Minidiccionario de Gabriel Zaid en sus 90 años
Clásicos y comerciales
POR CHRISTOPHER DOMÍNGUEZ MICHAEL
Autores que no leen. “El caso extremo está en los autores que no han leído lo que publican. Sucede con algunos personajes ocupadísimos, pero deseosos de ver su nombre en la portada de un libro. Sucede con los libros de ponencias que no escucharon ni los otros ponentes y que nadie leerá, porque se imprimen para aumentar el capital curricular de los participantes y las instituciones. Sucede por el ancho mundo del no–book, organizado y producido (dirigiendo el trabajo de ayudantes), más que escrito. Sucede con algunos escritores prolíficos que escriben sin parar y sin leerse, ni siquiera para corregir.” (El secreto de la fama, 2009)
Burocracia. “Como una anticipación geológica de la historia que vendría, la plataforma continental de México emergió de las aguas formando una pirámide truncada. Un vasto altiplano se elevó de las costas. Y se pobló de otras pirámides premonitorias: los volcanes. Luego se poblaría de pirámides indígenas y luego de pirámides burocráticas.” (La economía presidencial, 1987)
Carlos Pellicer. “Hay también en el Nacimiento algo de jardín japonés, que parece acentuarse en el caso de Pellicer. Llegó a representar no sólo el mundo sino aun el tiempo a escala” (Tres poetas católicos, 1997)
Corriente alterna, de Paz. “El libro es más brillante que esclarecedor. La diferencia es quizá la que hay entre dos técnicas de alumbramiento: una consiste en llenar de luces y reflectores que dan a los ojos el exterior de un edificio, oscurecido a fuerza de tanto brillo; otra consiste en poner los reflectores aparte y dirigirlos al edificio, que entonces sí se ve.” (Cómo leer en bicicleta. Problemas de la cultura y el poder en México, 1972 y 1975)
Corrupción. “Es perfectamente posible acabar con la corrupción como sistema de organización política. Pero sería contraproducente aspirar a más: cambiar el género humano, llegar al paraíso en la tierra. Confundir lo que sí se puede hacer con lo imposible termina mal y sirve para justificar el desánimo, la complicidad, el cinismo.” (El poder corrompe, 2019)
Cultura. “Administrar la cultura es como decretar la primavera: un delirio narcisista del poder. Pero la cultura moderna se volvió administrativa, y quiere verse en el espejo administrando la cultura.” (Dinero para la cultura, 2013)
Estado. “El estado no actúa como instrumento de la sociedad. Actúa como si fuera una persona: como un fin en sí mismo, como alguien cuyo verdadero fin fuera existir, crecer, multiplicarse, entregado a su vocación que es la totalidad. Al estado le conviene que haya males sociales que remediar, y que nunca se acaben, como a los médicos les conviene la enfermedad y a los enterradores la muerte: para darle sentido a su existencia, ventas a sus servicios, demanda a su oferta”. (La feria del progreso, 1982)
Fracaso criollo. “La fijación en el pasado, que ahora nos contrasta con Estados Unidos, no es un rasgo eterno de México. Viene del siglo XIX y del fracaso criollo.” (Tres poetas católicos, 1997)
Hombres de libros. “Los hombres de libros podemos ser tan sanguinarios, tan corruptos, tan estúpidos, como cualquier mortal. Es mejor que reconozcamos nuestras limitaciones y también nuestro poder específico que es convencer. Es mejor que lo mantengamos como un poder aparte, aunque así parezca la mismísima impotencia.” (De los libros al poder, 1988)
Imparcialidad. “Pero la literatura crítica (y ¿cuál no lo es?) no puede renunciar a ser juez y ni a ser parte. El deseo de imparcialidad no es, por supuesto, la imparcialidad. Cuando se es parte, se puede hacer un juego limpio pero no un juego imparcial: no hay tal manera de jugar”. (Cómo leer en bicicleta. Problemas de la cultura y el poder en México, 1972, 1975, 2009)
Libro. “El mayor costo de un libro es el costo de equivocarse. El autor que trabaja varios años en una obra fallida; el editor de un libro que, finalmente, hay que saldar (o almacenar para siempre); la librería que no puede venderlo ni devolverlo; el lector decepcionado que no terminó de leerlo (o peor aún, lo terminó); se equivocaron y no pueden recuperar el costo.” (Los demasiados libros, 1972 y 2010)
Luis Echeverría. “Fue progresista de verdad: aspiró a la presidencia del mundo. En vez de usar los poderes que tuvo para servir al país, los reinvirtió en adquirir más poder: se dedicó apasionadamente a hacer crecer la silla presidencial, hasta que le quedó grande. (De los libros al poder, 1988)
Monopolio. “Si todos fuéramos presidentes, nadie lo sería. Si todos tuviéramos posiciones monopólicas, dejarían de ser posiciones monopólicas.” (La feria del progreso, 1982)
Octavio Paz. “Paz nos muestra cómo la generosidad tiene más imaginación y rigor que la justicia, si ésta no es otro nombre de la generosidad”. (Leer poesía, 1972 y 1976)
Poesía. “Quizá en ninguna época se ha llegado muy lejos en poesía sin un verdadero saber. Pero hoy, el umbral mismo de la poesía, parece negando tanto a quienes pretenden ya saber cómo se hace un poema, como a quienes pretenden ignorar cómo, finalmente, quedó hecho. Por lo mismo, toda pretensión normativa de la retórica seguirá condenada al fracaso. La retórica del futuro descubrirá leyes físicas de la realidad poética, en vez de dictarle leyes normativas. Será una nueva geografía, no una nueva legislación”. (Leer poesía, 1972 y 1977)
Premodernidad. “El desastre económico de México no se debe a la adversidad. Se debe a que los recursos del país se fueron concentrando bajo la voluntad de un solo hombre. Es el engendro resultante de cruzar la industria moderna con un sistema político premoderno.” (La economía presidencial, 1987)
Progreso. “El progreso consiste en dejar la leche materna para adoptar la leche en polvo; y luego, con los avances más recientes, desechar la leche en polvo, para volver al pecho materno, que es lo último de hoy.” (De los libros al poder, 1988)
Radicalismo. “México es un país donde el radicalismo aumenta con los ingresos: donde los pobres son conservadores y los progresistas no son pobres”. (De los libros al poder, 1988 y 2011)
Salvador Novo. “Pero si alguno merece el título de macho en este país (y cuando él lo hizo, en cualquiera) para firmar unos sonetos de amor a un carnicero. Hay que ser muy macho también para hacer volar el pedestal que le estaban construyendo los jóvenes por su valentía disidente, para ejercerla contra sus admiradores y declararse complacido con la represión en 1968. Cierto afán de contradicción parece esencial en Novo, como si tuviera que dar el ejemplo del mal ejemplo”. (Leer poesía, 1972 y 1976)
Sandinistas. “Fueron los nueve comandantes, ellos solitos, los que se buscaron la bronca que ahora tienen. Que los malos aprovecharon la oportunidad, no excusa a los buenos que arruinaron el consenso inicial para tener un mayor control de las ruinas.” (De los libros al poder, 1988 y 2011)
Santos óleos. “Si yo fuera marxista, estaría preocupado por el marxismo de los curas. La Iglesia nunca llega a tiempo de bautizar las ideas nuevas. Llega a los santos óleos: a dar los últimos consuelos. Si ya hasta los curas son marxistas, es que el marxismo debe estar en las últimas”. (Como leer en bicicleta. Problemas de la cultura y el poder en México, 1972 y 1975)
Tiempo circular. “La ruptura del tiempo circular aparece en las tradiciones mesiánicas, que esperan la salvación y un fin glorioso de los tiempos. Así aparecen el tiempo lineal, la historia sagrada, el futuro absoluto y el progreso prospectivo (aunque no gradual).” (Cronología del progreso, 2016)
ILUSTRACIÓN: Iván Vargas /EL UNIVERSAL
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