Punto de encuentro electroacústico

Jul 28 • Miradas, Música • 2903 Views • No hay comentarios en Punto de encuentro electroacústico

POR LUIS PÉREZ SANTOJA

 

Desde hace muchas décadas, los procedimientos electrónicos para la producción y alteración de sonidos han formado parte de la creación musical, como también lo han sido ciertos elementos mecánicos de reproducción. La grabación de sonidos manipulados por el magnetófono y, después, transformados por el sintetizador o avanzados sistemas de computo, se convirtió en una fuente de creación musical, tanto de obras electrónicas reproducidas en cintas —la música concreta del francés Pierre Schäffer— como de instrumentos acústicos acompañados por los sonidos electrónicos de una cinta.

 

En Punto de encuentro, el arriesgado conjunto Trío Neos incluye dos obras que, además de la dotación habitual del grupo, hacen uso de la cinta pregrabada. Después de producciones dedicadas a música latinoamericana y a mujeres compositoras, este es el segundo disco de Neos compartido por autores de México y Estados Unidos. Con su sorprendente formación instrumental y su predominante tímbrica sobria y oscura, Neos —la pianista Ana María Tradatti, la fagotista Wendy Holdaway y el clarinetista Fernando Domínguez, virtuosos y expertos en música nueva— ha logrado su objetivo comisionando numerosas obras.

 

Rodrigo Sigal es, tal vez, el compositor mexicano que se ha dedicado más a las nuevas tecnologías y a la creación de obras electroacústicas. Mudrá es el gesto sagrado más usual del budismo y se emplea mucho en la meditación, cada gesto con cualidades propias. Rodeados del entorno abstracto que crean los sonidos de la cinta, los músicos hacen “gestos” sonoros. ¿Cuántas veces pensamos que una música suena de tal manera por los gestos y movimientos del músico? Sigal siempre acierta al entrelazar y asimilar ambos sonidos y con su manejo genial de las texturas sonoras.

 

On the Transient Nature of Magic, del estadounidense Joseph Waters, aprovecha las nuevas sonoridades de los instrumentos acústicos, sin desaprovechar el juego que permite la música concreta, ya que ésta no es un ente estático para Waters sino que la introduce con la intención de que adorne o contraste. El carácter musical de la parte acústica, contrastado con ese bosque sonoro de la cinta, nos deja con la duda de si es el producto de un cínico y sabroso sentido del humor o de una trasnochada nostalgia por un pasado musical que no define si regresa o no.

 

El resto de las obras es para la dotación de Neos, sin el uso de la cinta: Cante jondo, del californiano Richard Felciano, lleva su intención en el título, no porque se empariente con el canto gitano, sino por su tensión interna que pareciera desahogarse por momentos en cambios del color de su sonoridad tímbrica y la aparición de insinuaciones melódicas. Tal vez sea la obra menos convincente del disco.

 

Neurótica-Lumínica es una expresión indudable de lo que el título transmite, y el propio Juan Felipe Waller la describe mencionando su “carácter agitado y desenfrenado, con destellos irascibles”. La obra ataca desde su inicio con un continuo y enérgico movimiento que pareciera nadie podrá contener, salvo el autor, quien introduce pausas, a veces silencios que resultan más agobiantes y con un desconcertante interludio lírico que pronto retoma la ansiedad envolvente. Hacia el final, el flujo es más sosegado. Waller ha desarrollado gran parte de su carrera en Holanda y muestra su gran oficio y justifica sus premios, comisiones e interpretaciones internacionales. Una obra maestra en un disco donde casi todo es magistral.

 

Si en el inicio del texto mencionamos “elementos mecánicos de reproducción” es por la obra de Conlon Nancarrow, “inventor” de músicas alucinantes para ser reproducidas en pianolas. Antes de que abandonara los instrumentos “convencionales”, este gran genio hizo algunas obras para éstos y una de ellas es su recurrente Trío, obsesivamente rítmico, con sutiles influencias del jazz. Cuando Nancarrow descartó el modo tradicional de tocar música, los músicos le correspondieron y olvidaron su obra hasta tiempos recientes.

 

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