Navegar en la creación de George Steiner
En su libro George Steiner: entrar en sentido, el sociólogo Ronaldo González Valdés hace un estudio sobre uno de los pensadores más importantes del siglo XX
POR ARIEL GONZÁLEZ
Amparado en la modesta —pero universal— figura de la glosa, Ronaldo González Valdés nos propone un acercamiento inteligente y original a uno de los pensadores más integrales y profundos del siglo XX y lo que llevamos de este: George Steiner. A pesar de las advertencias del autor de George Steiner: entrar en sentido. Cincuenta glosas y un epílogo (Universidad de Zaragoza, 2021), en torno de que no intenta establecer “una puntual carta de navegación para orientarse en el océano de la creación steineriana”, hay que decir que lo consigue de forma libre y cuidadosa a un tiempo, directamente y sin las ataduras formales propias de la academia, aunque no sin el rigor de esta, de ahí que el resultado sea uno de esos textos que el buen lector debe colocar en su librero al lado de Después de Babel o En lo profundo del mar, como un posible punto de partida para la comprensión global de su obra o como un acompañamiento justificado y necesario para apreciar toda su riqueza.
“No hacemos sino glosarnos los unos a los otros”, anticipó Montaigne, pero la forma, el orden o la intención con la que lo hacemos deciden la importancia de aquello que glosamos y posteriormente, si es el caso, ensayamos. Y justamente la estructura que Ronaldo González le ha dado a su texto nos revela una interpretación muy clara de las líneas fundamentales que siguió en su desarrollo la obra de Steiner. Glosarlo, pues, se ha convertido inevitablemente en un ejercicio de resumen, de filtración de ideas esenciales y de un sinnúmero de esbozos y chispazos teóricos del polímata europeo.
Si es cierto que cada libro tiene su destino (Habent sua fata libelli), como sentenciaba el gramático latino Terentianus Maurus, el de González Valdés lo ha demostrado desde su misma realización: terminó de ser escrito precisamente el día en que murió Steiner. Al filósofo y lingüista le habría encantado saber que desde el trópico sinaloense su lectura consiguió fecundar estas glosas que contienen algunas de las claves fundamentales de su extensa producción, teniendo como mérito central el examen y vinculación de su obra de ficción con la ensayística. Porque hay que recordarlo: a pesar del genio literario de Steiner y de la estrecha relación que hay entre su creación artística y su obra teórica —como lo comprueba claramente Ronaldo González—, la imagen que de él predomina es la del erudito e intelectual público. En su momento, John Banville dijo: “George Steiner siempre ha corrido riesgos. Eso es lo que hace que su ficción resulte excitante, omnívora y ambiciosa. Pocos escritores que trabajen en este siglo atormentado están tan seguros de tener algo que decir”.
La constitución literaria e intelectual de Steiner ha impresionado a sus más grandes coetáneos. Claudio Magris, por ejemplo, sostiene con toda razón que “Steiner es uno de los pocos maestros que se mueve como en su propia casa en la literatura universal y es también un vagabundo y un desarraigado, un hombre del exilio que vive en su inteligencia y en su sensibilidad la dura y kafkiana verdad de la diáspora, la condición de hombre exiliado de toda tierra prometida, de toda casa natal. Sabe ser a la vez grand seigneur y Luftmensch, como dice la palabra alemana que indicaba la existencia precaria, sin fundamento y hecha de nada, de los judíos orientales obligados a vivir asalto de mata, en una existencia siempre fluctuante”.
Uno de los grandes aciertos de Ronaldo González ha sido incorporar la presencia o fuerza (menospreciada y en ocasiones incluso ignorada) del Steiner escritor a una interpretación total del Steiner pensador, del profundo conocedor de la literatura, del analista del lenguaje y crítico de la cultura contemporánea, particularmente de sus delirios posmodernos y de los discursos fragmentarios y llenos de oropeles que por momentos parecen dominar la escena.
George Steiner: entrar en sentido, es una reflexión indispensable para acercarnos a este inmenso pensador sin rodeos pero también desde todos los ángulos esenciales de su vasta obra.
FOTO: Portada del libro George Steiner: entrar en sentido/Crédito de foto: Especial
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