpo y el alma representan un todo integral, haciéndose eco, quizá, de Pitágoras, el maestro de las escalas musicales. Recordemos que este gran matemático griego recomendaba bailar para restaurar la salud corporal.
Los temas en las obras de Fosse, agrupadas en poesía, ensayo, prosa, teatro y libros infantiles suelen ser los del amor, la muerte, el duelo, la amistad, la recreación de la alegría de haber vivido, los cuales se pueden sintetizar en la experiencia humana, nutrida de conflictos y contradicciones, pero también de valores que nos permiten asumir una visión del mundo serena y vital.
Las influencias sobre Jon Fosse suelen ubicarse en autores como Henrik Ibsen, Harold Pinter y Samuel Beckett, aunque la magnitud de su obra no puede circunscribirse a una lista de dramaturgos, sino a una tradición que incluye, como decíamos, a las vanguardias situadas entre los siglos XIX y XX que son, sin duda, las raíces de su estilo.
En el caso de la temática de Mañana y tarde, cuyo motivo literario supone que un hombre trasciende a la muerte para compartirnos sus vivencias desde ese otro nivel de realidad, habría que rastrear sus huellas en la tradición occidental, que por cierto es muy rica y variada en ejemplos. Cabe mencionar a Gilgamesh, en su travesía por el mundo de los difuntos, y a la imaginería egipcia cifrada en el Libro de los muertos. También comparecen los mitos griegos de Sísifo y Ofeo, quienes fueron y volvieron del inframundo, más La divina comedia de Danthe Alighieri, obra monumental de la literatura de todos los tiempos.
Desde luego, el romanticismo fue pródigo en leyendas de ultratumba, El estudiante de Salamanca, de José de Espronceda, es una de ellas y, en el siglo XX, destacan Johnny cogió su fusil de Dalton Trumbo y Pedro Páramo de Juan Rulfo. A estos títulos se añade Mañana y tarde, como un salmo de sabiduría p
