Los partidos políticos y sus agendas culturales en campaña
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A una semana de las elecciones en las que, entre otros cargos, se renovará la Cámara de Diputados federal, las propuestas culturales brillan por su ausencia en la plataforma del partido gobernante, postura que contrasta con otras alianzas que retomaron algunas de demandas históricas de los gremios artísticos
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POR CARLOS LARA G.
En el actual proceso electoral federal, los partidos políticos y coaliciones electorales, registraron sus plataformas para el periodo 2021-2024 ante el Instituto Nacional Electoral. Las coaliciones registraron Convenios de Coalición, Acuerdos de Participación y Plataformas Electorales comunes. De estas últimas se desprenden sus propuestas, de ahí saldrán sus programas de gobierno, en el caso de las alcaldías, y sus agendas legislativas, en el caso de los Diputados. Cabe señalar que este análisis es sobre las plataformas de cada partido, dado que en las plataformas comunes no figura el tema cultura, lo cual es verdaderamente lamentable y condenable, siendo este un ámbito que debería unir a todos los partidos.
Dicho esto, puedo afirmar que en materia de cultura tenemos dos propuestas en lo general, una muy pobre y otra robusta y coherente. La primera llama la atención por ser la del partido gobernante y sus aliados. Sí, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no tiene propuesta cultural. Cortó y pegó parte del evangelio nacionalista de hacer tres años. Habla de Cultura para la paz y el bienestar. De que somos poseedores y generadores de cultura, que vivimos en sistemas culturales; que nadie debe ser excluido de las actividades y circuitos culturales. Su única propuesta electoral es al mismo tiempo una gran contradicción gubernamental. Propone difundir la vasta diversidad cultural que posee el país en estrecho contacto con las poblaciones para conocer sus necesidades y aspiraciones en la materia y que los recintos tradicionalmente consagrados a la difusión del arte no estén centralizados y monopolizando la actividad cultural, “porque esta debe poblar los barrios y comunidades, hacerse presente allí en donde es más necesaria, porque son los entornos sociales más afectados por la pobreza, la desintegración social y familiar, las adicciones y la violencia delictiva”. Una incongruencia porque el recurso del sector cultura lo están destinando al Proyecto Chapultepec, justo en el centro del país.
Su aliado, el Partido del Trabajo (PT) no presenta propuestas en materia de cultura; el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), su otro aliado, plantea otorgar tarjetas de descuento a estudiantes para alimentación, recreación, ocio y cultura, como parte de la formación complementaria.
La alianza del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), propone establecer la obligatoriedad de la enseñanza de música, artes y talleres de formación para el trabajo en la educación básica (Propuesta que vienen arrastrando desde hace tres legislaturas, sin resultados). Generar una partida específica en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el rescate del patrimonio cultural de las entidades federativas y municipios, que no sea de competencia federal. Garantizar, a través de medidas legislativas, el derecho de los mexicanos al acceso a la cultura y a la manifestación de sus expresiones culturales, en libertad, con respeto a los derechos de terceros, y sin la intervención ni manipulación del Estado (Lo ocurrido con la directora del Instituto de Cultura de Aguascalientes, a quien el gobernador destituyó por presiones de un grupo de católicos, es todo lo contrario a esta propuesta). Por otro lado, prevé la creación de espacios de promoción, preservación y divulgación de las lenguas originarias, y la promoción de convenios entre gobiernos y universidades con este propósito, para reconocer su valor y la importancia de la interculturalidad mexicana. La contribución del Partido Revolucionario Institucional (PRI), es bastante limitada, pues luego de reconocer que somos una potencia cultural en el mundo por la riqueza de nuestros bienes culturales, sólo plantea fortalecer los vínculos y la colaboración con todas las naciones, para mostrar la diversidad de nuestra cultura al mundo y recibir las expresiones culturales internacionales. Por su parte, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), quizá la plataforma más completa, plantea la transversalidad de los derechos culturales para la construcción de una cultura para la paz, el impulso de la Economía Naranja, el fortalecimiento del vínculo educación-cultura y la consolidación de instituciones culturales desde los diversos ámbitos de actuación. Asimismo, promover, proteger, defender el pleno ejercicio de los derechos culturales, reconociéndolos como eje fundamental en la elaboración de planes de gobierno y en implementación de políticas públicas. Construir colectiva, democrática e inclusivamente un Plan de Desarrollo Cultural. Establecer convenios para implementar observatorios ciudadanos que den seguimiento al impacto de planes, programas proyectos y acciones. Un presupuesto digno, progresivo y transparente para la Cultura. Recupera la sobada propuesta de asignar del 1% del PIB a la cultura dentro de la planeación presupuestal, para la promoción y estímulo de emprendimientos culturales, la inyección de recursos para la salvaguardia del patrimonio, así como garantizar las mejores condiciones de desarrollo para estudiantes, creadores y artistas. Programas de financiamiento y cofinanciamiento; estímulos e incentivos para la producción y creación cultural; canales de cooperación internacional para la promoción, difusión y exportación de actividades, bienes y servicios culturales. Democratizar la cultura mediante el acceso gratuito a bienes y servicios culturales, y la participación, acceso y contribución a la vida cultural con una accesibilidad equitativa; programas de acceso a la educación artística, presencial o en colaboración con instituciones, medios de comunicación y las TIC ́s. Convenios con instituciones privadas para lograr la accesibilidad de personas con discapacidad, adultos mayores y personas en condición de vulnerabilidad de manera gratuita y plena; reconociendo, impulsando y defendiendo las manifestaciones y expresiones culturales diversas, emergentes y transgeneracionales, garantizando el acceso y conectividad a internet como derecho básico en el mayor número posible de espacios públicos. Convenios de colaboración con instituciones académicas públicas y privadas, que hagan accesible las Escuelas de artes y oficios culturales, así como el impulso de la investigación científica. Plantea además el fortalecimiento y reactivación de instrumentos como el FONCA y el Fondo de Apoyo para Pueblos Mágicos, por ser herramienta para la promoción, impulso y apoyo de la comunidad artística y generadores de una reactivación de las economías locales, respectivamente, así como el impulso, promoción y rescate de las lenguas maternas a través de un presupuesto digno y programas emergentes.
Finalmente, propone refrendar el compromiso del Estado mexicano como firmante de la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, con acciones y medidas de atención y políticas públicas articuladas. La elaboración de catálogos e inventarios sobre el patrimonio cultural que permitan conocer el estado de los bienes culturales; estableciendo programas que anticipen amenazas y garanticen la salvaguardia. Asimismo, atender el llamado de la UNESCO referente a la condición del artista, mediante programas orientados a considerar sus prestaciones económicas, laborales, médicas y sociales, así como sus necesidades artísticas.
Movimiento Ciudadano (MC) por su parte, plantea fortalecer los mecanismos de protección de los derechos culturales y ampliar las políticas de fomento y estímulo a la creación artística. Rescatar los recursos y fideicomisos destinados a la cultura que han sido confiscados por el gobierno, así como promover una nueva visión de asignación presupuestal que detone a los sectores culturales y creativos de México. Adicionalmente, impulsar reformas para garantizar los derechos laborales y de seguridad social para todos los trabajadores del sector cultural.
Impulsar el reconocimiento constitucional del derecho a la personalidad jurídica de los pueblos indígenas, como sujetos de derecho, para que puedan ejercer su libre determinación y sus derechos colectivos de manera efectiva. (Una de las principales demandas desde los Acuerdos de San Andrés Larráinzar). Asimismo, el derecho a la consulta, mediante una legislación general adecuada al Convenio 169 de la OIT (Esta es una recomendación que ya ha hecho la Corte al Poder Legislativo). Apoyar su desarrollo en materia de infraestructura y derechos lingüísticos y culturales, mediante el fomento de traducciones de obras literarias, otorgamiento de apoyos y estímulos fiscales a las radios indígenas, un modelo de protección a las creaciones y al conocimiento de las culturas indígenas, así como la protección de la medicina tradicional indígena, sus técnicas y conocimientos, para no ser víctimas de plagio y usufructo ilegal por parte de instancias ajenas a las comunidades.
Por último, el Partido Redes Sociales Progresistas (PRSP) busca impulsar el derecho a la cultura como política de estado, tanto la creación como el acceso a bienes y servicios culturales, a través de fondos públicos y privados que promuevan e impulsen las diferentes expresiones artísticas, y ampliar la difusión de las actividades culturales organizadas por las instituciones públicas, colectivos de artistas y organizaciones de la sociedad civil.
Como vemos, hay en lo general dos agendas. Están a su consideración de cara a este próximo 6 de junio.
FOTO: Protesta de empleados del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en marzo de 2018, por el retraso en el pago de sus salarios. / Berenice Fregoso/ EL UNIVERSAL
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